¿Por qué la rana cruzó la carretera?

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Cualquiera que se inicie y muestre un pequeño interés por el mundo de los videojuegos no puede dejar de probar viejas glorias que a pesar del paso del tiempo se mantienen con la calidad del primer día e incluso llegan a mejorar. El caso que nos ocupa, Frogger, es uno de esos clásicos que surgieron en el boom de los arcades allá por los 1981. Al paso del tiempo el videojuego original de Konami se ha visto acompañado de nuevas versiones y refritos. Helmet Chaos para PSP (también para DS) mantiene la idea original llegar de un punto a otro del recorrido sorteando obstáculos, pero como viene siendo habitual en la serie, rodeada de un ligero envoltorio argumental.

Frogger se ve en la necesidad de ayudar a sus compañeros de un grupo de cocodrilos liderado por el Doctor Wani, éste ha inventado unos cascos que permite controlar y esclavizar a aquellos que lo lleven puesto. Tras un argumento muy simple como esto, encontramos un planteamiento de juego muy divertido que aunque se repite con el tiempo no había llegado aun a PSP.

Saltando sin parar

Como comentaba al principio, Helmet Chaos mantiene la idea original de llevar a Frogger de un punto del recorrido a otro. A lo largo de los escenarios, de variada longitud y número de fases, deberemos sortear tanto los obstáculos como los enemigos que se crucen por nuestro camino. Mientras avanzamos deberemos no sólo resolver ciertos puzzles para poder avanzar, sino que también habrá que recoger monedas con los que adquirir variados extras.

Ir de un punto a otro tiene a veces sus complicaciones y puede llegar a desesperar, pero mediante la técnica ensayo-error, completar un nivel es cuestión de práctica y tiempo. Una de las cosas más curiosas en la serie es la ver una rana que no sabe nadar y, dejando al margen a las criaturas que se dan cita en los escenarios, el agua será el mayor enemigo de Frogger.

Al cabo de ciertas fases nos veremos en batallas con enemigos finales en las que deberemos ingeniárnoslas para salir con vida, por ejemplo, nuestro primer enfrentamiento solo teníamos que evitar que el enemigo nos redujera el contador de vida evitando sus ataques hasta que el combustible de su nave se acabase. Quizás sea el punto dónde mejor esta trabajada la IA de los enemigos, pues en las fases normales los enemigos siguen un patrón en todas las ocasiones, con lo que sabremos siempre su manera de actuar.

En compañía

Al margen del modo historia, nos encontramos con un varios minijuegos, en los que intervienen cuatro jugadores, que iremos desbloqueando desde el modo historia. No obstante, tres de ellos estarán disponibles desde el principio, incluyendo el clásico arcade de Konami en versión original junto con otros bastante entretenidos, como un pilla-pilla en el que uno jugador encarna a una rana y el resto a los cocodrilos que intentarán atraparla.

Otro de los juegos y además bastante adictivo nos enfrenta a un todos contra todos: tenemos que conseguir mantenernos alejados de la rana que lleva un símbolo en la cabeza, ya que si nos toca con la lengua seremos nosotros quienes tengamos que "contagiar" a otra rana para no perder, a pesar de ser bastante simple, es muy adictivo. Konami nos permite aprovechar las capacidades wifi de la consola para enfrentarnos en minijuegos con otros jugadores, incluyendo la opción GameSharing para jugar con un sólo UMD.

Jugabilidad

El control de Frogger se realiza a través de la cruceta analógica, dejando sin uso al stick digital. Con los botones realizaremos acciones como saltos impulsados, saltos verticales, empujar objetos o utilizar nuestra lengua para agarrarnos a algo. Por su lado, los gatillos permitirán hacer giros de 90º sin movernos de la posición actual. Es bastante sencillo, pero equivocarnos en los primeros compases de juego es normal y a veces nos frustrará que por esa equivocación tengamos que empezar el nivel desde el principio o desde el último checkpoint.

Aspecto técnico

Visualmente Helmet Chaos es bastante atractivo, veremos la acción a través de una cámara fija cenital. Los escenarios están cuidados en cuanto a la paleta de color usada y variedad, pero  salvando los enemigos y algún que otro elemento se le nota falta de vida, aunque también es cierto que estaremos más atentos para sortear obstáculos que para fijarnos en las lindezas del paisaje.

Entre fase y fase la historia irá evolucionando a través de imágenes estáticas en las que participarán los personajes a viva voz. La idea está bastante bien y funciona en muchos títulos que usan este estilo, pero en Helmet Chaos está un poco descuidado, no sólo visualmente a través de las imágenes sino que los diálogos hablados se descuadran a veces con los textos de pantalla.

La cosa cambia en el audio de los niveles. Divertidas melodías acompañan nuestros pasos sin caer en la monotonía, así como los efectos de sonido: monedas, enemigos, los saltos de Frogger, así como las caídas en el agua. Un apartado que aún sin ser extraordinario, se nota que está ligeramente cuidado.