¿Patinetes?... sí, gracias.

Algo que comenzó siendo una constante para los oficinistas más estresados, ha terminado por convertirse en una de las mayores "plagas" de principio de milenio. No hay ni un solo día que no tengas la mala fortuna de cruzarte con una panda de jovenes gritando y alborotando la calle a bordo de sus inherentes patinetes. Ha llegado el momento de apartar la era digital en favor de las dos ruedas...

...aunque siempre se puede hacer algo para remediarlo. ¿Porqué no unir todo esto y condensarlo en un CD para la consola doméstica más vendida de la historia?. Pues bien, este planteamiento así de oportunista es del que se han hecho valedores Crave Entertainment, que pese a tener en su curriculum deslices varios como Milo's Astro Lanes, Snocross, o Godzilla, puede que haya encontrado definitivamente una fórmula que no se quede a medias tintas...

Una fórmula que desde sus cimientos no aporta absolutamente nada al género. La idea consiste en escoger a uno de los dos protagonistas que tenemos al alcance desde los primeros compases en la partida, e ir altercando a diestro y siniestro por calles de las ciudades más famosas del mundo, haciendo piruetas y fanfarronerías hasta lograr una cantidad determinada de puntos. Como verás, estamos hablando de una mecánica a estas alturas un tanto manida, pero el juego de Ubi Soft, por alguna extraña razón, no está exento de detalles que nos han obligado a rendirnos ante sus encantos...

Prioritariamente porqué ofrece todo lo que promete. Vamos, que tras una breve introducción a base de dibujos en 2D, nos introduciremos en una trama absurda y sin sentido, en que nuestros amigos de fatigas han sido secuestrados por un enorme robot, al que posteriormente deberemos buscar de callejón en callejón dejándonos la piel en el asfalto. La única decepción en este aspecto ha sido que absolutamente todo el juego nos lo pasaremos entre "Half Pipes" sin tocar ni tan siquiera el tema de las carreras, mucho más trepidante si cabe, que los giros de 360º en el aire. Por lo demás, no parece Freestyle Scooter vaya mal encaminado...

Conjura perfectamente una estética de cómic americano con los atuendos más característicos del movimiento surfer y punk. De hecho, los pantalones caídos hasta las rodillas, cadenas, zapatillas desabrochadas y anchas por los cordones, e incluso, rodilleras para las quemaduras, se pasearán por tu monitor cada vez que estés dando vueltas en el aire.

Por otra parte, la calidad de los decorados, entre otras cosas acusada por la cantidad más que irrisorio de los mismos, oscurece en demasía lo que puediera haber sido un trabajo notable. Es una pena que estemos condenados a dar tumbos reiteradamente en un decorado bastante insulso en cuanto a detalles, con texturas repetitivas, y pocos atajos por descubrir que le den un toque de distinción. Ciertamente, desde la primera pista hasta la saciedad del resto, la que más nos ha gustado es la fortaleza aérea, situada a tropecientos metros del suelo, desde cuya visibilidad podrás presenciar ciudades enteras bajo tus pies.

Los movimientos si que han sido mucho más cuidados. Los combos son una auténtica pasada, los pasos para empujar el patinete poco menos que soberbios, y hasta los trompazos contra el suelo duelen por la brusquedad con que han sido reproducidos. Muy limitado por el planteamiento, pero resuelto de forma satisfactoria.

  m  ú  s  i  c  a

Bajo nombres tan poco presentes en la elite músical como Not Too Bad, Ex Number Five, Never Too Late, Sick Shift, Sloppy Meat Eaters o Theefoot, se esconden grupos ligados muy estrechamente con los aires alternativos que envuelven a Freestyle Scooter. De hecho, si cerraras los ojos y te inhibieras de la pantalla de presentación en la que se reza quien está actualmente sonando, no les distinguirías de otros más renombrados como Offpspring, Green Day, NOFX o Blink 182. Pese a que no le hubiera venido nada mal el contar con la garantía de los antes mencionados, siempre es agradable saber que, gratamente, hay más y mejores grupos esperando una oportunidad.

