Estrategia en la China Feudal

La Historia

Uno de los periodos más relevantes de la historia de China fue el conocido como  "La Época de los tres Reinos". Gran parte de la fama de esta época se debe a una novela histórica tremendamente popular en China, que fue publicada en 1350 y que lleva por título "El romance de los tres reinos".

En esta novela, un equivalente cultural a nuestro Quijote, se relata un periodo de 100 años de la historia del país (184-280 d.C), que incluye la batalla de los acantilados rojos (208 d.C) que a su vez da nombre al juego. Para entrar en situación y a grandes rasgos, el contexto histórico es el siguiente:

A finales del siglo II, las dinastías de emperadores que habían gobernado históricamente China se encontraban en una fase de decadencia, la dinastía Han empezó a dejar que la nación se fuera fraccionando lentamente y que pequeños señores feudales se fueran haciendo con sus parcelas de poder. En esta situación de caos surgieron tres de los personajes con más importancia en la historia de la china de la época, y que lideran las tres facciones presentes en el programa: Cao-Cao, Liu Bei y Sun Quan.

Cao Cao fue uno de los más brillantes estrategas militares de toda la historia de China, supo formar unos de los ejércitos más versátiles y poderosos de toda la época antigua, y para finales del siglo II controlaba prácticamente todo el norte del país.

Además de un brillante militar, Cao-Cao estaba dotado de buenas dotes políticas, y la historia dice de él que era uno de los gobernantes más maquiavélicos de toda China, llegó a mantener secuestrado al emperador durante meses, obligándole a emitir comunicados que le beneficiaban.

Liu Bei y Sun Quan fueron dos importantes señores feudales del oeste y el sur respectivamente. Son recordados como gobernantes justos, aunque sus reinos no estaban a la altura del de Cao-Cao, que en el 200 d.C tenía intención de apoderarse de toda China. Durante los primeros años del siglo III Cao-Cao fue extendiendo sus dominios hacía el sur, sin encontrar prácticamente ninguna oposición hasta la fatídica batalla de los acantilados rojos en el 208 d.C.

En dicha batalla, Liu Bei y Sun Quan, viendo la amenaza que suponían las tropas que venían del norte, se aliaron y presentaron un frente unido de 50.000 hombres que luchó contra el ejército de más de 200.000 soldados de Cao Cao.

El exceso de confianza de Cao Cao, unido a unas tácticas afortunadas de los otros dos señores, que lograron diezmar la flota de naves de Cao Cao con un pequeño ataque suicida de botes incendiarios, supusieron que Cao Cao perdiera la batalla, sufriendo además numerosas bajas y salvando su propia vida de milagro.

La batalla de los acantilados rojos supuso el punto final de las ansias expansionistas de Cao Cao, y dividió China en tres reinos, dando origen a la "Época de los tres Reinos", que duro casi un siglo.

El Juego

El programa de Object Software, distribuido en España por Planeta De Agostini Interactive nos permite vivir esta época, encarnando a uno de los tres grandes gobernantes. Dragon Throne se nos presenta como un clásico programa de estrategia en tiempo real, de los que el mercado está ya más que saturado, sin embargo, los programadores han decidido hacer hincapié en ciertos aspectos particulares no muy utilizados para conseguir diferenciar "Dragon Throne" de otros títulos como las sagas "Warcraft" y "Command & Conquer".

El hecho de si han conseguido o no crear un producto diferente vamos a analizarlo en detalle en las siguientes páginas, pero para los impacientes voy a adelantar que no creo que en los anales del software se hable nunca de un antes y un después de "Dragon Throne".

Por si queda alguien en este planeta que no sepa como funciona un ETR voy a explicar en líneas generales (muy generales) el planteamiento de este tipo de juegos. Independientemente de que la ambientación sea de Espada y Brujería, Ciencia Ficción o Histórica (como es el caso que nos ocupa), los clásicos ETR aúnan dos facetas principales: La gestión de recursos y el combate. Las tropas que manejamos tienen una o varias bases en las que debemos recolectar los recursos al uso para luego con ellos construir unidades militares con las que combatir al enemigo.

Bueno, como en realidad esto ya lo sabíamos todos, vamos a ver en qué se diferencia el juego de Object Software.

¿Qué tiene de particular?

En primer lugar, se ha apostado por una estrategia mucho más reposada de lo que es habitual. Nadie hará jamás un "Rush" jugando a "Dragon Throne". Esto se ha conseguido apostando por un componente muy alto de Micro gestión, o gestión de ciudades. Aquí los edificios no generan tropas, sino que la única tropa que podemos generar son campesinos (además sólo puede haber un edificio que los genere en cada ciudad).

