¿El Gran Turismo de la hípica?

De todos es sabido, que las grandes rarezas Japonesas (véanse juegos de Carreras de Caballos, Simuladores de Trenes, Simuladores de Ligoteo...) prácticamente nunca abandonan las tierras niponas. Y desde aquí, los usuarios Europeos nos quejamos  ante la falta de igualdad que existe en las compañías a la hora de valorar el lanzamiento de un juego en Japón y Europa. Pero de otro modo, debemos plantearnos hasta que punto el usuario Europeo está 'preparado' para recibir títulos como el presente, juegos especiales y enfocados hacia unos determinados y específicos gustos, los cuales están poco extendidos en tierras tanto Americanas como Europeas.

Al más puro estilo Gran Turismo, pero cambiando las bellas carrocerías y los potentes motores por caballos se nos presente G1 Jockey. En términos básicos, podríamos definir a G1 Jockey de esta forma, pese a tener, dentro de las carreras, un desarrollo parecido a juegos de atletismo (los típicos 'machacabotones', en los que debemos controlar el cansancio, fuerza, etc...)). Sin embargo, muchas flaquezas tiene el presente título como para llegar a ser un simulador de la talla de Gran Turismo. Vamos a analizar apartado a apartado las virtudes y defectos del juego de Koei, y ver hasta que punto es recomendable su compra.

a  u  d  i  o  /  v  i  d  e  o
El apartado gráfico no desentona para nada. Pese a tener un motor gráfico discreto (sobretodo después de ver los últimos juegos de la bestia negra de Sony), en ningún momento se observan fallos que nos hagan olvidar que es un juego de PS2 (como pasa algunas veces con títulos de segunda fila en esta consola). Los caballos y jinetes están bien moldeados (pese a algún fallito que veremos más adelante), y los escenarios, se muestran bonitos  y llenos de elementos relacionados con el contexto del juego. Además, los menús están bien diseñados, y la interfaz es agradable.

El apartado sonoro tampoco destaca por encima de cualquier otro juego del género que hayamos visto. Numerosos efectos FX de los propios caballos, así como correctos efectos de pisadas y típicos galopes del animal. Sin embargo, podrían haberse incluido algunos comentarios o retransmisiones durante el transcurso de las carreras, que le hubieran dado muchísima más vida a este apartado, y además, hubiera ayudado al juego a no caer en una monotoneidad y mediocridad que únicamente el sonido de los caballos al correr es capaz de romper.

j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d
Y bien, llegamos al apartado en el que habrá más diversidad de opiniones, sobretodo aquí en el mercado Europeo, donde no estamos acostumbrados a recibir títulos de esta corte. El juego nos propone meternos en la piel de un Jockey. En el modo historia, participaremos en sucesivos torneos simulados a los de la realidad. Empezaremos con un discreto caballo, y a medida que vayamos ganando carreras, podremos acceder a nuevos y más rápidos caballos (muy al estilo Gran Turismo). Aquí deberemos mirar la velocidad, fuerza y espíritu, por poner ejemplos, a la hora de elegir el caballo. Y la verdad es que el juego, corto (que no monótono), no es.

Ganando carreras, podremos ir abriendo nuevos modos, caballos y jinetes. Y estamos hablando de un abanico de más de más de 2000 caballos en total. Además, el juego ofrece unas completísimas estadísticas de las carreras que hemos hecho, de manera que en todo momento tendremos información detallada de que caballo es el que se adecua mejor para el tipo de carrera.

Sin embargo, el desarrollo de las carreras si puede tacharse de algo monótono. Al igual que pasa con los juegos basados en unas olimpiadas, deberemos controlar el cansancio de nuestro caballo mientras decidimos con el mando hacia que lado debe girar el animal. Por lo tanto, deberemos controlar el arranque, saber cuando usar los acelerones, y guardar energía para los últimos metros. La verdad es que, aunque pueda parecer atractivo en un principio, el desarrollo de las carreras se hace algo soso ; simplemente debemos ir indicando hacia que lado debe girar el caballo, y como sucede con los títulos de este tipo, las posibilidades dentro de la competición están lejos de ser amplias como otros juegos del género de las carreras (véase Gran Turismo).

c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n
Pese a lo arriesgado de la apuesta, no estamos ante un mal juego. Gráficamente, pese a no destacar, cumple, y la verdad es que tiene suficientes pruebas y secretos que destapar como para tenernos enganchados durante semanas frente a la consola. Pero sí es cierto que es un juego extraño; estamos acostumbrados a las carreras de automóviles, a los recambios para nuestros coches, a los motores y las competiciones de turismos. Y sin embargo, nos llega un juego que nos plantea las carreras hacia un sector muy específico, el de los caballos, y que por lo tanto, puede que únicamente atraiga a los seguidores de esta modalidad deportiva. En caso caso de duda, como siempre, recomendamos el alquiler antes de su compra, para ver si el peculiar juego que nos propone Koei se adecua a nuestros gustos 'típicos occidentales'.