Konami se compra coche...

El productor del título, Manabu Akita, dijo a diestro y siniestro que su juego y su sistema físico (el VGS que después explicaremos) eran los más realistas que se podían experimentar hoy día en un videojuego. Además, este sistema lo había adornado con unos gráficos casi a la altura de los del monstruo de Polyphony Digital y un garaje amplio en cuanto a opciones. A simple vista, la idea nos parece excelente. Ahora, con el juego en nuestras manos y después de muchas horas girando y girando el volante, os daremos nuestra opinión.

Además, coincide que también este mes se estrena otro juego que también lleva a priori la etiqueta de 'rey de reyes', pero esta vez en otra consola. Quizás sea un síntoma de que estamos viviendo los momentos más espectaculares de cada máquina, y unas pruebas más que fehacientes de que los programadores le tienen pillada 'la mano' a las consolas actuales en cuanto a implementación de motores físicos e IA en las condiciones que las máquinas pueden ser explotadas, y una de las mejores formas es a modo de simuladores de carreras.

El caso es que, tengas la máquina que tengas, tienes a tu disposición desde YA los mejores juegos de conducción que existen. Eso, ya de por sí, es una gran noticia para todos. Quizás se puedan sentir algo defraudados los usuarios de GC, pero claro… ellos ya han jugado a Resident Evil 4 y los demás no… donde las dan las toman, dirán ellos… XD

G r á f i c o s .-

Desde la intro hasta los créditos, Enthusia demuestra casi en todo momento los tres años de desarrollo gráfico del título. En muchas ocasiones lo podréis poner a la misma altura de GT4 en cuanto a modelados y efectos en los vehículos, aunque en general se queda por debajo del título de SONY en varias cuestiones.

La intro y los menús tienen un diseño muy cuidado, sobre todo una intro distinta a todo lo visto hasta ahora -léase 'GT4 style'-, con imágenes reales de una chica junto con momentos de competición. Los menús (tanto los principales como los de configuración) se han diseñado de forma que sean fáciles de entender y de navegar por ellos, y aunque su número no es tan alto como en el título de PD, sí se han orientado perfectamente a un uso práctico y rapido. No hay nada que oponer en este sentido.

El motor gráfico de EPR no es tan potente como el que hemos visto en la cuarta entrega del juego de Yamauchi, pero sí cumple sobradamente, estando además muy por encima de la media que hemos visto en PS2. Tanto en modelados, texturizados, aplicación de la luz y efectos EPR se encuentra cerca de GT4, aunque tanto en variedad como en los detalles más pequeños se queda a cierta distancia.

Para empezar, la resolución en pantalla es un poco más baja que la conseguida por el grupo de Polyphony, mostrando más jaggies que el antes nombrado. Pero aún así, la visualización es muy buena en todo momento. Los escenarios, variados, también muestran en general un gran nivel de detalle, pero encontramos algunos que se nos antojan un poco vacíos de carga poligonal. Sin embargo, en cuanto a texturizado, tenemos que decir que su nivel es más que notable.

Los coches han sido tratados con mucho mimo, lo que reflejan gracias a unos modelados y texturizados excelentes. Las más de 1000 fotos que se han hecho a cada vehículo dan como resultado unos modelos a la altura de las circunstancias. Además, encontramos unos efectos de luces y reflejos también muy trabajados, y que dan una sensación de realismo dignos de GT4. Tampoco el garaje se queda pequeño, con más de 200 vehículos de 46 fabricantes distintos de todo el mundo. Aunque SEAT, de nuevo, sea una de las olvidadas...

La fluidez del engine3D no alberga dudas, ya que en todo momento el juego va suave sin picos de framerate (aunque el modo versus para dos jugadores se resienta un tanto de la carga que sufre la PS2 para moverlo todo). Aún así, le achacamos a Konami que tenga el mismo defecto que su rival más fuerte: la ausencia de selector de Hz. nos impide disfrutar de una sensación de velocidad más acusada -y que se nota visiblemente después de ver la versión NTSC-JAP-. No sabemos porqué la política de ciertas compañías con ciertos juegos que se beneficiarían de una visualización a 60 hz de cara al usuario, para un mayor disfrute del título, al final son editados de forma que lacran el resultado. Quizás es que aún hoy día los desarrolladores no se dan cuenta de que el 90% de los televisores europeos ya soportan los 60 hz...

