Egipto III: El destino de Ramsés
- PlataformaPC5
- GéneroAventura gráfica
- DesarrolladorThe Adventure Company
- Lanzamiento17/05/2004
- TextoEspañol
- VocesEspañol
¿La gloria de Egipto?
Con el destino de Ramsés se alcanza la tercera entrega de la saga basada en el antiguo Egipto, esta vez no de la mano de Cryo. A medio camino de un juego y un documental, el género de la aventuras gráficas sirve de nuevo para recrear con precisión cada detalle arqueológico.
Egipto III: El destino de Ramsés (PC) |
El primer título de la saga ambientado en el bajo Nilo fue un éxito de ventas, sobre todo en Europa, pues apareció en un momento muy propicio para este tipo de aventuras y la segunda parte, ya desarrollando al máximo sus cualidades y con un tremendo esfuerzo didáctico, quiso intensificar su faceta "cultural" valiéndose de la supervisión de expertos investigadores arqueológicos. Pero dando la espalda a su pasado, Egipto III intenta subsanar antiguos errores ofreciendo otros nuevos, quedándose finalmente a un nivel inferior que los demás. Veamos por qué.
Gráficos y sonido
Egipto III: El destino de Ramsés (PC) |
¿Qué podemos decir del aspecto visual? El sistema de desplazar la cámara para mirar a nuestro alrededor ha sido perfeccionado y exprimido al máximo en el último lustro, y Egipto III es un ejemplo de ello. Sin duda alguna los gráficos son el apartado más notable del juego, con escenarios perfectamente detallados y realistas, quizá no del todo proporcionados en algunos interiores, pero realizados con esmero y dejando, lo que realmente importa, un acabado que otorga un buen sabor de boca.
La tridimensionalidad en Egipto III es relativa, pero sin que ello perjudique a su vistosidad. Todos los elementos prerrenderizados cumplen a la perfección con su cometido, desde los más diminutos objetos hasta los personajes, mucho mejor animados que en anteriores entregas de la serie. Si en pasados "Egipto's" la gestualidad de los caracteres era para salir corriendo, ahora se nos ofrecen personajes más naturales y dramáticos. Alguien enfermo dará la impresión de enfermedad, a quien interrumpamos en su trabajo lo notaremos molesto e impaciente Si la cantidad de rostros diferentes hubiera sido más elevada, apenas habría nada achacable.
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Otro de los puntos fuertes gráficamente hablando son las secuencias que el juego lucirá asiduamente. Con una calidad más que aceptable, el planteamiento de las escenas les hará parecer pequeños cortos cinematográficos y constantemente rematarán las acciones. Básicamente serán el nodo entre escenarios y la forma en que veremos los acontecimientos importantes, pues lo que se dice en tiempo real habrá poco. En el otro extremo gráfico encontramos los menús, algo incómodos a mi parecer y en absoluto intuitivos. Estéticamente tampoco cumplen del todo, por lo que además de lastre, la interfaz se hace fea.
Egipto III: El destino de Ramsés (PC) |
Pero regresando a cosas positivas encontramos el apartado sonoro, la siguiente de las pocas bazas del título. Egipto III está completamente doblado al castellano y ofrece un doblaje muy acertado (quizá estridente en la protagonista, Maya) pero bien interpretado, salvo puntuales momentos de sobreinterpretación. Y es de agradecer el esfuerzo en la pronunciación de ciertos vocablos egipcios bastante complicados. Los diálogos a lo largo del juego constituyen casi la mitad del tiempo de partida y son cruciales no sólo para saber qué hacer, sino para comprender qué ocurre a nuestro alrededor y por qué, pues hay cantidad de matices y costumbres que se nos pasarían por alto de nos ser por las explicaciones de algún que otro amable obrero egipcio.
En cuanto a música y efectos de sonido no hay nada que achacar. Aunque las melodías sean escasas son muy acordes con el ambiente exótico y casi épico de los escenarios y los efectos de sonido rayan también a buen nivel. En salas amplias las reverberaciones sobre la roca resultarán de lo más convincentes, y en multitud de ocasiones oiremos inesperados tarareos o sonidos provenientes de los personajes secundarios.
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Haciendo una recapitulación del apartado audiovisual, Egipto III cumple con nota gracias a sus grandes templos, aldeas, zonas de trabajo, canteras, etc., que otorga al título de un gran realismo, al menos escénico. Pero no todo son gráficos ni exactitud académica, y en las aventuras gráficas hay apartados mucho más importantes.
Jugabilidad
Durante todo el juego veremos lo que sucede a través de los ojos de Maya, la protagonista, de forma que al desplazar el cursor lo posicionaremos sobre los elementos de los escenarios, bien sean objetos que recoger, mecanismos que activar y demás interacciones. Para acceder al inventario habrá que pulsar el segundo botón del ratón, y desde allí dispondremos de entre otras cosas varias facultades mágicas, como el jarro de purificación y el más valioso "Ojo de Wedjat" con el que potenciaremos nuestra habilidad para la clarividencia.
