FaceBreaker K.O Party
Caricatura del buen boxeo
Junto a las versiones de Xbox 360 y PlayStation 3, los personajes de FaceBreaker llegan dispuestos a partirlo todo también en Wii. Pero este combate va a ser una paliza en su contra, pues en la plataforma de Nintendo tampoco han estado a la altura de las expectativas, aunque sí algo mejor que en sus versiones en alta definición. Puñetazos a golpe de Wiimote y Nunchuk, en torneos arcade para hasta 4 jugadores.
Primero nos presentaron a Romeo, el boxeador español-latino que aparecería en un interesante proyecto a cargo de EA Sports Freestyle, antes EA Big. Él fue la primera cara visible de FaceBreaker, tanto, que algunos hasta llegaron a pensar que sería el protagonista de aquel prometedor juego de boxeo, exclusivo de PS3, Xbox 360 y Wii. Con sus tres versiones en la calle las ilusiones de obtener con él boxeo arcade de calidad se han disipado, y, pese a que su adaptación a Wii ha sido la más correcta, resulta un título mediocre y poco apto para los que busquen algo más que diversión rápida que dure sólo durante las primeras 8 partidas.
Como digo, FaceBraker nace como juego de boxeo arcade, es decir, sin simulación realista, sencillo en su manejo y mecánica y apto para todo el mundo. Pero cuidado, ya hemos visto que a veces esta sencillez "casual" pasa excesiva factura, aunque también hemos visto grandes obras jugables con la sencillez como clave. El juego que nos concierne es más bien del primer grupo, su sistema de control simple e intuitivo lo deja K. O. frente al resto de propuestas de lucha para Wii, al igual que le ha pasado en el resto de máquinas.
No decimos que el trabajo de EA Sports Freestyle haya sido malo, no. Simplemente que se debería haber profundizado más en la jugabilidad, y no que encontraremos unos escasos 5 golpes durante todas las partidas y a manos de todo el elenco de luchadores, poco diferenciados entre sí a la hora de subir al ring y moverse. La poca variedad jugable se una a unas escuetas posibilidades o modos de juego, habiéndose eliminado las opciones online con respecto al resto de versiones. A cambio, y de ahí su subtítulo de "KO Party" encontramos un modo Fiesta para hasta 4 jugadores, que introduce un poco de locura en estos insusos rings de boxeo simplón.
La plantilla de los tópicos
Junto al mencionado Romeo, otros 11 personajes formarán el plantel en el que podremos elegir al nuestro. Cada uno responde a una nacionalidad y estilo o temática. Tenemos al neoyorquino rapero, al británico pastillero, al torero salsero español, a la japonesa con costplay, al forzudo ruso o al esquimal rudo y frío, entre otros. Son personalidades o perfiles muchas veces vistos en cientos de juegos, tópicos internacionales y formas de actuación predecibles y humorísticas, que dan a cada luchador una personalidad propia y un estilo de lucha más lento y potente, o rápido aunque de fuerza media, como siempre en los juegos de lucha.
Los nombres y la tipografía con que éstos se presentan responderán a estas estéticas, así como los colores de sus calzones y guantes, sus peinados, musculación, canciones propias... El modo para un jugador apenas tiene historia y sólo nos contará que ha habido diferentes torneos que tendremos que ganar. El resto de modos son todos multijugador, apenas se diferencian entre sí y no servirán para desbloquear nuevos escenarios, luchadores o ropas, como sí hace el primeramente comentado, que no es demasiado largo pero que tendremos que repetir varias veces si queremos obtener todo el material desbloquable.
Brillo en los pectorales
El FaceBraker de Wii presenta un acabado gráfico sensacional. No se diferencia tanto como cabría esperarse del resto de versiones mayores y su texturizado, poligonado e impacto de las luces merecen una valoración positiva. Los personajes brillan como auténticos luchadores de boxeo, algo que se refleja especialmente en escenarios con focos, luces de colores o en movimiento, ya que está muy trabajado este aspecto. Sin llegar a sorprender, su aspecto de caricatura "cartoon" que tan buenos resultados dio en juegos como Team Fortress 2 sigue luciendo estupendamente, algo que se refuerza por la gesticulación extrema de las caras y sin embargo no brilla en los escenarios, que, aunque variados, presentan un acabado simplón.
Muecas, deformaciones, pómulos resaltados, narices aguileñas que se mueven, bocas inmensas, flequillos... cualquier elemento caricaturesco que se pueda imaginar se utiliza a la hora de mostrarnos cómo se las gastan nuestros personajes. Las animaciones faciales y del resto del cuerpo son deslumbrantes, siendo casi lo mejor del juego gracias a las deformaciones que sufrirán las caras a medida que avance el combate. Los diseños de los personajes están detallados y redondeados, lo que, unido al colorido y brillo, hace que el juego llegue a impactar visualmente.
Las músicas son variadas e informales, típicas de los juegos de esta subdivisión de EA Sports. Desde rock hasta reggaeton pasando por country, J-Pop o Hip-Hop. Todo tiene cabida y encontraremos temas famosos que no queremos desvelar aún. Los efectos de sonido funcionan adecuadamente, sonando distintos según los golpes y efectos en el contrincante. En el altavoz del Wiimote sonará el latir del corazón de nuestro personaje, que irá ganando velocidad a medida que descienda nuestra barra de vida. Algunas divertidas frases y gemidos amenizarán los enfrentamientos y vídeos.
