Solitarios en la red

El género de las aventuras gráficas pasa por una de las crisis más importantes de los últimos años. Compañías como Sierra o Lucas Arts se han subido al tren del progreso y han abandonado un género que les otorgó prestigio hace una década. Aunque las aventuras ya no son lo que eran, en la actualidad existen compañías que siguen apostando fuerte por las historias y los puzzles. Cryo es una de ellas y Fog…Seek the hidden truth es la prueba que lo demuestra.

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A primera vista, lo que más llama la atención es su planteamiento, una aventura gráfica cien por cien online ambientada en el año 1888 de la Inglaterra victoriana. Un departamento de detectives de Scotland Yard, los Crimestalkers, se dedica a resolver los casos de asesinatos que se suceden continuamente en la capital inglesa. El jugador tendrá que introducirse, con o sin ayuda, en los círculos de esta asociación y convertirse en el mejor detective de la época.

Sin duda, todas estas premisas son interesantes "a priori" para el jugador, pero una vez comience a cumplir con los requisitos que necesita para jugar el concepto de interesante irá perdiendo fuerza.

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Existen dos formas de hacerse con el juego: a través de la página www.fogmysteries.com o comprándose la caja con el CD e instalando el juego. No existen diferencias destacables entre una y otra, tan sólo en la velocidad y, según se mire, en el precio final. Si se decide comprar, el juego utilizará el CD Rom para imprimir más velocidad al movimiento y el jugador podrá resolver tres casos incluidos en el precio final. Si se quiere seguir jugando, habrá que comprar los denominados tokens o  casos en la página web. Ésta también es la segunda opción. El juego irá un poco más lento y habrá que adquirir tres casos por 12,13€. Hasta el momento hay un total de nueve casos disponibles, incluyendo la demo que es gratuita, y que desde aquí se recomienda jugar antes de comprar Fog por cualquiera de las dos vías.

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El primer problema llega a la hora de realizar el registro. Éste se hace a través de Internet en uno de los enlaces de la página principal. Después de rellenar unos datos personales, un apodo y una contraseña, el juego te pide la clave, que se encuentra en la caja del CD o, si se ha adquirido por Internet, en el correo electrónico enviado por la propia compañía. Fog…Seek the hidden truth apareció en el mercado en octubre del año pasado, pero hasta hace un mes la validación de la clave no funcionaba por un error del servidor. Cuatro meses es mucho tiempo si se ha pagado un precio para disfrutar del juego.

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Una vez superado este bache, cada vez que comience el juego pedirá un apodo y su correspondiente contraseña. La primera vez habrá que seleccionar un personaje y darle un nombre. Existen cuatro profesiones, científico, abogado, que son hombres, y periodista y médium, que son mujeres. Los nombres no se pueden escoger libremente, hay una lista restringida de nombres y apellidos de estilo victoriano. Sin embargo, sí se puede cambiar el aspecto de los personajes, aunque también con patrones establecidos.

Tras esto, el personaje entra en lo que el juego denomina Club. Y aquí viene el segundo inconveniente. El tiempo de espera puede oscilar entre los dos minutos y los cinco, dependiendo de la conexión. Con ADSL ha llegado a sobrepasar, en ocasiones, los cinco minutos. El Club es la antesala del juego. Desde aquí se puede acceder a la clasificación global de los investigadores, haciendo clic en un mueble lleno de trofeos, leer un periódico o entrar en los salones privados, donde se reúnen los detectives y de los que no se ha podido comprobar su eficacia porque en este juego online nunca hay nadie. Tercer inconveniente.

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Lo más útil del club es la Sala de los Stalkers, que en realidad es un recoveco de la sala principal. Aquí hay dos herramientas útiles para la resolución de los casos. Un mapa de Londres desde el que se accederá a los interrogatorios de posibles testigos y a lugares donde el jugador podrá documentarse, y un mapa del mundo que sirve para interrogar a testigos que vivan fuera de Inglaterra. Cada caso está representado por un cuadro. Los cuadros que resaltan son los casos a los que se puede acceder. Si pinchamos en uno aparecerá la pantalla de investigación. En esta pantalla hay una descripción general del caso, a veces demasiado densa para empezar, una lista de los servidores del juego, otra de la clasificación de los jugadores, un botón para acceder al cuestionario de resolución del caso y dos más para comprar o conectarse al servidor y para volver al club.

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Solucionado este paso, cuarto inconveniente. Otros cinco minutos de tiempo de carga y, por fin, comienza el juego. No deja de resultar sorprendente que siendo un juego online la soledad sea su característica más importante. Los tres primeros casos se parecen demasiado. No ya en su argumento, personas importantes de la Inglaterra victoriana asesinadas o desaparecidas, sino en su dinámica. La mayoría de los objetos con los que se puede interactuar son los mismos en todos los casos y, lo que es aún peor, sirven para lo mismo. Si se soluciona el primer caso, el resto son pan comido.

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Quinto inconveniente, el píxel maldito o la maldición del píxel. Resulta frustrante para el jugador tener que señalar el lugar justo para abrir una puerta o un cajón, aunque a veces sea aleatorio. Se puede pasar de una estancia a otra haciendo clic desde la distancia y, sin embargo, no se puede abrir un cajón si no pinchamos justo en el tirador.

Todos los casos se desarrollan en estancias cerradas, generalmente mansiones, con numerosas habitaciones. La dinámica del juego consiste en mirar, manipular y coger todo lo que se pueda. Coger un objeto no significa que sólo tú lo tengas. Se supone que otros jugadores también pueden estar en ese caso y pueden asimismo investigar. Eso sí, ellos no saben qué objetos tiene el resto.

