Evil Genome
- PlataformaPC3.5
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorCrystal Depths
- Lanzamiento07/08/2017
- TextoInglés
- VocesInglés
- EditorCrystal Depths
Análisis de Evil Genome
El primer título de Crystal Depths Studios viene desde China para ofrecernos un metroidvania 3D en las pantallas de nuestros ordenadores. ¿Merecerá la pena esta aventura made in China?
Evil Genome, análisis
Evil Genome empieza fuerte. Tras los imprescindibles logotipos de la desarrolladora y motor utilizados viene una pantalla de carga. Larga. Después viene el menú principal, donde podemos seleccionar entre una serie de opciones o empezar partida. Y después, otra pantalla de carga. Larga. Sí, empezar una partida de Evil Genome involucra dos pantallas de carga cada una de las cuales parece más bien digna de un Civilization que de un metroidvania 3D con gráficos mediocres. Por lo menos el juego tarda poco en demostrar su incompetencia en los aspectos más básicos, algo de agradecer.
Una vez dentro del juego las cosas no mejoran. En primer lugar, el juego se tilda a si mismo de ser un “metroidvania” pero de lo mismo tiene poco. Los juegos del género se basan en la exploración progresiva de un mundo enorme, donde lo único que nos impide progresar es no tener todos los poderes que desbloquearemos a lo largo de la aventura. En Evil Genome, sin embargo, la única forma de progresar es completando las misiones de historia. Ninguno de los múltiples poderes que podremos desbloquear a lo largo de la aventura, entre los que se incluye un doble salto, nos ayuda a progresar. Evil Genome no es sino un juego de acción en 2D con un mapa grande en lugar de niveles individuales, de metroidvania nada.
El problema radica en el árbol de habilidades implementado. Mientras que en cualquier metroidvania los desarrolladores saben con total seguridad que al llegar a un obstáculo los jugadores tendrán el poder necesario para superarlo, los desarrolladores de Evil Genome no pueden contar con ello.Por ejemplo, si decidieran hacer un obstáculo infranqueable salvo por un doble salto sí un jugador llegara ahí sin haber desbloqueado dicha habilidad se vería forzado a grindear hasta conseguir los niveles necesarios para haber desbloqueado la habilidad. Así que en vez de comerse el tarro pensando como equilibrar este sistema, quizás haciendo que ciertas mejoras sean obligatorias o tengan variaciones en los distintos caminos del árbol, el mundo está cargado de muros invisibles y puertas arbitrariamente cerradas que te impedirán progresar. Además, a medida que avancemos en el juego se hará más confusa la navegación al haber más nombres de lugares que memorizar y por tanto más posibilidades de equivocarnos a la hora de decidir a donde tele-transportarnos. A veces tardaremos unos buenos diez minutos en volver a donde queríamos ir tras un error.
Por lo menos dicho mundo de juego tiene la suficiente variedad visual para que las zonas a navegar sean reconocibles sin requerir el mapa. Pasaremos por zonas desérticas e industriales y… poco más pero cada una es ligeramente diferente de la otra. Sí queréis haceros una idea del estilo artístico del título solo debéis imaginaros el de Nier Automata con la centésima parte del presupuesto. No es que sean unos gráficos especialmente feos, pero les falta tener cualquier tipo de encanto u originalidad. Todos los escenarios son genéricos y dentro de lo esperado, salvo por un brevísimo nivel hacia el final del juego que tampoco despunta por su diseño. Por otra parte, los diseños de los personajes y enemigos son algo mejores, pero les falta ese toque extra, ese pulimiento que los buenos juego exhiben.
Combate poco puntero
El combate es de los mejores aspectos del juego, sin alejarse demasiado de la mediocridad del resto. Lachesis, la protagonista, cuenta con un envidiable arsenal con el que doblegar a sus enemigos. Comenzaremos el juego con unos movimientos estándar en la acción 2D, pudiendo esquivar los ataques enemigos, atacar cuerpo a cuerpo, saltar y disparar a distancia. Más adelante desbloquearemos mejoras para estos movimientos, así como habilidades completamente nuevas (crear clones de la protagonista, poner trampas, etc.) Hay tres caminos de habilidades a desbloquear y te permiten customizar tu experiencia de combate como desees.
Por desgracia, el combate no funciona como debería. Si bien es cierto que la variedad de habilidades a utilizar es amplia y en combate mano-a-mano con un solo enemigo podemos disfrutar y ejecutar combos de larguísima duración, basta añadir uno o dos enemigos adicionales a la fórmula para que se vaya todo al garete. Los diferentes grupos de enemigos con los que nos enfrenta el juego son en general tremendamente molestos. La mayoría de juegos trata de organizar los ataques de tus oponentes de tal manera que no todos ataquen a la vez. Aunque pueda quedar algo ridículo, este título demuestra perfectamente porque se suele hacer así. Los ataques vienen de todos lados y las opciones que tenemos para esquivarlos son casi nulas. Tenemos un dash pero no se puede usar en el aire y tiene solo cuatro usos antes de tener que esperar a que se regenere. Al mismo tiempo, la mayor parte de habilidades que podemos usar en combate consumen EP que tampoco se pueden recargar salvo esperando. Estas dos mecánicas hacen que la forma más efectiva de luchar en Evil Genome sea poco a poco, con paciencia y cuidado, poco satisfactorio en un juego de este estilo.
