Ford - Land Rover Off Road
- PlataformaPC2
- GéneroConducción
- DesarrolladorEmpire Interactive
- Lanzamiento26/03/2008
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorEmpire Interactive
Arena en los zapatos
Ford y Land Rover unen sus fuerzas para dar a luz este Off Road, un hijo bastardo que pretende ser una asequible opción a bajo precio, pero no llega ni a eso. Uno de esos juegos que podría llamar la atención en la estantería, pero del que os recomendamos manteneros alejados.
No vamos a aburriros con una larga disertación acerca de los títulos que rellenan el mercado. Como conocedores del mundillo, todos hemos caído alguna vez en la tentación de hacernos con algo tan apetitoso en precio como este Off Road, y muy probablemente incluso lo hayamos consumado, llevándonos las manos a la cabeza al poco tiempo de instalarlo. Pero que nadie se lleve a equívoco: el mercado es así, a veces sale más rentable hacer algo como esto y esperar a que los incautos se lo lleven a sus casas.
Off Road es una de esas coletillas inconfundibles, pero para mal. Han habido tantas incursiones -nos remontamos a los tiempos de la Atary Lynx- en la saga que, con suerte, sólo un par se salvan de la criba, y esta no es una de ellas. Las marcas Ford y Land Rover han decidido prestar su imagen para hacer este juego supuestamente arcade sobre supuestos vehículos todoterreno, y básicamente se han desentendido para que Xplosiv hagan lo que quieran con ella.
Os vamos a hacer un favor ahorrándoos páginas para leer: no pienses en hacerte con este juego. Está tan desfasado en todos sus aspectos, está tan fuera de lugar; y lo que es peor, hay tantos títulos destacables por el mismo precio que es que elegir precisamente este no tiene sentido. Así que, dicho esto, metamos las manos en el fango para ver qué nos depara exactamente este Off Road.
Para empezar, los modelados de los coches tienen una estructura muy cuadriculada, y las texturas eluden el detalle en cada movimiento que hacemos. Movimientos que, además, no tienen ninguna animación remarcable: se limita al giro básico, no hay ni derrapes, ni choques, ni siquiera una cámara en la posición del piloto decente. El humo que sale cuando colisionamos es irrisorio, porque la chapa se mantiene intacta.
Luego tenemos los escenarios, que se dividen en hielo, desierto y agua. No hay que ver únicamente que la ambientación en ellos es sorprendentemente repetitiva, sino que su estructura no aporta ningún reto en absoluto. Normalmente, por lo general, se añaden circuitos para que las situaciones varíen. Aquí, por alguna razón -como, por ejemplo, la falta de originalidad- debería ser al contrario.
Por último, comentar el nefasto componente musical, poco ambiental, casi repetitivo, y el ruido de la maquinaria. En ocasiones sentiremos la imperiosa necesidad de apagar el estéreo, dada la nula variedad a estos efectos, y, de hecho, entre modelos la diferencia es nula. En definitiva, algo que no hace honor a las plataformas en las que corre.
El control es de lo más simplista. Sí, efectivamente hablamos de algo que no requiere de elaboradas combinaciones de botones, pero en la práctica parece que uno no sabe bien si realmente está tomando partido durante las carreras. Para más inri, los modelos de Land Rover y Ford no presentan diferencia alguna en su respuesta, lo que limita la elección a observar las barras de potencia de nuestro garaje.
Un garaje que, emulando a los grandes, pretende que vayamos comprando progresivamente el resto de coches. Pues bien, se ve que para ahorrarnos esfuerzos llenando el cerdito nos proporcionan un crédito absurdamente alto para que podamos adquirir todos los que están desbloqueados en un principio. El resto lo hace un no muy avanzado modo Torneo, que se compone de varias etapas donde tendremos que posicionarnos en lo más alto de la clasificación.
La IA enemiga es, directamente, absurda. Y cuando decimos absurda, nos referimos a la más absoluta falta de lógica. De repente podemos posicionarnos en el primer puesto sin haber pasado por un atajo de los que pueblan cada circuito -achacable a su vez a lo comentado anteriormente- y en cuestión de segundos se nos adelanta sin esfuerzo alguno para que podamos repetir el proceso. No existe inteligencia, sólo aleatoriedad. Y eso es frustrante.
Los extras y modos de juego tampoco son nada del otro mundo. La típica carrera rápida, el modo arcade donde podemos elegir pista y tipo de juego o el multijugador, que da bastante poco de sí. Los kits de reparación y demás añadidos son anecdóticos, ya que no provocan ningún escollo decente: con pasar sobre ellos el coche estará completamente arreglado, y los hay esparcidos a tutiplén.
Muy Malo
No tenemos paciencia ni para seguir mirando el resto de opciones para no salir más defraudados. No te lo compres, es un despropósito.