Fading Shadows
Marble Madness se vuelve puzzle
El gran juego de los años ochenta ha creado una legión de sucedáneos. Fading Shadows es un alumno aventajado que combina puzzles, historia y parte de la acción que en su día hicieron de Marble Madness un éxito de los arcades.
Una de las premisas de la PSP y de todas las consolas portátiles en general es proporcionar diversión directa, de las de ejecutar partidas de cinco minutos en el autobús o en el metro o en el salón de casa. "Fading shadows" es una buena muestra de ello: escenarios pequeños, jugabilidad directa y mecánica muy sencilla.
En "Fading shadows" controlamos una bola de cristal a través de la cruceta. Hay que llevar la bola de un punto a otro salvando obstáculos como escaleras, agua o fuego. Para mover la bola disponemos de un mecanismo de arrastre, un haz de luz que se ensancha o se estrecha a voluntad variando así el comportamiento de la bola.
Fading Shadows (Sony PSP) |
Incidiendo este haz sobre su superficie podremos guiar la bola, hacer que salte, que evite caer al agua o que caiga en ella. También podremos transformar su composición, siendo a veces más útil que el cristal se vuelva madera o hierro (para superar fuego, agua o electricidad).
Fading Shadows (Sony PSP) |
Un planteamiento sencillo que propone 40 mapas diferentes a superar, los primeros son muy sencillos y el resto ganan progresivamente en dificultad. Cuenta además con el aliciente de recuperar unas piezas desperdigadas por los mapas que una vez obtenidas son canjeadas por porciones de ilustraciones. No es muy relevante obtenerlas, puesto que sólo hay 3 imágenes, pero sirven para superar con mejor nota cada uno de los puzzles.
Fading Shadows (Sony PSP) |
Conclusión
Fading Shadows (Sony PSP) |
Un producto correcto válido para partidas muy cortas. Tiene a su favor que es divertido y en su contra que 40 niveles acaban resultando pocos. Gráficamente cumple sobradamete, no se le puede pedir más a un juego fácil en su planteamiento y en su ejecución.
Fading Shadows (Sony PSP) |
"Fading Shadows" es un juego totalmente apto para todos los públicos, inofensivo para los niños y de cierta destreza para ser superado, independientemente de la edad. Obliga a pensar un poquito en algunas situaciones, pero nunca presenta un escollo imposible de superar, hace falta más bien recordar que la bola puede cambiar su composición y que el haz la maneja de una forma o de otra en función de su grosor.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.