Dragones: El Amanecer de los Nuevos Jinetes
- PlataformaPS46.8XBO6.8NSW6.8PC6.8
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorClimax Studios
- Lanzamiento01/02/2019 (PS4, XBO, NSW)15/02/2019 (PC)
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorOutright Games
Dragones: El Amanecer de los Nuevos Jinetes, análisis.
A tiempo para el episodio final de la saga cinematográfica, vuelven Desdentado, Hipo y cia en esta aventura Diablo infantil para niños.
Aunque era importante para el estudio dado su presupuesto, la primera Cómo entrenar a tu Dragón no partía como una favorita precisamente. Sí, venía de los autores de Shrek y Monsters Vs Aliens, y además tenía dragones, pero francamente nadie se esperaba la enorme calidad que la cinta supuraba por todas partes, desde su guión a su épica BSO -John Powell, virtuoso de la orquesta-, personajes y el tono de la cinta. 9 años después -dios… casi una década ya, Tempus Fugit-, justo hoy viernes 22 de febrero, toca decirle adiós a Hipo, a Desdentado y a todo el clan en Cómo entrenar a tu Dragón 3, el culmen a la saga que llega con un videojuego bajo el brazo. Un juego que podía haber dado más de sí, francamente.
Escritorzuelo y Parches
Para quien no lo sepa, la saga How to Train your Dragon (HTTYD) no sólo se compone de la trilogía fílmica, sino que su gran recibimiento propició una serie para TV creada por la todopoderosa Netflix, Riders of Berk. Y este es el esquema que el juego Dragones: El Amanecer de los Nuevos Jinetes trae consigo: una aventura fuera del núcleo principal del tríptico fílmico, pero acompasada dentro del mismo universo y con los protagonistas originales. De esta manera, el juego se centra en Havenholme, una isla-refugio para dragones fuera de la costa de Berk que un día es atacada y quemada. Hipo y su Furia Nocturna aterrizan para ver qué sucede, y es ahí donde se encuentra con Escritorzuelo, un escriba desmemoriado que pronto se convierte en el protagonista de la historia.
Aunque en un principio podemos hacer una mueca al darnos cuenta de que no vamos a manejar ni a Furia Nocturna ni a Hipo, ese handicap se convierte en el pequeño acierto de la sencilla historia del juego, ya que nos permite revivir ese momento de ver a un dragón nacer y establecer un lazo con él desde el principio en la historia de Escritorzuelo y Parches. En sí la trama es muy sencilla y apenas entra en profundidad a lo largo de sus 5-6 horas de duración, dejando todo el grueso del videojuego a su parte jugable en este título que bien puede describirse como un Dungeon (& Dragons) Crawler isométrico para niños, una suerte de Diablo y Legend of Zelda combinados con dificultad, combate y exploración rebajados para el público base de los films y la serie.
Diablo III HTTYD Edition
Un ARPG aligerado incluso en su ‘party’, Dawn of New Riders nos pone al mando de un grupo compuesto por dos personajes: Escritorzuelo y Parches. El primero, el humano de la pareja, es básicamente el personaje de melée y puede portar un arma -por ejemplo un hacha o un martillo- para atacar, un escudo para defenderse y derivar ataques contextuales como flechas, y elementos de armadura como yelmos para mejorar su resistencia. Parches, el quimeragón que descubrimos siendo bebe y lo vemos crecer, es el personaje de apoyo con el set de skills necesarios para avanzar y los ataques a distancia. Con un golpe al botón L en Switch cambiamos entre uno y otro, algo que haremos a menudo para resolver el avance por el escenario.
El combate es sencillo y tampoco da mucho de sí. Tenemos un botón para golpear que puede desencadenar combos o un golpe devastador según lo pulsemos más rápido o más fuerte; podemos protegernos con el escudo; tenemos botón para esquivar; y nuestro compañero puede ayudarnos congelando por ejemplo a los enemigos y lanzándoles bolas de energía. Pero ya está, no hay más, y precisamente el no querer profundizar más en el sistema de combate es uno de los puntos a mejorar de la propuesta de Dreamworks.
Eso y que el no poder apuntar con Parches hace que todo lo que disparemos a distancia, ya sea objeto o enemigo, tenga que estar previamente calculado orientando al dragón más o menos en la dirección en la que queremos que dispare. Y otro elemento a reseñar es la pobre IA aliada del juego y el hecho de que nuestro compañero pueda recibir daño mientras no lo manejamos. La ventaja es que durante la fase infantil de Parches, los enemigos no le echan cuenta y sólo tenemos que preocuparnos de que no hieran a Escritorzuelo, pero en cuanto crece y se vuelve más peligroso, ambos personajes son sacos de boxeo en los que gastar preciadas pócimas de recuperación.
Astrid la Buhonera
Los niveles son pequeños escenarios interconectados formando un HUB general que podemos recorrer haciendo backtracking si queremos y buscando cosas como todos los cofres escondidos. La clave es que Escritorzuelo puede construir puentes derribando árboles, y Parches usa sus habilidades elementales para por ejemplo helar las aguas que separan las pequeñas islas y así nos abre caminos secundarios que explorar. Un detalle es que los enemigos se respawnean en los mismos sitios cuando volvemos a visitar ese escenario tras haber pasado a otro -kudos a la transición de un mapa a otro porque no hay tiempos de carga.
