Grupos de intervención terrorista

Eurocops fue destapado hace un año. Sin previo aviso surgieron de la nada una serie de imágenes de un juego desconocido con una apariencia excelente y de las que se hicieron eco casi todos los medios del sector. La poca información que se publicó hacía referencia a un juego en el que podíamos encarnar a seis grupos anti-terroristas en localizaciones y conflictos reales. GSG-9, NOCS, Equipo Alfa y los SAS, eran algunos de estos, y las localizaciones nombradas eran: España, Italia, Francia…

Hasta el día de hoy, cuando ya tenemos el juego en las calles, esta información no había sido ampliada. Todo lo que se dijo en su momento es cierto. Pero a continuación veremos porque el juego ha de pasar con más pena que gloria.

Es de agradecer la traducción de los textos al castellano, aunque hay un 'pero' bastante importante. Los caracteres con tildes, o las 'ñ', no se muestran, el texto se las come, con lo que muchas veces este se hace un tanto ilegible. De todos modos no es de suma importancia entenderlos, y las ayudas que iremos encontrando por el juego se entienden sin problemas.

Como se ha comentado antes, el juego prometía estar localizado en lugares y conflictos reales. De hecho, en su día se dieron los nombres de los países: Italia, España, Reino Unido, Rusia, Alemania y Francia. Hasta ahí todo correcto. Uno espera que estas sean las pantallas principales, o en todo caso que dentro de cada país se ubiquen varias misiones. Pues va a ser que no. El juego cuenta con tan sólo seis misiones, una por cada país. No hace falta decir que alguien que empiece a jugarlo en nivel fácil no tardará más de cuatro horas en acabarse el juego.

Hemos dicho que las localizaciones son reales, pero hay que matizar este punto también. Es cierto que por ejemplo en la misión francesa, al comienzo, aparece el Arco del Triunfo, justo al lado de un agujero de 20 metros de diámetro por el que nos colaremos al metro y catacumbas.

Por ilustrar con otro ejemplo, cojamos el escenario español, que es el que más cerca nos queda. Esta misión se desarrolla en una antigua y abandonada base estadounidense en España, en la que se oculta una célula islamista. Digamos que el fondo, la explicación textual sobre la misión al comienzo, es totalmente creíble, y nos sitúa en un lugar 'real'. Sin embargo, cuando ves la base en el juego, es bastante poco probable que este sea un escenario real, y lo mismo podría encontrarse en España que en Australia.

También se nos habla de poder manejar equipos anti-terrorista reales, pero nos encontraremos sólo con los más famosos. Volviendo al escenario de España, nos encontraremos con el 'grupo anti-terrorista español', algo demasiado genérico si lo que se busca es introducir al jugador en el juego. Además que los modelos de personaje siempre son los mismos, sólo cambian de uniforme y de nombre. Como anécdota podemos ver en el escenario basado en nuestro país a un tal Peppe, sí, con dos 'pes'.

En principio el juego está pensado para aprovechar las características de cada personaje e incluir al típico juego de disparos un toque estratégico. Bien, esa es la idea, pero digamos que suele resultar poco útil el toque estratégico. Al final, la mayoría de las misión se resume en coger a algún personaje que no sea el de la recortada e irnos trabajando el nivel con nuestro personaje mientras llevamos dos 'pasmadotes' a nuestra espalda. Porque hay que decir que la Inteligencia Artificial es horrible. Nuestros compañeros son capaces de disparar cincuenta tiros para matar a un enemigo (y encima apuntando contra la pared), y en la mayoría de las ocasiones tendremos que conformarnos con que no se queden atrancados en alguna esquina.

La IA de los enemigos anda a la zaga. Estos se limitan a seguir el camino que el desarrollador les ha indicado, y en muchos casos esto es demasiado descarado. Como ejemplo, he hecho la prueba de quedarme solo enfrente de tres enemigos, en modo de dificultad media, y  cronometrar cuanto tardaban en matar a mi personaje. El resultado han sido más de tres minutos y acabando con más de quince enemigos rodeándome. Lo dicho, puro espectáculo.

Y es que la dificultad del juego no reside en situaciones realmente complicadas en las que tengamos que estrujar el seso. La diferencia entre los tres niveles de dificultad reside en el número de enemigos que aparecen, y el daño que estos nos causan. Si en nivel fácil, en la primera pantalla, nos encontramos con un buen puñado de enemigos, en nivel difícil puedes acabar matando superpoblaciones.

