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Driveclub Bikes

Driveclub Bikes

  • PlataformaPS47.8
  • GéneroConducción
  • DesarrolladorEvolution Studios
  • Lanzamiento27/10/2015
  • TextoEspañol

Análisis DriveClub Bikes

Las motos entran en juego en una expansión que parte con la ventaja de un online que ya funciona perfecto. La velocidad se multiplica al infinito sobre las dos ruedas

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DEMONIOS DE LA VELOCIDAD

Estamos en los eventos finales de Driveclub, los coches que hemos desbloqueado son una pasada y su velocidad recuerda a los de Burnout 3. Y de repente, como en el prólogo de la demencial Torque, una cosa de dos ruedas nos pasa a más velocidad al lado. Vale, no puede hacer eso porque esto no es MotorStorm y no se mezclan ambas categorías, pero esto bien podría pasar al echarnos una partida a Driveclub Bikes, una expansión que parece que recicla mucho y tampoco nos ofrece tanto, pero la verdad es que por su precio añade un elemento que ya la hace ‘algo más’ que una simple repetición de eventos, pruebas y entornos. Y es que puede que dominemos Driveclub, pero tened por seguro que en la primera carrera de Bikes nos vamos a comer el peralte, la hierba y el muro de atrás hasta que dominemos la física radicalmente distinta de una supermoto.

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Convertida en expansión independiente, Bikes cuesta 14,99/19,99€, dependiendo de si tenemos DriveClub o no -juego del que hace tiempo que no se debe dudar en cuanto a 'estar roto', ya que Evolution supo ir arreglándolo hasta presentarnos un gran apartado online y social como era su objetivo. Y en su haber trae un buen puñado de nuevos eventos que superar, todas las pistas del DriveClub original sin cambios, y un total de 12 motos de Yamaha, Ducati, Kawasaki, BMW, Honda, MV Agusta , KTM y Bimota que ir ganando y personalizando en cuanto a pintura y aspecto del motorista. Puede que parezca poco y que en circuitos se dedique a ‘reciclar’ los originales, pero el fan de DriveClub que quiera experimentar con las motos tiene la ventaja de que ya se sabe los trazados, y el rookie que no jugase al original tiene aquí 78 pistas que aprenderse. En ambos casos, veterano o novato en la saga, el componente de las motos es lo que verdaderamente da el toque de frescura, puesto que aunque nos sepamos el trazado no es lo mismo recorrer Escocia lloviendo sobre dos ruedas, ni volar por esos trazados de tierra que contribuyen al derrape en la India.

Por el precio del juego tenemos un total de 42 pruebas, que puestos en conjunto suponen unas 3-4 horas de juego si vamos a pasárnoslo de un tirón y le pillamos el truco rápido a esto de las dos ruedas. Pero como nos ha acostumbrado DriveClub, en sus carreras hay más que ganarle al crono o quedar primero entre 12. Tenemos los habituales y aleatorios desafíos dinámicos que son difíciles de superar a la primera además de ganar la carrera. Aquí entra en juego la gran diferencia en Bikes, ya que si con los coches podemos derrapar, con las motos podemos lucirnos y hacer un caballito a toda velocidad con un ángulo de inclinación mantenido durante varios metros, o frenar de repente con la rueda delantera para que la moto se levante por detrás y pilotar así durante otra distancia determinada. Todo ello con tal de lucir en cada prueba con las 3 estrellas de perfección.

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 En sí tampoco es que nos vaya a durar mucho más, pero siempre contamos con la rejugabilidad de batir nuestro registro, de crear y aceptar desafíos –el pique contra un amigo que lo hace mejor que nosotros siempre es un factor. Y aunque nos gustaría que hubiese más motos y más tipos diferentes –solo están las de supermotos de más de 1.000cc-, hay que recordar el precio reducido del juego. Pero por si el modo Offline se nos queda pequeño, ahí tenemos su enorme multijugador, el mismo que se cargó la experiencia social del original en el estreno y Evolution arregló hasta dejarlo como está ahora. Bikes promueve la competición en equipo, dividiendo a los jugadores en dos bandos de 6 para que cada usuario cuente de cara a la victoria del equipo Rojo o del Azul. Sin lag, sin bugs, tal y como funciona el de la parte de los coches. Ahora sí hablamos de un estreno online con éxito y que fijo alarga la vida útil de esta expansión.