Y es que los elemento ARPG se notan enseguida, como el poder equiparnos una poción sanadora que usar a golpe de botón sin tener que entrar en ningún menú, o elegir entre armaduras y armas. Aunque el juego prescinde de elementos clásicos como un sistema de puntuación y/o de leveleo del personaje -basta con el equipo que vamos encontrando-, centrando todo ese desarrollo en un sistema superbásico de crafteo buscando hierbas y minerales mientras avanzamos por el escenario abriendo cajas, cortando plantas, derrotando enemigos y abriendo cofres. Y los usamos a modo de moneda de cambio para comprar tonicos, efectos, mejorar armas y fabricar nuevas armaduras durante el juego.
Dungeons & Zeldas
La vieja conocida de Astrid es algo así como la buhonera en este universo, de hecho cuenta con su propia tienda, La Alquimia de Astrid, y nos sirve para comprar tónicos de salud y power ups temporales que aumentarán nuestra fuerza en el ataque, la velocidad de movimiento o recibir menos daños en los golpes del enemigo. Y hasta aquí toda la estrategia del juego, que como decimos es un Diablo para niños con un skin de HTTYD, con lo cual no es para nada una mala opción si uno/a quiere iniciarse en el género RPG isométrico.
No hemos citado a Zelda a la ligera, ya que tras un primer mapa costero, pronto el juego nos lleva por mazmorras y Dungeons bien clásicos, de los de trampas en el suelo, lava hirviendo y estructuras mezcla de metal y madera. El combate y la exploración se mezclan con peleas contra Jefes Finales -muy fáciles, la verdad- y puzzles a realizar entre Escritorzuelo y Parches que tampoco os robarán demasiado tiempo pero con algunos divertidos de hacer en cooperación. Quizás que el elemento que más se merece destacar son las secuencias entre fase y fase, ya que consisten en niveles de vuelo en los que surcamos el cielo a bordo de Parches con una cámara clásica en tercera persona, El único problema es que son momentos puramente transicionales, por lo que no hay un verdadero desafío: ni combates, ni carreras, ni conseguir objetos. Volamos de A a B y punto. Sin duda una ocasión desperdiciada para crear fases estilo Panzer Dragón / Lair al estilo arcade que le hubieran dado un plus al juego.
Eficacia visual
Así podríamos definir al aspecto gráfico: eficaz. A sus 30-40 frames de velocidad refleja a la perfección el diseño y estilo artístico del universo HTTYD, es colorido y tiene detalles bonitos,. En sí las texturas son planas pero hay momentos que destacan, como algunos Dungeons y momentos con Jefes Finales. Eficaces y cumplidores, lo mejor es sin duda en las fases de vuelo, la parte en que el juego más se luce visualmente. El apartado de sonido es similar, con el detalle de que no hay diálogos doblados, sólo expresiones monosilábicas, gruñidos y susurros.
Los diálogos tendremos que leerlos mientras suena una BSO que tiene una tonalidad celta bonita. Aunque no llega a la altura de las tremendas orquestaciones corales de John Powell en la trilogía fílmica, sí que funciona bien con ese aire céltico-folk buenrollero. Una pena que no oigamos las voces de los protagonistas de la peli, al menos las de Hipo y Astrid.
**Nota: Este análisis ha sido realizado con un código para Nintendo Switch
Conclusión
¿Sabéis esa sensación de cuando estás ante un juego que es un mero ‘cash-in’ rápido hecho para aprovechar el momentum de una película? Pues lo curioso es que Dragones: El Amanecer de los Nuevos Jinetes no da esa sensación. Sí que tiene varios aspectos que podrían o haberse mejorado o haber tenido más profundidad. Y aunque como juego tiene varias carencias, como ARPG inicial para un niño/a que quiera iniciarse en las mecánicas roleras y/o de Dungeon Crawler, este Dawn of the New Riders es ciertamente recomendado para ello. Aunque si esperas un título que sea un colofón como lo es la tercera parte de la saga cinematográfica, no lo es. Si sólo le hubieran metido un coop local para 2 jugadores tipo LEGO y quizás un editor de personajes…
Lo mejor
- Su aproximación ligera al género lo hace ideal para que un niño/a se inicie en los Dungeon Crawlers / RPG isométricos
- Las fases de vuelo y los dragones a reclutar
- La parte emocional de la historia en su tramo final
- Algunos de los Final Bosses, de los grandes puzzles y el manejo de los dos personajes para resolverlos.
- Al público base de HTTYD le gustará
Lo peor
- La IA aliada, que no ayuda precisamente
- El no poder crear un personaje. Un editor de personajes habría sido un acierto.
- Lo desaprovechadas que están las fases de vuelo, no hacemos casi nada
- Un poco más de profundidad en el sistema de combate habría estado bien
- Pide a gritos un coop LEGO que le habría venido muy bien
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.