Corre, corre, que te pillo.

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Es hora de irse poniendo en forma para las próximas olimpiadas, y para quienes no tengan ganas de ponerse a sudar la gota gorda, siempre pueden decantarse por este título patrocinado por la marca Fila. Un machaca botones como los de antes en una consola de las de ahora.

Los juegos de atletismo no han cambiado mucho con los años. Desde tiempos prehistóricos la base ha sido pulsar dos botones lo más rápidamente posible para mover las piernas del atleta, y llegar a la meta antes que los demás. Así ha sido siempre, y así vuelve a ser ahora.

En realidad los juegos de atletismo nacieron hace muchos años, pero uno de los que más se recuerdan es el mítico Track and Field. Este juego desarrollado por Konami, llegaba a conseguir una jugabilidad perfecta, tanto por el sistema de juego, como por lo compensada que estaba la dificultad. Pero no solo de correr vivía el atleta.

Por lo general se recurría a varias pruebas, de varias especialidades. Así pues, había los 100 metros lisos, pero también los 110 vallas, salto de altura o de longitud... y en cada uno de ellos, además de correr, había que pulsar otros botones para conseguir que los movimientos del personaje fueran sincronizados y superaran la prueba.

En esta ocasión se ha escogido la prueba del Decatlón, al igual que el antiguo juego de U.S. Gold, distribuido por Erbe en los años 80. El Decatlón es una prueba que se divide a su vez en 10 pruebas diferentes (de ahí su nombre), muy variadas entre sí. Las diferentes modalidades son:

Todas y cada una de ellas tienen una manera de ejecutarse que las hace diferentes a las demás. De este modo, no será lo mismo correr en 100 metros lisos, que hacerlo en 400 o en 1500. La manera de jugar es diferente en todas, y al principio cuesta aprender a dominar todas las pruebas.

En principio el juego se hace bastante divertido, ya que todas las pruebas tienen su técnica, ya que no se basan solamente en pulsar dos botones deprisa. Hay que tener buena coordinación y rapidez a la hora de pulsar los botones de dirección para que el atleta salte, se agache o se incline hacia algún lado. De esa manera se irán superando las diferentes fases.

Sin embargo, cuando el tiempo pasa y se le coge el truco a todas las pruebas, el juego se vuelve un tanto aburrido. En ese momento el único aliciente es batir los propios récords, pero ciertamente no es un aliciente que invite a rejugar el cartucho muchas veces.

En cualquier caso, ése es el lastre con el que tienen que cargar todos los videojuegos de atletismo. Se podrían haber incluido más pruebas, pero ya no sería el Decatlón. Se le podría haber incluido un modo historia en el que se fuera ascendiendo hasta llegar a las olimpiadas, pero no se ha hecho. El juego es bueno, es divertido... pero no ofrece nada nuevo.

 g r á f i c o s

El apartado gráfico es bastante bueno para la consola que lo soporta. Los personajes son sprites, pero aun así están muy bien definidos, y se mueven con una soltura que a veces hace pensar que fueran polígonos. Sin embargo, este movimiento tan suave tiene su truco, pues el al estar el movimiento prefijado, el atleta siempre se moverá del mismo modo y por el mismo sitio. Al final, esto se traduce en un progresivo aburrimiento al ver una y otra vez los mismos movimientos.

Los fondos pasan totalmente desapercibidos. Son los típicos que uno esperaría ver en un gran estadio, pero son totalmente planos e inanimados. Al menos tienen un poco de colorido, pero no pasan de ahí. El resto de los objetos móviles (léase jueces), tienen, al igual que los atletas, una suavidad realmente pasmosa... al menos la primera vez. De todos modos, ver moverse a uno de estos individuos no es algo que resulte emocionante, ni siquiera en la vida real.

Por último también hay objetos secundarios que se mueven al compás del atleta, como son todos aquellos artilugios que tiene que lanzar (peso, jabalina, disco), o que son susceptibles de moverse a su paso (las barras de los saltos de altura y pértiga). Estos objetos también tienen varias posiciones y varias maneras de reaccionar, con lo que le dan un poco de gracia al asunto, aunque no como para tirar cohetes.

En general un apartado que por un lado da una de cal y otra de arena. De todos modos no hay que olvidar el genero al que pertenece este juego, ya que en el atletismo, poco más se puede ofrecer.

 s o n i d o

El apartado musical del juego se limita a unas bonitas pero escasas músicas que acompañan los menús. La principal recuerda mucho a la famosa banda sonora de la película "Carros de fuego", y se puede oír al encender la consola. Durante el resto del mismo, otras musiquillas muy acordes con el tema deportivo adornarán la presencia de los mencionados menús.

Los efectos de sonido tampoco son muy variados, pero se reconoce el mérito de haber incluido un comentarista que irá diciendo el nombre de las pruebas, dando la salida, y cantando las marcas conseguidas. Además, está el sonido del público, que animará a los atletas, el sonido de los disparos cuando haya que correr, o algunos sonidos más para representar algunas acciones, como los lanzamientos, o los saltos.

 j u g a b i l i d a d

La jugabilidad de este cartucho está muy ajustada, y llegar a dominar las pruebas es algo que suele llevar bastante tiempo, sobre todo las más complicadas. Para ello, el juego tiene un modo entrenamiento, donde se puede practicar hasta hartarse, o donde se puede presenciar el tutorial, en perfecto castellano.

La opción del tutorial es a todas luces, obligatoria. Algunas pruebas son tan complicadas de realizar, que es casi imposible deducir los movimientos a base del método de ensayo y error. Lo mejor es aprender del propio juego y a la vez disfrutar mejorando las marcas. Al principio es muy divertido el simple hecho de practicar, aunque algunas, como el salto con pértiga, puede llegar a desesperar.

Cuando se le tiene cogido el truco a todas las pruebas, es el momento de ir al modo principal del juego: el Decatlón. Ahí habrá que realizar las 10 pruebas de manera consecutiva, aunque el juego permite guardar la partida entre las pruebas. Algunas pruebas son más complicadas que otras, y algunas gustarán más que otras, pero todas ellas darán unos puntos en función de la marca conseguida. Al final de las 10 pruebas, el que tenga más puntos gana.

Cuando al final se dominan todas las pruebas, el juego empieza a decaer. Los propios récords se vuelven tan difíciles de batir que se pierde la gracia de jugar y termina en el olvido. Esto aun tarda un poco en ocurrir, pero es inevitable que suceda. Por último hay un modo para jugar a dobles y alargar así un poco más la vida del cartucho, pero tampoco lo hace en demasía.

Machacar botones siempre ha sido sinónimo de diversión rápida, pero a corto plazo. Nuevamente queda demostrado que las ideas solo son buenas en el marco para el que son pensadas. Si lo que se busca es masacrar los botones A y B sin piedad y pasarlo bien un rato rápido, este es un juego muy bueno. En el resto de los aspectos, sale un poco peor parado.

 c o n c l u s i ó n

Este título esta sólo destinado a quienes busquen expresamente un juego de atletismo. Quienes ya sepan lo que van a encontrar y eso sea justo lo que quieran. Y es que dentro de su género, el juego está muy bien, sobre todo en la diversión que esconde; aunque también es verdad que podría tener más variedad de pruebas, incluso si por ello le tuvieran que cambiar el nombre. Quienes nunca hayan jugado con un título de atletismo es mejor que antes de hacerse con él lo prueben para saber si es les gusta o no.

 l o   m e j o r

 l o   p e o r