Si queremos tropas de combate, como arqueros o soldados, tendremos que coger a un campesino y entrenarlo en las armas. Sin embargo, esto nos hará, obviamente, perder al campesino. La gestión económica también esta algo más elaborada que en los "XXXCraft", debemos especializar a los campesinos en cultivo de granjas, cuidado de cerdos, fabricación de vino, etc. El juego contempla bastantes recursos a producir y mantener.

Otro aspecto en que trata de diferenciarse de títulos clásicos dentro del género es el de los mapas. Existe un mapa general desde el que se domina toda la región en la que estamos jugando, y por el que se pueden mover tropas, sin embargo, en él las ciudades aparecen señaladas únicamente por un símbolo de ciudad. Cada ciudad tiene, además, su mapa independiente, en el que si que están todos los edificios, granjas, fábricas, etc.

Podemos tener las tropas en cualquiera de los dos mapas. Por ejemplo, para tomar un pueblo enemigo debemos ir por el mapa general hasta él, entrar en el pueblo, y ya en el mapa del pueblo asaltar las murallas y atacar los edificios.

También merece la pena destacar el tratamiento que se ha hecho de la caballería. No existen unidades de infantería y caballería diferenciadas desde sus inicios. Lo que hay son caballos, que existen como entidades independientes (podemos encontrarlos pastando tranquilamente), y si un arquero, por ejemplo, captura un caballo, se convierte en una unidad montada, aumentando sus atributos. Después, en batalla, puede que maten al arquero, al caballo, a los dos o a ninguno. También es posible que matemos a un jinete enemigo y nos quedemos con su caballo.

Y por último, pero no menos importante, no puedo dejar de destacar el hecho de que absolutamente todas las voces del juego han sido traducidas ¡al CHINO¡ Sí, eso es, habéis leído bien, todos los personajes hablan en mandarín, eso sí, con unos cuadros de subtítulos en castellano que nos permiten enterarnos de lo que están diciendo ya que, al menos el que suscribe no tiene ni la más remota idea de lengua China.

Dentro de lo que cabe, parece que las entonaciones son bastante buenas, y cuando nos sueltan un discursito más o menos largo recuerda a una película de Akira Kurosawa (sí, ya sé, eso es japonés, pero que queréis, a mí me suena todo parecido).

Si, bueno, pero, ¿qué tal les ha salido?

Pues la verdad es que el resultado general del juego es bastante mediocre. El tema empieza con un motor gráfico totalmente desfasado, que lo único bueno que tiene es que permite resoluciones de hasta 1024X768 (tampoco es para tirar cohetes, lo sé).

Aquí olvidaros de entornos 3D, esto es todo a base de "Sprites", a mi me ha recordado bastante al C&C: Tiberian Sun, que ya tendrá sus dos añitos, así que haceos una idea. Ojo, que yo soy de los que opinan que el apartado gráfico no es decisivo en un programa de estas características, pero al menos hay que salvar la cara, y esto tiene el aspecto de un juego del año 2000.

Bueno, siendo justos aquí se ha apostado más por una buena ambientación histórica, un sistema de juego diferente, etc., por lo que cebarse con el aspecto gráfico tampoco sería ser justos con el juego.

El problema es que tampoco se ha conseguido un estilo de juego diferente. Se ha conseguido un estilo de juego más lento, eso sí, pero que sea más lento no quiere decir que sea diferente. Simplemente nos obliga a hacer más campesinos, unos para soporte económico y otros para la guerra.

El tema de los dos mapas es un detalle interesante, pero no consigue del todo su función, simplemente es como si hubiera que hacer "Zoom" en las ciudades. Además, en ocasiones se nos queda parte del ejército en el mapa que no debe, con lo que nos masacran al resto.

Resumiendo, no estamos ante un mal juego de estrategia en tiempo real, y en mi opinión hay que reconocer a los chicos de Object Software el mérito de haber intentado hacer algo diferente, algo muy valiente hoy en día, en un momento en que el mercado esta saturado de clónicos de "Dune 2".

Sin embargo, se ha quedado en eso, en un intento, no se ha logrado un producto claramente diferente, se ha logrado un juego que no es idéntico a "Warcraft", pero que es más aburrido de jugar, además de mucho menos vistoso.

Audio y vídeo

Como ya se ha comentado antes, el motor gráfico no es ningún alarde de tecnología. El aspecto es el de un juego de hace un par de años, aunque hay que reconocer que los gráficos son "bonitos", y que todas las tropas y construcciones tienen un diseño bastante bueno, en plan restaurante chino, así que imagino que habrán logrado reflejar el espíritu de la época.

Un aspecto puntual que a punto estuvo de ponerme de los nervios es el siguiente, de vez en cuando se ve como pasan corrientes de viento sobre las ciudades, muy bonito y tal. Pues bien, en las zonas del mapa que aún no hemos explorado (y que son negras) también pasa el viento, con lo que se produce un efecto como de que estuviera permanentemente nevando sobre las zonas del mapa que no conocemos, lo cual distrae al jugador.