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Es curioso, si antes hemos hablado de lo que les ha costado matar a un personaje, hay situaciones en las que parece que la barra de salud te desaparece misteriosamente. Ejemplo, el segundo nivel, al salir de un almacén nos encontramos con un buena hornada de enemigos que a no ser que nos andemos con cuidado nos quitarán bastante vida en un suspiro. Parece que en esas situaciones la pobre puntería de los enemigos se convierte en todo lo contrario. Además, está el extraño caso de los disparos que atraviesan cajas, y no tienes ni idea de donde vienen, lo cual no ayuda.

Cuesta hacerse con el control. Aunque se nos deja ajustar cosas como la sensibilidad del ratón, el punto de mira no acaba de ir fino, con lo que muchas veces nos costará más de lo debido apuntar. El resto de los controles son bastante intuitivos y durante el juego se nos irá mostrando detalles sobre las acciones de nuestro personaje. Pero muchas veces estos son un tanto bruscos y, por ejemplo, la vuelta lateral (de la que algunos enemigos abusan) no siempre se hace cuando debiera.

Por otra parte, el juego cuenta con modo multijugador, tanto por red local como Internet. Los servidores del juego brillan por su ausencia, pero siempre podemos quedar con unos amigos para echar unas partidas al modo cooperativo. A priori el único modo disponible. Por si nos matan podremos elegir el tiempo que tardaremos en volver a aparecer, disminuyendo varios enteros más la dificultad del juego. De todos modos es de agradecer la inclusión de este modo, ya que puede suponer un salvavidas para los que adquieran el título.

Nada más arrancarlo nos llamará la atención la excesiva iluminación del juego. Se trata de una luz difusa y muy fuerte, y además el primer nivel, Italia, con sus casitas claras no ayuda. Esta iluminación se ha usado para tratar de tapar las carencias gráficas del juego, un juego que cuenta con unos modelos poligonales muy pobres.

En estático, y sin que nada se mueva en pantalla, puede parecer que el juego goza de un buen nivel gráfico. Pero en cuento nos movamos veremos que no es así. De hecho las animaciones de los personajes son malas, muy artificiales y forzadas. Por poner un ejemplo las escaleras de mano las suben como si estuviesen andando por suelo llano, pero en vertical.

Pero esta 'cutrez' tiene su juego. Podemos estar aburridísimos de jugar cuando de repente nos encontramos con un enemigo que se tira de un tejado y rebota la misma altura, como si le hubiesen puesto una colchoneta en el suelo. O también podremos ver como podemos disparar tres disparos a bocajarro a un enemigo con la recortada y este ni se inmuta. Sin embargo, con el cuarto disparo podemos enviarlo 10 metros más allá. Para los amantes del gore desgraciadamente la sangre apenas aparece en forma de cuatro píxeles mal puestos.

Enumerar la cantidad de fallos que a nivel gráfico tiene el juego seria tarea de titanes. Así que a resumidas cuentas podríamos decir que los incluye casi todos. Atravesar objetos (las balas o los personajes), marcas de disparos en el aire, enemigos y compañeros que se quedan atascados, movimientos nada creíbles… Al menos, el juego corre fluido, e incluso habrá quién encuentre las escenas de entrada y salida de cada misión medianamente bonitas.

Los efectos de sonido no es que sean una maravilla, pero cumplen. Incluso hay un sonido para cuando disparamos demasiado cerca de una pared. Algo que no llamaría demasiado la atención de tratarse de otro juego, pero que ahí está.

Además, habrá momentos durante la misión en donde los personajes hablarán en inglés, pidiendo ayuda a sus compañeros. Otro detalle a agradecer. Aunque es una pena que la voz que nos detalla la misión no haya sido traducida.

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Encima seis niveles son demasiado pocos y podremos terminar el juego en un par de sentadas. Por si no nos habíamos quedado a gusto, las localizaciones no tienen mucho de reales y menos de interesantes.

La única esperanza es que nos apetezca 'echar unos tiros', sin comernos mucho la cabeza, y este juego sea el que más tengamos a mano. También por alguna extraña razón podremos picarnos con el juego en el modo de máxima dificultad. O incluso podemos engañar a unos amigos para reírnos un poco en el modo cooperativo. Pero no nos engañemos, este último párrafo seguramente no pase de ficción barata.