¡Brincando sin parar!

Tras dos entregas en la predecesora de GameBoy Advance, Frogger llega con los ánimos renovados para cautivar a los poseedores más juveniles de la consola de Nintendo. Pero el intento se queda a medias...

Ampliar

Está claro que Game Boy Advance se ha convertido en una digna sucesora y el apoyo de third parties es indiscutible. Pero, desgraciadamente, cuando una consola se vuelve muy popular, el número de juegos aumentan, pero no por ello su calidad. Muestra de esta tesis es este título, que aun llevando el sello de Konami y tratándose de un adictivo "puzzle", no es capaz de hacerse un hueco destacado en el plantel de Game Boy Advance.

Para empezar, el juego parece haber sido acelerado en su desarrollo, para acercarlo lo más posible a su homónimo en PlayStation 2. Frogger's Adventure: Temple of the Frog es un precuela del juego de PS2 "Frogger: The Great Quest". En esta ocasión, Frogger ha perdido su cola de renacuajo, y debe llegar al Templo de la Rana para que se lo devuelva, y poder volver a vivir a su humilde charca. Como veis, bastante sencillo.

Ampliar

Esta misión le llevará por distintos parajes, todos con mucho colorido y nitidez, pero sin llegar a destacar por encima de cualquier otro juego. El mecanismo del juego es sencillo: memorizar la secuencia de movimientos de todos los malos que nos rodean y a partir de ahí, decidirnos a avanzar. Bastante sencillo para los más adultos, pero trabajo algo complicado para los más pequeños de la casa, y además, como alguna fase se te resista, no pararás hasta conseguirlo.

Desde la primera pantalla queda claro el enfoque del juego, pero deberían haber incluido un poco más de acción, a pesar de que los puzzles siempre pecan de monotonía. El juego se estanca demasiado durante el transcurso de cada fase, y lo que en un principio engancha, puede llegar a desesperar. Aunque los escenarios varíen con mucha frecuencia, es sistema de juego se mantiene casi sin cambios.

Gráficos:

Ampliar

Más que suficiente. Con unas melodías que acompañan a la tónica general del juego, en ningún momento llegan a palidecer la nota final. La canción cambia en cada nivel, aún manteniendo un enfoque bastante infantil. Sin embargo, los efectos sonoros palidecen. No es que sea el apartado más importante del juego, pero siempre se agradece. A lo justo, ni le falta nada ni le sobra. En conjunto, acompañan correctamente el desarrollo del juego. En los momentos de tensión, el ritmo acelera, e intenta crear un poco de tensión al jugador. Aunque, siendo concientes del chip de sonido de la GameBoy Advance, es muy sensato por parte de los programadores saber que, por mucho ambiente que intenten recrear, no van a conseguir un "Resident Evil".

Ampliar

Haciendo uso de todos los botones, consigue que el control del personaje sea sencillo e intuitivo. El pad mueve a Frogger en la dirección en la que pulsemos, y los botones A y B, sirven para realizar un salto corto, u otro más largo. Sin embargo, en algunas situaciones, nos encontraremos que querremos realizar un salto hacia adelante, mientras que Frogger esté mirando hacia uno de los lados. Es aquí cuando entran en juego los botones L y R. Su función es la de girar al personaje en la dirección que elijamos, sin moverlo de la "casilla virtual" en la que estemos.

Ampliar

Al nombrar "casilla virtual" debo hacer un hincapié. Aunque en el juego tengamos completa libertad, los movimientos se realizarán como si toda la fase estuviera dividida en pequeños recuadros. Así, sólo podremos movernos en los cuatro ejes, sin posibilidad de realizar movimientos en diagonal. Este aspecto limita un poco el juego, pero los niveles están bastante bien diseñados como para que dicho movimiento no sea necesario, y sin embargo las posibilidades sean bastantes.