Uno contra uno, y otro contra otro.
La experiencia jugable de FaceBreaker nos deja exclusivamente combates de boxeo de uno contra uno. Hay modos para hasta 4 jugadores pero siempre tendrán que repartirse por turnos y en ningún momento estarán los 4 jugando simultáneamente. La fiesta consiste en hacer equipos, jugar bajo condiciones varias u organizar torneos. Además, el modo Arcade puede ser compartido con otro jugador, lo que le da un poco más de vidilla a estos no demasiado interesantes modos. Lo explicamos.
El modo central de KO Party se basa en una máquina que selecciona a dos contrincante aleatoriamente y los coloca en un ring bajo situaciones extremas, raras, con obstáculos, mecánicas distintas... Son una especie de minijuegos pero siempre haciendo lo mismo, boxear. Tendremos un modo tipo "Pasa la bomba", otro en el que determinadas secciones del suelo van haciéndonos daño, otro en el que para restar vida a nuestro rival tendremos que darle un golpe mayor que el anteriormente recibido, otro en el que sólo los especiales restarán vida, etc. La mecánica es siempre la misma, pero cambian los elementos externos que pueden modificar la propia jugabilidad u objetivos.
Golpes agitados
Llegamos al manejo de FaceBraker en Wii, la otra gran diferencia con respecto a PS3 y 360. El nunchaco mueve la mano izquierda del personaje en pantalla y el Wiimote la derecha, algo así como lo que nos proponía WiiSports hace un par de años, sólo que simplificado y con peor reconocimiento. Sí, como he dicho, peor. Basta con agitar levemente uno de los dos periféricos para que nuestro luchador mueva ese brazo, pero no podremos hacerlo muy rápido, si no la consola no interpretará bien nuestras acciones. Sólo hay un puñetazo, así que da igual qué movimiento hagamos con nuestro brazo en la realidad, el juego siempre interpretará que se ha movido el mando, ya está.
Bajo esta premisa básica, el resto de acciones parten de aquí. Con el stick analógico moveremos al personaje por el ring, con el gatillo B nos agacharemos (pudiendo pegar golpes bajos), con Z nos cubriremos, y con A daremos los fatalitys finales. Estos bruscos golpes se obtienen tras rellenar los distintos niveles del medidor de combo, por lo que si nos pegan, se volverá a vaciar. Hay cuatro niveles, amarillo, naranja, verde y rojo, de potencia ascendente. Una vez que hayamos dado una buena dosis de golpes a nuestro adversario, podremos pulsar A y mover el mando para hacer un FaceBreaker.
Será entonces cuando presenciemos un vídeo espectacular en el que un luchador lanza por los aires al otro y le propina un par de golpes más. En ocasiones, durante estos vídeos la cámara se pondrá lenta y podremos terminar de una vez por todas con el contrincante si actuamos a tiempo. Un haz de luz saldrá de nuestros guantes cuando carguemos los golpes, que se hace inclinando uno de los mandos hacia nosotros mismos, quitando más vida al receptor. También podremos quitarnos de encima ataques empujando a nuestro musculoso enemigo (con las cuatro direcciones de la cruceta) o bloqueando.
Y poco más. Ya hemos explicado todo el planteamiento de FaceBreaker. La simplicidad que presenta hará que su diversión no dure demasiado y que pronto nos parezca insuso y repetitivo. Es cierto que en las primeras partidas puede resultar emocionante y hasta enfadar un poco por las rápidas peleas que propone, pero no es un juego de jugabilidad profunda o trabajada. Y no nos sirve de excusa que sea boxeo arcade, pues algunos otros como Ready Rumble también lo eran y funcionaban exageradamente bien.
Visto desde otra óptica, esta sencillez lo hace muy apto para cualquier jugador. Pero caemos en lo mismo, hasta los más ocasionales no lo encontrarán excesivamente divertido ya que, a los pocos minutos de juego, nos daremos cuenta de que sólo estamos agitando los mandos y moviéndonos un poco por el escenario. Una vez más en Wii, se pierde el sentido de dirigir al personaje y todo se vuelve una locura y sucesión de movimientos de los mandos de manera absolutamente aleatoria y poco divertida.
Conclusiones
FaceBraker para Wii aprueba raspado y es algo mejor que el resto de versiones. Si en PlayStation 3 y Xbox 360 es una decepción, en la consola de Nintendo no deja de serlo pero también presenta puntos a su favor, como el apartado técnico, muy notable para la consola. El golpe que más duele es que hayan eliminado por completo las opciones online, aunque a cambio nos hayan dado estos particulares modos de juego para hasta cuatro contrincantes. Es divertido y gustará a muchos, pero sólo en las primeras partidas, cuando aún no podemos percibir que su catálogo de movimientos es escasísimo y que los personajes apenas se diferencian en jugabilidad y ejecución de golpes.
El estilo caricaturesco ha dado lugar a un título que es una caricatura en sí mismo, una burla de lo que debería ser un buen arcade de lucha. Su manejo a base de movimientos parece implementado por obligación y su mecánica no es todo lo divertida que cabría esperar, ya que resultará simple hasta a los menos experimentados con los videojuegos. Es entretenido con amigos o familiares, pero destaca dentro del catálogo de una consola pensada principalmente para ser disfrutada en compañía.
Lo mejor:
Lo peor:
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.