En cuanto a efectos incluidos, destacar sobre todo dos muy espectaculares. El primero, un efecto 'marco oscuro' que rodea el borde de la pantalla y que se mueve al mismo ritmo que nuestro coche, mostrándonos la 'teórica' vista del piloto. Este marco se desplazará según la inercia del coche, y puede ser que lleguemos a perder de vista la carretera en algún momento puntual. El otro efecto le da un toque más 'arcade' a la visualización, como es un motion blur bastante acusado en las zonas laterales de la pantalla, alargando la imagen de los bordes dando más sensación de velocidad. Criticar que las pistas no tienen diferentes horas del día para correr en ellas, o no existir pistas mojadas o de nieve para sentir otras respuestas de los vehículos en otras condiciones distintas. Asfalto y arena, no hay más.

Las limitaciones de PS2 también se ven en este juego, al igual que en GT4, al no poder incluir desperfectos en tiempo real en los vehículos mediante un motor de deformación de polígonos. La calidad visual lograda entronca de lleno con la posibilidad de mostrar abolladuras, arañazos o caída de piezas. PS2 no da para más, ya lo hemos visto reflejado en el juego de SONY y ahora, con Konami, nos vuelve a quedar más que claro. PS2 está al límite, y está claro que se ha preferido optimizar al máximo tanto texturas, como modelados, como efectos de luz antes que bajar el rendimiento del motor gráfico y poder mostrar desperfectos en los vehículos.

En resumen, Enthusia visualmente es un gran juego, sin llegar a la par de GT4, pero por encima de la mayoría de juegos de la consola. Coches perfectamente modelados, luz aplicada de forma excelente, efectos de partículas más que buenos, circuitos variados (incluso la aparición de un circuito en el desierto que genera aleatoriamente su curso en cada partida) y un motor suave que no nos deja ver en ningún momento ni un solo slowdown. Quizás el falte más trabajo en los detalles (mejores reflejos en la carrocería o más resolución en pantalla), pero globalmente es un juego muy bien acabado.

M ú s i c a .-

En Enthusia, el apartado musical pasa totalmente desapercibido, excepto en la intro y los menús. Sin embargo, y aunque Konami nos ha presentado auténticas joyas musicales en sus juegos (Symphony of the night, Metal Gear Solid,…) en esta ocasión no ha sabido atrapar el espíritu del juego en su banda sonora. No hay temas comerciales, o de calidad, que nos hagan seguir tarareándolos una vez acabemos de jugar, y la música existente no llega a alcanzar un nivel destacable. No es mala, pero a los cinco minutos de estar jugando no le prestaréis atención, y eso es lo peor que se puede decir.

S o n i d o   F x .-
El apartado sonoro de Enthusia en cuanto a efectos se encuentra dentro del tono general del juego. Los motores suenan en general bien, pero en muchas ocasiones sonorán algo falsos, y el Dolby Pro Logic II se hace notar de forma clara, además de poseer unos fx individuales para cada coche, lo que es de agradecer. Los derrapes, el sonido ambiente o los golpeos contra las vallas o los otros coches suenan algo artificiales. No es de mala calidad, ni mucho menos, pero se podrían trabajar más.

J u g a b i l i d a d .-

EPR basa toda su fuerza en dos pilares básicos: realismo en la conducción y deportividad al volante. Estas dos premisas se acentúan en los modos de juego más largos, y más importantes. Akita quería dejar claro que los mejores conductores no son los que llegan primero a costa de todo, como en la realidad, si no que para llegar el primero hay que ser el mejor, no el más rápido.

La conducción durante toda la carrera es examinada por el programa en todo momento. Aquí no vale ir segundo y en la última curva 'empujar' al coche que va delante para que se estampe contra las vallas y entrar en la meta como vencedor. Hacer esto es señal de pérdida de valores. Respetar la trazada de los demás, chocar o rozar lo menos posible,… son conductas de conducción que harán que lleguéis lejos en Enthusia, aunque no ganéis las carreras. Cómo? A ver, lo explico.