Pero la mayoría del juego no consiste, desgraciadamente, de pelear contra enemigos pequeños que si bien molestos son fácilmente superables. No, Crystal Depths ha debido confundir a su juego con un “soulslike” y lo han dejado cargadito de malos finales. Aproximadamente cada diez, quince minutos de juego hay uno. Las ídeas de los malos son buenas, especialmente dos hermanas biónicas que nos encontraremos más adelante, pero su ejecución no. Sí alguien quisiera crear un juego con muchos malos finales en Evil Genome tendría ejemplos perfectos de cómo no hacerlos. Prácticamente cualquier error posible en la creación de un malo final está aquí presente. Tenemos el malo cuyos ataques no se pueden esquivar a tiempo; el malo con un ataque prácticamente ineludible que te mata de cero a cien; el que invoca a tantos esbirros que nunca tienes tiempo de darle a él… Hay muchos, varios se repiten y ninguno está bien diseñado.
No solo los encuentros en sí están mal diseñados, sino que todo lo que enmarca a estas peleas ha sido mal ejecutado. Muchas veces encontraremos malos finales en zonas inesperadas, sin haber guardado antes o podido comprar provisiones. A veces el juego genera un punto de guardado justo antes de la pelea, pero otras veces no y tendremos que derrotar a cuatro o cinco enemigos cada vez que queramos probar suerte. Una vez derrotado el malo final a veces el juego guarda que lo has hecho y otras veces no. Recomiendo ir rápidamente al punto de guardado más cercano tras una victoria, varias veces tuve que repetir una pelea por pensar que habría un punto de guardado poco después cuando quedaban millas para el siguiente.
Una experiencia frustrante
El punto en el que este juego nos perdió de forma definitiva fue durante una peléa contra un helicóptero y creo que explica perfectamente los problemas del título. Antes de dicho helicóptero hay que abrirse paso por dos grupos de enemigos. Ambos grupos cuentan con un enemigo principal que tardaremos un minuto o dos de sablazos para eliminar y múltiples unidades robóticas más pequeñas. El caso es que son cuatro o cinco minutos a repetir antes de cada intento de luchar contra el helicóptero. Una vez llegas al helicóptero te encuentras con otra de esas peleas en las que ser acertado por un solo ataque llevará a tu muerte inmediata. Agradable. Así que tras media hora de intentos decidí subir un poco mi nivel. Dos horas más tarde y diez niveles por encima fui capaz de superar al malo al primer intento. Lo que en otros juegos habría sido un momento satisfactorio en Evil Genome daba sensación de trabajo cumplido. Por terminar de hablar del sistema de combate quería mencionar que la base de todo el sistema son las pociones. Al no haber ninguna forma natural de regenerar nuestra vida en combate dependeremos de los objetos que hayamos comprado antes del combate. Puesto que la mayoría de ataques son muy difíciles o imposibles de esquivar dependiendo de la situación, estos encuentros se deciden por tu cantidad de pociones más que tus habilidades. Luego si no tienes pociones, más te vale ponerte a matar enemigos hasta tener dinero para comprarlas o no vas a poder ganar a ese malo final que te acosa. En definitiva, el combate en este juego tiene malos fundamentos y ejecución.
La historia del título es… incomprensible. La traducción del Chino al Inglés (el juego no está disponible en nuestro idioma) es de las peores que he visto en mi vida, alcanzando de veras el nivel de Resident Evil 1 en la PSX. Si hay algún factor redentor en este juego es la traducción y el doblaje, ambos tan malos como para en un futuro poder imaginar a gente obsesionada con los mismos. Los actores de voz probablemente sean compañeros de Erasmus de algún desarrollador del juego porque, salvo por la protagonista que es decente los demás no parecen haber estado frente a un micrófono en su vida. Francamente el juego consiguió sacarnos un par de buenas risas con su combinación de pésimas voces y malísima traducción, pero ahí quedan sus virtudes. Si lo que buscas es un juego con una buena historia aléjate de este porque si había una historia lógica en la versión china ha desaparecido completamente en su paso a Occidente. Cabe mencionar que el enémigo principal, lider de un grupo armado con ideas extremistas se llama Adolf. No es broma.
Desde un punto de vista técnico el juego es horrible. La primera vez que morí el juego crasheo. Sí, tardó unos buenos veinte minutos en romperse y mandarme de vuelta a mi escritorio. Aunque no volvió a pasar durante el resto del juego sí he encontrado todo tipo de errores: enemigos que desaparecen, enemigos que aparecen de la nada, enemigos que se tele transportan a tu posición constantemente, malos finales que no aparecen en pantalla, zonas en las que te quedas bloqueado sin poder hacer nada, etc. Hay un poco de todo, un error para cada tipo de jugador y nadie va a quedar insatisfecho en este aspecto. Y a pesar de ser un juego con gráficos mediocres y no especialmente avanzados está terriblemente optimizado. Hay un límite en 60 FPS pero la mayoría del tiempo nuestro ordenador no era capaz de alcanzarlos y mucho menos mantenerlos de forma fluida. La misma máquina que pudo con facilidad con Doom y The Witcher 3 no ha podido con Evil Genome. El lector juzgará por las imagenes que acompañan al texto si debería ser así.
Malo
La idea era buena pero se ha llevado a cabo de forma desastrosa. No te lo compres, está mal terminado.