Uno de los personajes más carismáticos de la Disney inicia el desembarcon en PS2.

Si le preguntarais a cualquier niño qué personaje de dibujos animados es su preferido, lo más probable es que os conteste que alguno de los Pokémon. Pero si esa misma pregunta se la hacéis a vuestros padres, o incluso a vuestros hermanos mayores, alguno de ellos seguro que siente especial debilidad por un pato vestido de marinero y con cara de pocos amigos. Ese es Donald, el pato Donald, uno de los dibus más queridos de la factoría Disney y protagonista de algunos de los mejores cartoons del gigante americano.

Por supuesto, Donald ha aparecido en un gran número de video-juegos con suerte más bien diversa, pero hay que destacar uno por su grandísima calidad y su enorme capacidad de diversión: "World of Illusion", la segunda parte de "Castle of Illusion", en el que el pato con más fans del mundo compartía protagonismo con el famosísimo Mickey Mouse.

Este título apareció a mediados de los años 90 para una entonces pletórica Megadrive y, si mal no recuerdo, la única razón por la que no logró alcanzar el primer puesto en las listas de éxitos fue el coincidir en fechas con el juegazo de Delphine Software "Flashback", el segundo capítulo de el inigualable "Another World". En fin, este melancólico apunte (que viejo que me estoy haciendo snifffff ;) ) sirve para demostrar que, al contrario de lo que mucha gente cree, los juegos basados en licencias de Disney o de cualquier otra empresa dedicada principalmente al sector infantil (como Bandai, Hasbro, Mattel, etc.) no tienen porqué estar carentes de calidad y buenas maneras.

Bien es cierto que en muchas ocasiones nos sentimos defraudados al ver como los programadores han desaprovechado unos personajes tan entrañables y potencialmente tan apropiados para un video-juego en títulos que no deberían haber salido a la luz. Pero no siempre es así, y en ocasiones buenas licencias apadrinan a juegos muy válidos en su género capaces de cohabitar en las charts con vacas sagradas como Sonic o Mario. Pero por desgracia éste no es el caso...

"Donald Duck Cuac Attack" ha sido realizado por Disney Interactive, el mismo grupo de programación responsable de otro de los lanzamientos de este mes para PS2, "Dinosaur". Ambos juegos, curiosamente, pecan prácticamente de los mismos fallos, aunque hay uno que destaca sobre todos ellos: el desaprovechamiento total de un soporte tan potente como la PS2. Tanto es así que en la misma caja del juego ya se nos "advierte" que la única gran novedad de la versión para la 128 bits de Sony son algunos nuevos movimientos especiales que el protagonista será capaz de ejecutar en determinadas situaciones.

Eso es como justificar el uso de un dispositivo de tanto almacenamiento como el DVD con la inclusión de unas cuantas animaciones de más, o la aparición de niveles inéditos... y es que un simple vistazo a los gráficos podría perfectamente inducirnos al engaño y llevarnos a pensar que nos encontramos ante un título para Nintendo 64 o incluso para PSX. Pero bueno, si no dejamos que el aspecto gráfico (sin duda sobre valorado en los tiempos que corren XD) nos amedrente, nos encontraremos con un juego correcto sin más, capaz de mantenernos entretenidos por un rato recorriendo sus múltiples pantallas.

¿Y la historia? Pues resulta que Daisy, la eterna prometida de Donald, ha sido secuestrada por el perverso mago Merlock durante un programa de investigación que estaba realizando para la televisión de Patoburgo. Su valiente ( y malhumorado ) novio se ha puesto inmediatamente en su busca, contando con la inestimable colaboración del inventor Ungenio. Éste está retocando su último invento: una máquina tele transportadora que el pato genial ha bautizado como el Ungenio-tele transportador tubal. Ésta podría haberle puesto las cosas mucho más fáciles a su emplumado amigo... pero Narciso Bello se adelanta a su primo y se introduce en ella, con el único propósito de rescatar a Daisy antes que lo haga el propio Donald. Al hacerlo casi toda la energía del transportador se agota, por lo que el inventor insta a Donald a conseguir reunir los gamma-reflectores suficientes como para restaurar todo el poder de su máquina.

Así pues, nuestro papel consistirá en ir superando niveles, siendo recompensados al final de cada uno de ellos con uno de los deseados aparatos. Al final de cada mundo aparecerá un boss al que tendremos que enfrentarnos y al final del último mundo el mismísimo Merlock nos espera para evitar el feliz desenlace.