Los modos de juego de EPR se dividen en los clásicos contrarreloj, carrera libre y versus. Estos modos de juego no son muy originales, aunque necesarios y exigibles en cualquier juego de carreras para poder ir probando las pistas y acomodarse a la conducción para cuando queramos entrar en los modos principales de juego. Quizás se eche en falta algún modo más -del modo online mejor ni hablar ya-, porque la verdad es que la vida útil de este título no se puede ni comparar a la de su rival en PS2…

EPR presenta dos modos de juego que son su principal atractivo. El modo 'Revolución al volante' y el 'Enthusia life'. El modo 'Revolución' nos enfrenta a multitud de pruebas donde deberemos pasar por unos checkpoints a una velocidad determinada. Esa velocidad vendrá indicada por los símbolos de las puertas por donde cruzar, ya que tendremos una línea que nos indicará mediante unos colores si la velocidad es buena (verde), vamos lentos (azul) o vamos pasados de vueltas (amarillo).

Las puertas no están en línea recta -bueno, en las primeras pruebas sí, pero están así para servir de tutorial-, y esas mismas puertas nos indicarán cuándo tendremos que frenar para entrar en la siguiente puerta a la velocidad indicada. Si el nivel se encuentra justo a la mitad del checkpoint iremos bien, pero si está cerca del asfalto iremos lentos, e igual si está demasiado alta por que vamos demasiado rápido. La mecánica de juego es muy sencilla, pero pasar por las puertas en los niveles más altos (en los distintos circuitos) será cuestión de conducir de forma muy precisa para lograr pasar a la velocidad exacta.

La vida en Enthusia.-

Enthusia Life nos pone en la piel de un conductor que va a competir en una liga de carreras que se celebran una cada semana, y que tiene como principal características unir particularidades de los RPG a los juegos de conducción -algo así intentó la antigua Squaresoft con su 'Racing Lagoon' de PSX-. Todas las decisiones qe tomemos, tanto en carrera como antes de empezar, marcarán nuestro ascenso hasta el número 1 o seguir al final de la clasificación, con 999 pilotos por delante nuestra.

Para empezar, tendremos que elegir un vehículo de entre una serie de coches, esto nos llevará a correr una vez por semana en una competición en la que puede haber coches de diferentes potencias y tracciones. Para equiparar las carreras, el programa hace una serie de cálculos para medir nuestras probabilidades de victoria ante coches superiores (un porcentaje bajo) o siendo nuestro vehículo el mejor de todos (un porcentaje alto). Además de esto, la CPU nos situará en la parrilla según ella decida y según las características de cada vehículo. Si determina que nuestro vehículo es de los peores, nos colocará en la parrilla delante de todo y viceversa.

Al acabar la carrera la CPU calcula nuestra respuesta. Es decir, tiene en cuenta nuestras salidas de pistas, nuestros choques con los demás vehículos, los adelantamientos, frenazos y tiempos para darnos, al final, una serie de 'puntos Enthu', que nos valdrán para varias cosas. En primer lugar, el % de probabilidades de ganar se multiplica por los puntos de cada puesto y recibiremos una cantidad de puntos Enthu que nos servirán para subir de nivel tanto nuestro coche (en características técnicas como potencia, neumáticos, velocidad,…) como al piloto (tiempo de recuperación de puntos Enthu).

A qué nos lleva esto? Pues bien, el desarrollo de los valores de nuestros coches y nuestro piloto se hará como en un RPG, es decir, subiendo niveles. Cuanto mayor nivel tengamos en el coche (por ejemplo) mejor aceleración o neumáticos tendrá, lo que nos dará más probabilidades de victoria en las carreras. Sin embargo, correr con coches muy optimizados con respecto a los demás nos dara menos puntos Enthu que si lo hacemos con uno inferior. La cosa parece que se lía, no? Pues no, es fácil.

Esto nos obliga a poseer un garaje amplio, con coches preparados para las pruebas más duras (con coches de competición) y coches menos aventajados para seguir sumando muchos puntos y subir en los puestos de la clasificación. Los puntos Enthu, además, serán protagonistas en las carreras, ya que al chocar, salirse, etc iremos perdiendo parte de ellos. Si hacemos una carrera  (ojo, no podremos reiniciar las carreras) horrible, puede ser que lleguemos a quedarnos sin puntos Enthu y tener que estar una semana sin correr, para poder recuperarlos (cuanto mayor nivel tenga nuestro piloto, más puntos recuperará por semana).

