Análisis Get Even

Está todo en tu cabeza. Esa es la idea con la que juega Get Even, una curiosa mezcla de terror psicológico con toques de acción y puzle que a veces recuerda a los viejos Resident Evil (aunque desde primera persona) pero sin la acuciante presencia de Zombies.

El juego nos sumerge desde el primer momento y sin casi indicaciones o tutoriales en la historia. Vamos armados y sostenemos una suerte de teléfono inteligente en nuestras manos en el que se muestran las instrucciones a seguir. Es todo lo que necesitamos para sumergirnos en este mundo, y todo lo que nuestro protagonista, Cole Black, es capaz de recordar.

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No es este un juego para aquellos que busquen acción. La mayor parte del tiempo lo pasaremos andando, explorando nuestro entorno y navegando por un mapa que busca intencionalmente ser laberíntico. Por suerte esta será una de las aplicaciones de nuestro teléfono, permitiéndonos ver en tiempo real dónde nos encontramos.

El problema será, como el resto de aplicaciones, que tenemos que elegir: solo podemos tener una a la vez. Eso determina nuestra exploración, ya que deberemos cambiar regularmente entre ellas para descubrir secretos que nos hagan avanzar. Así, al mapa se añaden el escáner, la visión térmica, la luz UV, objetivos y mensajes.

El teléfono, tu único aliado

En orden de importancia para el juego, es justo empezar con el escáner. Esta aplicación nos muestra unas barras verdes alrededor de los lugares que podemos escanear y nos muestra información útil sobre ellos, recordando un poquito a Metroid Prime. 

Esta aplicación, por desgracia, tiene dos pegas: primero, que solo se pueden escanear objetos básicos para la historia, por lo que no se ha resuelto de forma satisfactoria el deseo de los jugadores de escanear objetos aparentemente relevantes sin obtener la respuesta vacía de que ahí no hay nada que escanear. La segunda es que incluso si el objeto es escaneable, necesitamos angular el teléfono y estar a la distancia exacta para encuadrarlo perfectamente y que sea reconocido. Esto puede ser ligeramente frustrante en algunos momentos.

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Casi tan imprescindible como el escáner es la luz UV. Con ella, aparte de iluminar nuestro camino en las muchas zonas oscuras de este manicomio, podremos detectar restos de sangre no visibles de otra forma que nos descubrirán secretos o ayudarán a avanzar. El problema es, como se mencionaba anteriormente, que solo podemos acceder a ella mientras no seleccionemos otra cosa en el teléfono, por lo que cambiar al mapa nos dejará sin luz.

Otra función útil, especialmente en los momentos en que haya enemigos al acecho, será la visión térmica, que mostrará sus cuerpos incluso a través de paredes, por lo que nos permitirá seguir objetivos o ser conscientes de peligros por venir.

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Las dos últimas aplicaciones, objetivo y mensajes, cumplen los cometidos que sus nombres indican, recordándonos nuestro objetivo, y haciéndonos sentir tan títeres de los manejos de otros como se siente nuestro protagonista.

Quizá el mayor valor de Get Even como juego sea la atmósfera de soledad y opresión que genera. A pesar de que no contamos con música de fondo, los efectos de sonido son capaces de transmitir una sensación de angustia y hostilidad, mientras que las paredes desconchadas y cubiertas de grafiti dan una sensación de decadencia de este manicomio destartalado que contrasta con los momentos en que nuestros recuerdos nos transportan a otros lugares.

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Exploración sobre acción

Al igual que en los survival horror tradicionales, aquí mucha de la historia la conoceremos leyendo, sean reportes de pacientes, recortes de prensa o simples notas desperdigadas, cada mensaje nos permitirá entender un poco más (aunque abriendo nuevos interrogantes) sobre dónde estamos y por qué. De cuando en cuando, nuestras dotes de observación y lógica y la ayuda de nuestras aplicaciones nos permitirán resolver algunos puzles que se nos presentarán para seguir avanzando.

Caminar, escanear, leer y escuchar son las acciones que más tiempo nos ocuparán en este título, lo que no evita que de cuando en cuando debamos desempolvar nuestra pistola. No se puede decir que la acción sea un punto fuerte del juego, pero cumple en general: disparamos con el gatillo derecho mientras los bumpers nos permiten inclinarnos a los lados para evitar ataques u observar desde una pared. En cualquier caso, no es la acción el eje de la jugabilidad, sino solo una parte más, por lo que se le puede perdonar una precisión menor de lo que debería.

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Como encaremos estas secciones, qué leamos, y qué decisiones tomemos tendrá importancia, como nos recalca el juego constantemente con la frase “tus decisiones tendrán consecuencias”. Esto unido a las posibilidades de la exploración hacen que la duración sea satisfactoria y que el título cuente con una mayor rejugabilidad de la que podría parecer en un principio.

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Get Even, retrasado cerca de un mes para distanciarse en el tiempo de los atentados de Reino Unido, nos narra una historia dura, que juega con los límites de nuestra mente, por lo que se agradece que llegue completamente subtitulado al castellano (con voces en inglés) con una calidad más que aceptable.

(Este análisis se ha realizado en la versión PC)