Una idea grande, un juego pequeño

Fields of Fire nos ofrece la oportunidad de participar en la lucha que tuvo lugar en 1757 entre ingleses y franceses por el control de una región ubicada en lo que ahora es la frontera oriental entre Estados Unidos y Canadá. Seremos el líder de un grupo que nosotros mismos podremos elegir y al que deberemos guiar en una serie de misiones (como operativo inglés tendremos más de 17 misiones que cumplir y del lado francés nos espera toda una serie de misiones diversas), en las que tendremos que hacer frente a los muchos obstáculos que el enemigo interpondrá en tu camino.

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Comenzaremos por decidir el bando en el que deseamos jugar, en el francés o en el inglés, y después seleccionaremos el personaje con el que vamos a jugar, de entre los más de 40 que hay para elegir: soldados ingleses, franceses, Rangers de las colonias británicas, Hurones, Abenakis, colonos... Después nos dirigiremos a la Oficina del Comandante en jefe del fuerte que nos corresponda y recibiremos la información de la misión que debemos cumplir. Desde allí iremos al Pabellón de recreo y seleccionaremos a aquellos que van a acompañarnos y a realizar con nosotros la misión. A partir de aquí nosotros seremos los responsables del éxito o fracaso de nuestra misión.

El juego es entretenido pues muestra una mezcla de estilos; aparte de la estrategia que deberemos seguir para poder derrotar al enemigo tenemos montones de personajes (hay 15 en total) con diferentes habilidades de esta manera unos podrán nadar, otros usar el catalejo para ver al enemigo de lejos, otros dominarán los lobos para que ataquen a los enemigos, etc. Además también podremos comerciar, ya que si cazamos algún animal, luego podremos vender sus pieles en una tienda, y comprar utensilios que nos ayuden en nuestra misión.

Debido a bastantes fallos técnicos que inciden en la jugabilidad y a la pobre calidad gráfica que presenta, el juego pierde mucho. La idea es muy buena, con una genial mezcla de estilos, pero el resultado es un juego que cansa en poco tiempo. Es sin duda un título para fans incondicionales del género que hartos de todos los clásicos quieran probar algo nuevo.

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En cuanto a los gráficos, tenemos dos versiones: una de 16 bits y otra de 8 bits (256 colores). Esta última versión necesita una menor memoria de tarjeta de vídeo y está enfocada para todos aquellos que poseen un ordenador menos potente o antiguo. La diferencia gráfica es bastante evidente. Si con 16 bits es normalito, al jugar con 256 colores recordaremos los maravillosos tiempos de la NES y la Master System.

Durante el juego, recorreremos los extensos mapas, donde encontraremos animales de todo tipo, arboles, rocas, arenas movedizas, lava, y enemigos, e iremos descubriendo las zonas ocultas por la típica "niebla de guerra" que tienen todos los juegos de estrategia. Si queremos ver mas de cerca la acción, tendremos 2 niveles de zoom, y si acercamos la cámara al máximo veremos los pixels en todo su esplendor.

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Esto se produce por fallos técnicos de IA, donde podremos sufrir viendo los torpes movimientos de nuestros personajes (se chocan con los objetos, retroceden,...) o fallos del interfaz donde el mapa nos hace poco caso cuando queremos movernos por él (al mover el ratón e intentar desplazarnos hacia cualquier zona).

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Para jugar de una forma suave, y ya que el Windows devora los recursos del sistema de una forma incomprensible, sería mejor disponer de 32Mb de RAM (cuanta más mejor). Si tenemos suficiente espacio en el disco duro, podremos optar por la instalación máxima que requiere cerca de 540 Mb, para que los tiempos de carga de los escenarios y los vídeos sean mucho menores. También, si queremos ver los escenarios con mayor nitidez, y ya que el juego se adapta a nuestra resolución del escritorio, sería mejor disponer de una tarjeta con 2Mb o más.