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Estas habilidades son el primer punto y a parte con respecto a sus antecesores. Para realizar un juego más ameno, The Adventure Company se ha decantado por incluir bastante matices, digamos, "mágicos" en el desarrollo de Egipto III. Nuestra protagonista será capaz de ver hechos futuros, y no sólo eso, a lo largo de la aventura se valdrá de diversos sortilegios, como fichas selladas por conjuros y demás, para avanzar.
El uso de estas habilidades, en lo que respecta a la jugabilidad, hace que el título sea más entretenido, pero es un mero añadido que no evita lo peor del juego: su modo de avanzar por los escenarios mediante "saltos". En base a clicks del ratón nos moveremos por diversos puntos de las habitaciones sin posibilidad de elegir más allá de los limitadas perspectivas a nuestra disposición, serán como incómodos cambios que fomentan una acuciada sensación de irrealidad, iguales a los cortes que se producen al pasar de una postal a otra. Un verdadero agobio si para atravesar un pasillo debemos clickear tres veces y esperar que en las tres varíe la escena con el consecuente uno o dos segundos de carga.
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El juego, por culpa de ello, se vuelve verdaderamente tedioso. Y no sólo por lo molesto de los desplazamientos, sino por la cantidad de veces que caminaremos por los mismos recorridos, lo que termina haciéndolo muy monótono. En cada escenario tendremos a dos o tres personajes con los que hablar, un lugar específico en que resolver cierto enigma, y lo único que haremos será ir hablando con uno tras otro para saber qué hacer. No hace falta decir que los personajes estarán lo más alejados entre sí, para así inflar en buena medida una horas de juego que se antojan escasas pese a estos artificios.
Suspenso en jugabilidad, esa es la conclusión. Aburrido, y no sé si afortunadamente o no, muy corto (dura una o dos tardes). Y no sólo aburrido por la interfaz tan anticuado y molesto, sino por un guión que pierde interés y no termina de enganchar en ningún momento.
Guión
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A sus 60 años, el Faraón se está muriendo y no quiere pasar al Mundo de los Muertos y renunciar a su magnífico reino. Amón-Ra, dios supremo egipcio, le ha prometido salud para prolongar su reinado con la condición de que Ramsés II erija el mayor obelisco jamás construido por los hombres, convirtiendo así su templo en el más espléndido que la humanidad haya visto jamás. Esta increíble empresa se detiene bruscamente, pues una inexplicable maldición ha caído sobre el emplazamiento de la construcción y los trabajadores
Así comienza la correcta intro del título y nos deja controlando a Maya, hija de un importante hechicero, con la que tendremos que investigar lo sucedido previo encargo del faraón, aprendiendo a realizar pociones sagradas y a realizar antiguos ritos para solucionar la maldición que se cierne sobre todos los que nos rodean, siempre bajo el temor de profecías que veremos en sueños.
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Hasta aquí bien, pero hay un inconveniente en el guión y el desarrollo del juego, y es el error por parte de los desarrolladores de querer contentar a todos, lo que les ha dejado sin contentar a nadie. Si se hace un juego con rigor histórico, se añade una completa enciclopedia que sirve para comprender y resolver los enigmas del juego (que se incluye) y se hace gala de una gran cantidad de conocimientos sobre esta fascinante civilización; así se satisfará a los amantes de la egiptología. Y si se pretende hacer una aventurilla pseudo-fantástica, al estilo de las últimas películas de "La momia", incluyendo mecanismos como los de Indiana Jones, magia negra y todo tipo de parafernalia, resultará agradable a quien anteponga el entretenimiento a la cultura real. Pero mezclarlo todo es muy peligroso, y aquí no ha cuajado.
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Aquellos que busquen el rigor y la exactitud de anteriores entregas verán con estupor cierto desmadre en forma de licencia artística, como comunicaciones directas con los Dioses, magia colorista a lo Harry Potter y demás. Y quienes se acerquen al juego pensando en una aventura entretenida se verán con un juego lento y cansino, que abandonarán en menos de cinco minutos. Una auténtica pena, pues el tema y ambiente en que se basa el juego da para tramas más sugerentes sin perder rigor. En fin, otro suspenso.
Estrategias y trucos
Habla con todos los personajes de forma constante y alternada, es decir, si uno no te dice nada nuevo cada vez, prueba con el siguiente; al final te dirá qué hacer o incluso te dará los objetos en mano. Los puzzles no son demasiado complicados, así que bastará con la mecánica de ensayo y error.
Comparándolo con
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Las primeras partes de la saga son más serias, pero más aburridas si cabe y mucho peor gráficamente. Egipto III es una aventura muy peculiar, y tan monotemática que casi se podría definir con un género aparte de las aventuras gráficas. Pero en entretenimiento puro no alcanza a ninguna de las que están actualmente disponibles en el mercado, y mucho menos a las más antiguas (siempre más divertidas).
Lo que está bien
Lo que no está bien
Egipto III: El destino de Ramsés (PC) - Mecanismo de desplazamiento muy incómodo y molesto.
- Excesivamente corto y en absoluto rejugable. Queda condenado al alquiler o al olvido.
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Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.