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Hay que aprender y dominar un nuevo arte de la conducción, uno en el que el peso del vehículo es muchísimo menor, en el que el freno delantero y el trasero son independientes,y saber cuándo aplicar uno o ambos es fundamental. Por descontado Bikes mantiene ese toque a medio camino entre el arcade de carreras y el tono de simulación. Obviamente se decanta más por oscilar ligeramente al estilo Moto Racer –una pena que la lluvia no afecte al rendimiento, sería divertido con semejante velocidad punta – que decantarse por algo en extremo realista como el Tourist Trophy, pero siempre manteniendo en cuenta que aquí tenemos penalizaciones por atajar por curvas, si chocamos contra alguien –las normas siguen igual-, y una moto no es igual que un coche a la hora de frenar y girar. Intentad corred simplemente usando el acelerador y luego no os quejéis si tardáis el doble en pasaros un evento porque nos comemos todas las curvas mientras la IA/rivales humanos las trazan perfectas.

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Dado el aumento en la aceleración y la ‘fragilidad’ de ir más rápido pero sólo sobre dos ruedas, la adherencia a la pista parece mayor, dando una sensación de pegarnos más al suelo, por lo que es difícil chocarse. De hecho no hay animaciones, sino volver a la pista como si activásemos el retorno nosotros. Esto suele pasar cuando perdemos el control totalmente, pero si sabemos que nos vamos al arcén o chocamos contra el bordillo, a veces el juego es permisivo si sabemos cómo darnos de forma más ligera, aunque otras nos castiga sin pudor a ese reinicio que hace perder 1-2 segundos valiosísimos. De nuevo aquí solo toca recorrerse una y mil veces los trazados y aprender sus trucos, cuándo clavar el freno y cuándo saber que un roce aquí no nos mandará al reinicio. Es lo que hemos dicho antes: Seremos expertos en DriveClub, pero en Bikes somos novatos hasta que dominamos la montura y aprendemos de nuevo a sacar milésimas al crono en entornos que ya nos sabíamos pero que ahora parecen desconocidos.

A nivel visual, pues quien conozca esta IP sabe que está ante uno de los juegos más fotorrealistas del momento con el que Evolution se recrea cada palmo de los entornos –De Escocia a Canadá, La India o el Japón- y la simulación climática. Y los reacios por el tema de los 30FPS, con Bikes tenemos desde el inicio esa sensación que DriveClub nos daba con los coches más rápidos: Velocidad altísima en estado puro que dominar. Los circuitos son los mismos, pero siguen luciendo igual de espectaculares, sobre todo cuando corremos nublado y con lluvia –dadle gusto al modo foto-, o vemos el sol ponerse y la pista oscurecerse. Salir de un túnel y tener ese efecto de deslumbramiento por la luz es ahora más intenso dada la velocidad, y si queréis realismo visual, poned la cámara no en el manillar, sino tras la visera del casco y con lluvia intensa, nieve o el sol del amanecer dejándonos ciego.

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En el tema de físicas no volaremos cuando nuestro piloto se estrelle –más bien son discretas-, pero cada una de las 12 motos tiene multitud de detalles en los que fijarse y quien no haya jugado nunca va a encontrarse de golpe con la brutalidad gráfica de DriveClub. En el plano sonoro encontramos de nuevo que la banda sonora del juego no impacta tanto como  a nivel visual. Ciertamente sabe subir de ritmo cuando hace falta, pero no destacaba en DriveClub ni destaca en Bikes. Lo que sí pega con fuerza es su montaje de efectos sonoros, con escapes, marchas que se quedan cogidas y motores que se revolucionan a cada curva y recta que tomamos.

7.8

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.