Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA
Geometry Wars: Galaxies

Geometry Wars: Galaxies

Frenetismo galáctico

De un simple minijuego ha pasado a convertirse en una nueva franquicia que brilla con luz propia en el género de los puzzles. La llegada de Geometry Wars a Nintendo DS supone una alegría tanto para los fans de los arcades como para quienes quieran probar algo nuevo y original. Y, además, fantásticamente realizado.

Desarrollado por Bizarre Creations en su versión original, Geometry Wars era un simple minijuego que podía encontrarse dentro de Project Gotham Racing 3 para Xbox 360. Aprovechando que a la gente le gustó, Microsoft decidió venderlo en su Xbox Live Arcade, ofreciendo a los que no tuviesen el juego de conducción que pudieran probarlo de todas formas. Y cuajó perfectamente, convirtiéndose rápidamente en uno de los títulos más valorados del sistema.

Ampliar

Tras su éxito, Kuju se atreve con su secuela en Nintendo DS y Wii. Hoy analizamos la primera versión, Geometry Wars: Galaxies, una ampliación del ya de por si genial juego original que llega para convertirse en un clásico de la portátil. Mezclando el concepto de puzzle y habilidad con la acción a modo de matamarcianos, nos encontramos ante todo con un arcade frenético y con una capacidad de enganche absurdamente desmesurada.

Desde su simple premisa se esconde una bestia de la diversión, una idea totalmente tonta pero perfilada con una extremada dedicación y muy, muy buena mano. Como un Tetris o un Pac-Man, productos absolutamente ilógicos pero capaces de hacer temblar las baterías/pilas de las consolas. Geometry Wars sigue esta misma tendencia, y con Galaxies, esto se amplifica al máximo.

Ampliar

Jugabilidad
Básicamente estamos ante un arcade que mezcla varios géneros, hasta el punto de ser bastante difícil definirlo con palabras. Controlamos a una extraña nave y nuestro objetivo es simplemente sobrevivir a un mar de enemigos que salen al paso. Para ello contamos con varios elementos a nuestro favor, lo cual sólo consigue que durante los primeros compases nos confiemos y piquemos el anzuelo.

Nuestra nave no está sola y aquí radica una de las principales novedades de Galaxies. Acompañándola hay otra más pequeña que se mueve paralelamente a la nuestra y que realiza las órdenes por si misma. No es especialmente dañina, pero es de mucha ayuda cuando la zona se llena de enemigos y necesitamos una vía de escape.

Evidentemente, nuestra nave también puede disparar. Tenemos dos posibilidades, bien usando la táctil -moviendo el stylus hacia la zona donde queremos que vaya el proyectil- o los botones A, B, X e Y. En este último caso, actúan a modo de direcciones -arriba, abajo, derecha, izquierda- o realizando las diagonales con la pulsación de dos de ellos a la vez. Lo clásico en los pads. La cruceta, por su parte, sirve para mover la nave de un lado a otro.

Además de las balas simples, tenemos la opción de liberar una bomba que limpia la pantalla automáticamente. Obviamente, se limita poder usarse un par de veces; Independientemente de esto, Galaxies no es un simple arcade al uso, por lo que hablar sólo de disparos sería quizá simplificar en exceso la mecánica del título.

Ampliar
Ampliar

La idea principal de Geometry Wars es conseguir puntos y, con ellos, medallas, para así a posteriori ir desbloqueando nuevos niveles. Estos se encuentran repartidos en varias galaxias que, a su vez, se desgranan en planetas donde hemos de cumplir las citadas misiones, consistiendo todas ellas en obtener millones de puntos. Sonaría un poco exagerado si la forma de obtenerlos fuese de uno en uno, así que Bizarre ha pensado en todo y ha implementado los potenciadores.

Básicamente, al acabar con un enemigo, éste soltará un potenciador amarillo. Cada uno que recojamos servirá para multiplicar los puntos que vamos obteniendo en los niveles, hasta llegar a exageraciones como x150. Así llegar a los varios millones no será tan complicado, eso sí… hay que seguir vivos. Y justo aquí radica la dificultad y la gracia del juego.

Ampliar

Los multiplicadores sólo funcionan en cada vida, así que si morimos, tocará volver a empezar de cero. Y cuantos más recojamos, más enemigos saldrán…Justo aquí es donde entra en juego el uso de las bombas y la necesidad de estar al 100% implicado en el juego. Los reflejos son más necesarios que nunca y el frenetismo consigue que nos piquemos hasta conseguir lo que tanto ansiamos: medallas, más puntos y, en consecuencia, desbloquear más y más niveles.

No podríamos hablar del diseño de niveles, aunque sí de planteamiento y una muy buena mano a la hora de ajustar la dificultad del título. Inicialmente complicado, es uno de esos juegos que premian al jugador experimentado, con una curva de dificultad magníficamente diseñada.

Y todo esto no sólo en el modo principal, del cual hemos estado hablando hasta ahora, sino también del segundo disponible: Retro Evolved. ¿Qué es? Básicamente, el juego original de hace un par de años. Sin añadidos, sino una conversión tal cual que sirve para demostrar que esta secuela es mucho más válida de lo que podría parecer en primera instancia. Tenemos además rankings de jugador Online donde se van registrando nuestras puntuaciones, lo que hace el título aún más competitivo.

Ampliar

Apartados técnicos
Geometry Wars: Galaxies no es precisamente un juego rompedor a nivel técnico. O al menos eso aparenta en capturas, mostrando un estilo simplista, con líneas rectas y aspecto anguloso. En movimiento la cosa cambia y se convierte en un auténtico regalo para la vista, fundiendo esta aparenta simplicidad con unos juegos de luces, explosiones y curvas realmente increíbles.

La cantidad de elementos en pantalla es constante y, si bien es verdad que en ocasiones hay ralentizaciones, por lo general es totalmente genial. Lo mismo se extiende a un apartado sonoro sin mayores alardes que los de ambientar fantásticamente los niveles, sin molestar en ningún momento ni utilizar melodías electrónicas cansinas.

Ampliar
7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.