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Sin embargo, estas acciones no serán determinantes a la hora de solucionar el caso, de hecho, nada lo es. Si se quiere resolver hay que confiar en la lógica del jugador. Los puzzles son muy sencillos, gran parte de ellos consisten en abrir puertas y buscar cartas, periódicos o papeles que desvelan parte de la trama. La opción de los interrogatorios, el único contacto con otros personajes, es insuficiente a todas luces. Sólo hay que señalar un nombre y el interrogado responderá lo que le parezca. Si se considera que se ha resuelto el caso, hay que volver a la pantalla de investigación y rellenar el cuestionario. Cuatro preguntas sobre el caso que sólo podrán responderse una vez. El jugador sabrá si ha acertado mirando la lista de ganadores pero no recibirá una explicación. Ahí termina todo.

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No todo es tan negativo en Fog…Seek the hidden truth. La ambientación de la época victoriana en todos los escenarios es digna de admiración. Cada uno de los elementos que aparecen son de la época, desde el aspecto y los trajes de los personajes, hasta la decoración. Sobre todo, llaman la atención los cuadros que decoran las estancias. Copias muy bien logradas de obras de Velázquez y Miguel Ángel, por ejemplo.

Otro punto positivo es la visión por defecto en tercera persona. Cryo ha sorprendido en este aspecto. También puede cambiarse a primera persona, imprescindible para resolver muchos de los puzzles. Sin embargo, este cambio de tercera a primera persona también acarrea problemas por su difícil manejo, la cámara a veces se vuelve loca y resulta complicado "apuntar" hacia el sitio al que se quiere mirar.

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Fog es un juego en tres dimensiones con unos gráficos correctos, siempre y cuando se carguen completos, pero que no hace uso del juego de sombras en ningún momento. Es más, si el personaje se encuentra en un suelo de color claro, la cruz encargada de delimitar su posición en el suelo puede verse claramente, un fallo que llama mucho la atención. Otro error importante se produce en un pasillo largo donde hay varias habitaciones. En su mitad se puede ver claramente la línea que une las dos partes y el personaje, llegado a ese punto, se da media vuelta y no continúa.

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Por último, hay que destacar la traducción irregular del juego. Así como la página web y el primer caso están traducidos correctamente, no ocurre lo mismo con las otras dos misiones. Una de ellas tiene la introducción en inglés y el resto en francés y la otra sigue con la introducción en inglés.

Audio y video

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Estos dos aspectos han sido muy cuidados en el juego. Las melodías, música clásica de misterio que recuerda a series de televisión de los ochenta, aparecen siempre que el personaje ha dado en el clavo y al comienzo de cada caso.

Los efectos de sonido también son fieles a la realidad y acordes con las acciones. Son numerosos, desde las pisadas del personaje hasta sonido de cajones, de puertas y de armarios. La lástima es que el juego no permita que se luzcan.

Guión

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Sin duda, lo mejor del juego. El planteamiento es muy original. El jugador encarnará a un investigador del Club Crimestalkers, filial de Scotland Yard, y su misión será la resolución de casos escabrosos que la policía no quiere investigar.

Todos tienen detrás una documentación de la época victoriana que puede mantener al jugador pegado a la pantalla horas… si le gusta la época victoriana. Los móviles y la dinámica de los asesinatos son de sobresaliente.

Jugabilidad

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El manejo del juego es sencillo. El personaje se moverá con las teclas de dirección arriba, derecha e izquierda. Para interactuar con los objetos se utiliza el botón derecho del ratón. Las acciones son mirar, representada por un ojo, manipular, una mano abierta, coger, una mano cerrada y una última que es individual en cada profesión. Ésta viene representada por objetos como una lupa, una pipeta o un péndulo y son prácticamente inútiles porque no dan ninguna pista al jugador.

El inventario se encuentra en la parte inferior de la pantalla. Cada objeto estará en un casillero. A la derecha hay unas flechas para mover la cámara automáticamente y, a la izquierda, están la opción de primera persona, representada por un ojo dentro de un frasco, y la de agacharse, simbolizada con unos intestinos dentro de un frasco. Otro punto de originalidad.

Por último, tenemos el cuadro para hablar con otros jugadores. En él aparecen, en francés, los movimientos del jugador cuando entra y sale de los escenarios y también los destinos de los otros jugadores, siempre y cuando estén en la misma sala. Escribiendo o utilizando los comodines de conversación del manual se pueden mantener conversaciones con otros compañeros. Lástima que nunca haya nadie.

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Estrategia y trucos

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Fog es un juego bastante fácil. Como consejo general, lo de siempre en todas las aventuras gráficas: mirar, coger y manipular todo. Siempre pinchar en el punto justo para evitar frustraciones y, si se da el caso, buscar aliados que ayuden a resolver los casos.

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Comparándolo con…

Otras aventuras gráficas de detectives de época. Sherlock Holmes y El caso del escalpelo mellado y Sherlock Holmes y El caso de la rosa tatuada. Ambas son clásicas y ambas superan a Fog en todos sus aspectos. Quizá, por su antigüedad, no tengan unos gráficos tan bien logrados, pero su diversión supera con creces a la de este juego. Y lo más importante, en las aventuras de Sherlock Holmes siempre tenemos al Doctor Watson de compañero, aunque sea sólo virtual.

La concepción original del juego. La ambientación de la época victoriana. Los cuadros de Velázquez. La visión en primera y tercera persona.

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