Otro detalle que se vuelve contra esta mecánica es que los puntos Enthu que se pierden al chocar contra otros coches o al salirse no sólo irán a menos cuando nosotros seamos los responsables, sino que SIEMPRE que choquemos -ya sea culpa nuestra o por la IA de los otros vehículos- nos restarán puntos. Al final, la sensación de injusticia en las carreras cuando los demás vehículos vienen contra nosotros se vuelve contra el mismo sistema de juego. Nuestro vehículo pierde puntos en muchas ocasiones por culpa de los rivales, algo que se tenía que haber tenido en cuenta en un título que te obliga a ser buen piloto. Es como si los demas vehículos tuviesen licencia para hacer lo que quisieran, y nosotros fuésemos siempre las víctimas…

Hay que decir a su favor que este sistema de juego es original, novedoso y a medio plazo bastante divertido. Además, al ser este modo de juego el más largo con diferencia de todo el título, podremos ir alternando con 'Revolución al volante' o con la contrarreloj, para intentar minimizar la sensación de jugar siempre a lo mismo. Otro detalle bueno es que, al acabar las carreras, podremos conseguir un vehículo de nuestros contrincantes por un sistema sencillo de ruleta que se moverá entre los modelos. Esto no nos garantiza que siempre vayamos a conseguir algún coche, ya que en ocasiones la ruleta se parará en la zona vacía.

La física de los vehículos está muy cuidada, y contaremos con el VGS (Visual Gravity Sistem) que nos ayudará a 'ver' la respuesta del vehículo a nuestra conducción. Este sistema pone en pantalla un icono central que nos mostrará el centro de gravedad del coche en cada momento, además de visualizar las ruedas y la adherencia de cada una. Podremos desactivarlo y a la larga lo haremos, porque aunque es una buena idea, no es para nada definitoria ni imprescindible para progresar en el juego. Con todo esto, queremos recalcar que el movimiento de los vehículos y su respuesta -individual según sus características y las de los circuitos- nos parece muy conseguida, pero aún así la sensación de 'facilidad' al conducir le resta incentivos para los puristas del género.

La IA de los demás vehículos es buena, pero todavía hay mucho que mejorar en este sentido porque se mueven de forma bastante predecible, casi no cometen fallos y en ocasiones parece que no ven nuestro coche delante del suyo y arremeten contra nosotros de forma totalmente ilógica. De todas formas, y hablando de forma general, no es mala.

El problema más grande con el que se encuentra EPR, aparte de los ya nombrados, es que se tiene que enfrentar a la sombra de GT4. El juego de SONY le supera en vehículos, circuitos, posibilidades mecánicas, sonido, gráficos y realismo. Quizás si EPR hubiese salido hace un año estaríamos hablando del mejor juego de coches en PS2 para esperar la cuarta parte de GT. Sin embargo, a día de hoy, EPR no pasa de ser un buen juego, con ideas originales, pero todavía sin pulir, y lejos de su contrincante.

C o n c l u s i ó n .-

La originalidad del Enthusia Life añade innovación a su mecánica de progreso, tratándolo en parte como si de un 'Driving RPG' se tratase. El sistema de desarrollo y la curva de dificultad tampoco se hacen muy cuesta arriba, añadiendo una IA bastante mejorable. La sensación de facilidad en el progreso es algo que los más puristas odiarán, pero el jugador medio agradecerá. Por último, su sistema para 'forzarnos' a ser unos conductores rápidos pero, al mismo tiempo, 'legales' es otro de los detalles a favor que posee el juego. El número de vehículos y circuitos tampoco juega a su favor, y el 'Driving Revolution' se hace cansino a la larga. Como primer intento por parte de Konami en cuanto a juego de conducción nos parece un gran acierto, y ojalá sigan exprimiendo este sistema de juego para hacerlo más profundo y variado. Pero señores, seamos serios, PS2 ya tiene su JUEGO de conducción realista. Todo lo demás, al mismo precio, se nos antoja escaso.

L o   m e j o r .-
- Gráficamente es bastante completo
- Más de 200 coches de 46 fabricantes
- El VGS, que nos irá 'enseñando' como responder a las adversidades
- El sistema de avance del Enthusia Life, como si fuese un RPG
- La conducción en ningún momento se muestra frustrante
- Nos obliga a conducir de forma deportiva si queremos avanzar

L o   p e o r .-
- Los modos principales no son muy largos
- Pocas opciones de configuración para ser un simulador
- Pocos circuítos
- La IA, bastante mejorable