En cuanto al audio, pues bueno, ya he comentado que esta todo en mandarín, lo cual es digno de mención, respecto a la música decir que cumple su función, con esta escala oriental de cinco notas que siempre que la oigo hace que me apetezca pedir pollo con almendras.

Los efectos igual, normalitos, los típicos gritos, choques de espadas y tal, lo que uno espera encontrar en un juego de estos.

Guión

Un diez en el apartado del guión, elijamos el personaje que elijamos la historia nos va llevando poco a poco por los acontecimientos más importantes de la época. En este aspecto se nota que el equipo de diseño ha llevado a cabo una muy buena labor de documentación y que la han plasmado en el juego con cuidado.

Una parte muy interesante y divertida del juego es que hay ciertas misiones que se pueden resolver haciendo cosas que realmente se hicieron en la época. Por ejemplo, en una de las primeras misiones del juego tenemos que tomar tres poblados, pues bien, en uno de ellos podemos, en lugar de asaltarlo, simular que enviamos un carro lleno de regalos, pero que en realidad es una trampa para asesinar al señor del poblado. Tras caer él, el pueblo se rinde. Son detalles que hacen las misiones un poco diferentes, y se agradecen.

En el aspecto educativo se trata de un gran juego, ya que por lo menos nos hace conocer a grandes rasgos las características de la China antigua, que es una gran desconocida para nosotros.

Jugabilidad

La verdad es que la jugabilidad no es uno de los aspectos mejor resueltos del juego. En la opinión personal del que escribe este artículo, el juego se hace bastante pesado, al final son demasiados los campesinos que hay de dedicar a labores de soporte, demasiados productos a fabricar para un juego de estas características.

Construir un ejército decente se acaba convirtiendo en una prueba de paciencia, ya que no sólo hay que construir los campesinos, luego hay que entrenarlos uno por uno y dotarlos de tropas de apoyo (carros de suministros, máquinas de asedio, etc.)

Además (a 1024X768) las tropas son muy pequeñas, y a veces resulta difícil saber a primera vista que tipo de tropa estamos seleccionando.

Estrategias y Trucos

Respecto a estrategias, pues funcionan las típicas de cualquier juego de su clase, aunque detallare algunas que pueden ser útiles. Procura tener más tropas que el contrario a la hora de atacar, también es buena idea el mezclar tropas de ataque a distancia con tropas de cuerpo a cuerpo, ya que así se potencian las ventajas de las dos.

Intenta usar el terreno de forma que te de ventaja, por ejemplo, si el enemigo ha de pasar obligatoriamente por un puente y colocas un grupo de arqueros cubriéndolo, conseguirás desgastar su ejército.

Procura prestar atención a lo que te dicen los consejeros, en ocasiones te dan pistas para conseguir superar las misiones sin necesidad de ataques frontales. Los caballos son más importantes de lo que parecen, suele ser muy buena idea el dar una vuelta por los alrededores del pueblo inicial para 'reclutar' todos los caballos salvajes que podamos.

Comparándolo con...

Bueno, comparándolo con el máximo referente de los ETR en este momento "Warcraft III", "Dragon Throne" sale perdiendo en todo lo referido a tecnología (Gráficos, sonido, etc.). También sale bastante mal parado en términos de jugabilidad, ya que a decir verdad "Warcraft III" es mucho más divertido de jugar.

La ambientación histórica es muy buena, las voces en mandarín son toda una gozada para los oídos y tiene algunas ideas curiosas que lo diferencian de los ETR clásicos.

Lo que no está tan bien

El motor gráfico esta totalmente desfasado, la mecánica de juego es un tanto engorrosa, se hace aburrido y la presentación de la caja y el manual son de juzgado de guardia (no os perdáis el apartado del manual)

Enlaces

Manual

El tema del manual no tiene desperdicio. En realidad no hace falta ni llegar al manual, ya la caja tiene unos detalles de calidad que la hacen una pieza de coleccionista (por lo menos la que me han enviado a mí).

Cogemos la caja y miramos la portada, que por cierto no es ninguna maravilla. Vale, ahora le damos la vuelta y leemos la contraportada…."Dragon Throne - The Battle of Res Cliffs es un épico juego…..". ¡¡RES Cliffs¡¡, metedura de pata en la primera línea, os lo juro, comprobar en cualquier tienda, en la primera línea han metido la gamba, y eso que lo distribuye Planeta, que se supone tendrá un buen equipo de editores.

Ya prevenidos por la caja cogemos el manual con miedo. Efectivamente, es una de esas lecciones magistrales sobre como no hacer un manual. Hasta 5 faltas de ortografía conté en una lectura rápida, y no fallitos tipo tildes y tal, no, no, en plan profesional, con frases como "Desarrollos en ciencia avanzada solo llevarse a cabo si se ha nombrado un técnico", digno del mismísimo Toro Sentado.

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