Por extensión, toda la partitura está impregnada de guitarras eléctricas, gritos, bajos muy contundentes, y una reproducción impresionante. Además, siempre que puedas podrás subirle el volumen e imponer su presencia ante los FX, que seguro, harás más de una vez...

  s  o  n  i  d  o   f  x

De lo más convincente que hemos escuchado en mucho tiempo. Cuando caes y te estampas contra cualquier tipo de superfície, la recreación de nuestro medio de transporte saliendo disparado y rebotando con el asfalto es simplemente impresionante. Al igual que el ronroneo constante de nuestras ruedas pisando piedras, sobre el acero para encarar las semi esferas, y hasta en las barandillas que cohabitan con el resto de mobiliario, son resueltos más que de forma plausible.

No obstante, la carencia absoluta de voces exceptuando un par de gritos cuando terminamos por los suelos, no terminan por redecorar a veces, un paraje algo desamparado de efectos.

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

Seguramente ya te has curtido en mil batallas a base de Tony Hawk o CoolBoarders, así que a primera vista, FS no tiene la pinta de variar mucho respecto a estos dos gigantes... y efectivamente, se confirma una vez hayas tenido la bondad de recorrerte todos los recovecos del primer parque.

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De todas formas, es de lo más reconfortante realizar un mar de piruetas y acumular puntos de una forma incontrolable hasta tener los suficientes como para acceder al siguente reto. Básicamente deberás tener constantemente la X pulsada para una vez soltada, saltar a más distáncia. Por lo demás, habrá que basarse en las funciones del triángulo para bordear una cornisa, los giros sobre tu propio patinete, o sobre ti mismo. Lo mejor de todo, es que pese a usar solo los cuatro botones frontales del pad, puedes llegar a efectuar un total de cuarenta y dos piruetas de muy distinta índole, dependiendo siempre, del momento en que hayas pulsado el botón. Para saber cuantas de estas filigranas has descubierto o has probado hasta el momento, una rápida incursión al menú de pausa será suficiente para tener ante ti una breve reseña de que combinación de botones deberá seguir para ejecutarlos.

Será fundamental, muchas veces, realizar con suma destreza todos los combos para que la barra de tiempo alternativo vaya acumulando enteros y dejar a tu disposicón, unos cuantos segundos que vienen a las mil maravillas para terminar de completar alguna de las fases. No obstante, hay algunas secciones que se han desprovisto de trabas, a las que puedes acceder siempre que quieras por su reducido tamaño y relizar todos los movimientos a tu antojo.

Por otra parte, el guión que deberás seguir para ir abriéndote paso a través de todas las pistas, será, aparte de alcanzar la cantidad de puntos necesaria, obtener todos los neumáticos que hay desperdigados que abrirán nuevas localizaciones y la posibilidad de recuperar a más de tus amigos. También hay un nivel en el que solo debes recopilar una veintena de estos objetos de color escarlata sin cometer ningún error y con el límite de un tiempo que ahoga al menor traspié.

Respecto a la durabilidad, la poca cantidad de pistas que hay, y aunque se hayan improvisado unas cuantas "trampas" que obligan al jugador a repasarse de cabo a rabo cualquiera de los parques, nunca sobrepasa la semana de vicio incontrolado delante de PS One. Además, ni la inclusión del modo para dos jugadores no simultáneos, ni el poder ir creando nuevas piruetas, conseguirán atraparte más tiempo del que te reporte acabar con el modo principal.

  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

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No tiene un mercado demasiado amplio que copar, pero hemos disfrutado como unos enanos martilleando el Dual Shock sin parar, corriendo de arriba a abajo en cada pista, y viendo como se desliza nuestro piloto en el aire durante unos instantes que se hacen eternos. De verdad que es muy divertido, restringido por el enfoque, pero con alicientes de sobras para pasartelo en grande durante varias semanas. Lamentablemente adolece de no contar con un modo para dos jugadores simultáneos, más variedad de pistas, o carreras a destajo con más pandilleros.

Creemos que con un poco más de trabajo hubiera sido una auténtica delicia, pero se ha quedado en un intento lejos de tener alguna posibilidad a destacar entre el copioso catálogo de PS One...

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