Bugbear nos entrega en bandeja la segunda entrega de lo que ellos califican como 'carreras arcade de acción y destrucción'. La primera entrega ya dejó entrever que estos chicos tenían un gran potencial, y después de su estreno en esta saga, la segunda parte viene plagada de mejoras y nuevas opciones de entretenimiento destructivo.
La mecánica del juego es muy simple, y es llegar a la meta en primera posición. Unas veces nos tendremos que conformar con llegar a la meta, y en otras ocasiones no, ya que nuestro vehículo puede quedar siniestro total en el transcurso de dicha carrera. Aquí vale todo, desde cerrar al contrario a embestirle, utilizar el nitro para quitarle las pegatinas, tomar atajos o ir al rebufo. Lo importante es terminar el primero y así ganar mas dinero para invertir en mejoras para nuestro coche, o directamente comprar uno de categoría superior.
Lo más impactante del juego es nuestro conductor, que cuenta con la posibilidad de salir por el parabrisas ante los impactos de violencia considerable, y es bastante divertido ver cómo nuestro piloto sale despedido por la luna delantera, si es que la conservamos, y ver cómo recorre decenas de metros en lanzamiento libre. Aprovechando dichas físicas, también existen exhibiciones de lanzamiento de muñecos de trapo, a modo de minijuegos, que son muy adictivos y graciosos.
Gráficos El apartado gráfico del juego es uno de los que más nos ha llamado la atención dentro de la redacción. La sensación de velocidad esta perfectamente recreada, aunque al principio, con los coches menos potentes, no se puede apreciar en todo su esplendor, pero a medida que vamos mejorando nuestros vehículos y vamos adquiriendo otros más potentes y veloces, es cuando de verdad se aprecia lo realmente rápido y fluido que va el juego.
El motor gráfico es una delicia, y en ningún momento hemos encontrado ralentización alguna. Incluso en las salidas en las que se muestran todos los coches a la vez, o en escenas de colisiones en las que se encuentran implicados varios vehículos, en ningún momento se aprecia ni el más mínimo tiro ni caída de tasa de imágenes por segundo.
La cantidad de polígonos que es capaz de manejar el juego es enorme. En cada carrera participan hasta ocho coches a la vez, y los circuitos son mucho más complejos que antes. Ahora podemos encontrar en los trazados diferentes caminos y atajos, con muchas variantes en cada circuito lo que hace que la carrera sea mucho más entretenida y dinámica. Los objetos del entorno participan activamente en las carreras, y salvo algunos edificios de considerable tamaño y postes de estructuras muy grandes, todo lo demás se puede destrozar y llevárselo por delante.
Y lo que es mejor, que estos objetos no desaparecen, sino que se mueven o los arrastramos a lo largo del circuito al igual que ocurre con las piezas de nuestro coche y de los participantes del resto de la carrera. Más detalles interesantes son el humo, la tierra y los efectos de partículas que van apareciendo a nuestro paso. En determinadas colisiones, el humo y el polvo son tales que no nos quedará otro remedio que adentrarnos en el lio a la buena del señor, y que sea lo que dios quiera, ya que visualmente no podremos ver nada.
Las diferencias entre versiones no son muy destacables, pero como es natural la menos beneficiada es la versión para PS2. Podemos encontrar una mayor fluidez de juego y detalles gráficos en Xbox, para llegar a la cumbre en la versión de PC, ya que podemos ejecutar el juego a una mayor resolución, y con texturas de mayor calidad. El PC necesario para hacerlo correr no tiene que ser precisamente muy potente, ya que con uno de gama media podemos hacer correr este FlatOut 2 de manera más que respetable.
Música La banda sonora del juego está compuesta por artistas conocidos del mundo del rock. Sin ir más lejos, al escuchar la música del juego, esta nos ha recordado mucho a la de las últimas versiones de Burnout en cuanto a los temas elegidos, que en algunas ocasiones son los mismos que en el juego de EA.
Fuera de comparaciones, la música le viene como anillo al dedo. Ante las frenéticas carreras, y el alto índice de 'constant tensión' que sufrimos durante el desarrollo de las mismas, una banda sonora de este calibre, que pone el ápice al juego, para una inmersión en la carrera aun más profunda.
Sonido FX El apartado de efectos sonoros de FlatOut 2 cumple a la perfección con su trabajo. Los motores de nuestros rivales suenan a las mil maravillas, y el nuestro propio también. Todos los sonidos del entorno están perfectamente recreados, como los ecos al pasar por los túneles, o las reverberaciones del estadio en el que disputaremos las carreras de exhibición. Si además de todo esto contamos con un equipo a la altura de Dolby Digital, en caso de Xbox, o una tarjeta de PC con efectos de sonido envolvente, pues lo disfrutaremos aun más. En cambio los usuarios de PS2 tendrán que conformarse con un discreto sonido estereofónico.
Jugabilidad El control de los vehículos esta muy bien conseguido, y es muy difícil llevar el coche por el trazado que nosotros elijamos, como puede ocurrir en la realidad si viajamos a casi doscientos kilómetros por hora sobre un trazado de tierra y piedras. Tampoco hay dos carreras iguales, y en una podemos terminar primeros como en la siguiente octavos, ya que la suerte también puede influir en nuestra posición en el podio, y sobretodo en la ultima vuelta si cometemos algunos errores muy graves, pues no tendremos tiempo para recuperar el tiempo perdido y entraremos en meta en posiciones muy lejanas al primer puesto.
El juego cuenta con una gran variedad de modos de juego, como puede ser el modo carrera o el arcade, para echar una partida fácil y rápida, pero también cuenta con los tradicionales minijuegos del muñeco de trapo o los derbys de destrucción. Ahora podemos lanzar a nuestro pelele conductor para batir los records más variopintos, como saltos de longitud o altura, jugar a los bolos, al fútbol o al baloncesto acertando y lanzando a nuestro conductor de la manera mas precisa posible.
Los conductores y nuestros rivales en la pista ahora cuentan como novedad con un cierto glamour y personalidad propia. Podemos observar sus biografías y aprender de sus estilos de conducción, para mantenerlos al margen e las carreras. Los vehículos no cuentan con licencias de fabricantes oficiales, pero eso no es impedimento para elegir el coche que mas nos gusta, ya que podemos escoger entre treinta y cuatro vehículos repartidos en tres categorías diferentes, cada uno con sus mejoras y extras de rendimiento.
Las pistas ahora cuentas con varios entornos diferentes, todo ellos basados en escenarios Americanos. Podemos encontrarnos carreras entre bosques, campos de maíz, desiertos y grandes ciudades entre muchos otros, todo ellos con varias alternativas de atajos para elegir, y con trampas y caminos ocultos.