Aunque es un juego bastante previsible, en este "Donald Duck Cuac Attack" se han añadido algunos extras tan originales que parecen sacados de hits como "Super Mario Bros. 3" o "Donkey Kong Country", aunque, por supuesto, la calidad global de este "Cuac attack" queda muy por debajo de esos dos monstruos del plataformeo de Nintendo. Algunos de esos bonus adicionales son la posibilidad de que el protagonista cambie su atuendo, nuevos movimientos especiales y una especie de sótano de entrenamiento en el que, ante la atenta mirada de nuestros sobrinos, intentaremos familiarizarnos con los ataques que Donald es capaz de ejecutar. Detalles de calidad que consiguen hacer brillar con luz propia a este juego durante unos instantes. Lástima que su fulgor sea tan efímero...

Impropios de la PS2. Si no fuera por que así lo indica la caja de este "Donald Duck Cuac Attack", uno podría llegar a pensar que está ante un título para PSOne. Y es que aquí no encontraréis nada que indique que es un juego para una consola de 128 bits. El punto de vista usado en la mayoría de los niveles, al estilo "Crash Bandicoot", dificulta el control en ocasiones, aunque hay que decir que no en demasiadas. Lo que sí es de lamentar es la aparición de esporádicas ralentizaciones, del todo inexplicable dada la potencia de la consola que lo alberga y de lo simple de los escenarios.

  m  ú  s  i  c  a

Melodías muy a lo "Looney Tunes", animadas, dicharacheras y muy, muy divertidas que conseguirán atraer vuestra atención hasta tal punto que os sorprenderéis a vosotros mismos tatareándolas. A pesar de que no se hacen repetitivas, se echa en falta una mayor variedad. A destacar el cambio de ritmo de las canciones dependiendo del estado de ánimo del protagonista, adaptándose perfectamente a la acción.

  s  o  n  i  d  o   f  x

Lo mejor, sin duda, son las voces de los personajes, sobre todo la de Donald, que os arrancará más de una carcajada. Su inconfundible voz nos acompañará a lo largo de todos los mundos del juego, convirtiendo así nuestra misión en algo mucho más llevadero. Ah, y cuando no sepáis qué hacer presionad el botón triángulo: Donald nos soltará alguna de sus frases y podremos reírnos un rato. El resto ( explosiones, impactos y demás ) son más bien discretos y se limitan a cumplir su función, eso sí, sin adornarse mucho en su labor.

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

Al principio su look plataformero 3D os atraerá por la teórica libertad de movimientos que implican los escenarios tridimensionales. Pero no tardaréis en daros cuenta que las 3D aquí sólo conllevan un cambio en la perspectiva y poca cosa más. Aunque es cierto que algunos niveles son francamente entretenidos, como el de la mano gigante que nos persigue, se echa en falta algo de originalidad, más variedad y, sobre todo, alicientes para que nos sintamos obligados a jugar una y otra vez. Y es que la dificultad de este título es una de las peores ajustadas que he visto nunca. Me explico: niveles monótonos en los que únicamente deberemos esquivar a los ilusos enemigos (simples autómatas que se mueven por sus rutas premarcadas) se entremezclan con otros en los que deberemos superar precipicios saltando de tronco en tronco.

Y esto en el primer mundo. Los que hayan jugado a títulos como los protagonizados por el fontanero italiano conocerán que es regla tácita el no dificultar mucho al jugador en los niveles iniciales para no descorazonar a los jugadores de buenas a primeras. Los diferentes trajes y los movimientos especiales proporcionados por Jorgito, Jaimito y Juanito, los sobrinos de Donald, son un buen intento de alargar la vida de este plataformas, pero la tentativa se queda en agua de borrajas visto el pobrísimo trabajo realizado por los diseñadores de los mundos.

  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

Decepcionante desde principio a fin, "Donald Duck" no consigue captar nuestra atención en ningún momento a causa del nefasto trabajo gráfico realizado. Otro gallo cantaría si este mismo juego hubiera salido para PSOne, pero la gente de Disney Interactive, como programadores, y los de Ubi Soft, como distribuidora, deben entender que los que hemos invertido tanto dinero en una máquina de nueva generación queremos títulos que expriman hasta las últimas consecuencias nuestra nueva consola, o que por lo menos muestren algo que no hayamos visto hasta ahora.