Vuelta a los orígenes

Para aquellos jugadores que vengan de entregas anteriores de la franquicia DoDonPachi, Blissful Death mantiene las mismas mecánicas que tantas alegrías han dado a la compañía nipona; en este sentido no hay innovación alguna pero resulta tan efectivo como adictivo. Como viene siendo habitual en el género, para jugar debemos colocar nuestro dispositivo en posición vertical y podemos elegir entre tres vistas diferentes para seguir la acción desde lejos, en formato estándar o a pantalla completa. Eso sí, al tratarse de un port arcade, la resolución no se adapta completamente a la pantalla del iPhone o iPod Touch, con lo que tendremos que acostumbrarnos a un marco que al menos contiene algo de arte del juego; o eso o conformarnos con unos píxeles demasiado evidentes.

Para manejar a nuestra nave tenemos dos opciones a nuestra disposición; podemos dirigirla posicionando nuestro dedo sobre ella o bien tocar la pantalla en su parte inferior como si de un joystick virtual se tratara. Cada jugador puede averiguar qué opción se adapta mejor, aunque a priori la segunda opción resulta más eficaz, ya que no tapamos parte de lo que ocurre en pantalla con nuestro dedo; además, podremos saber exactamente donde se sitúa nuestra nave en relación a nuestros enemigos y sus proyectiles. A la izquierda de la pantalla se sitúan los botones de acción; uno activa nuestras bombas mientras que el otro actúa como selector de láser, alternando entre un disparo concentrado y potente y uno más amplio aunque algo más débil. Los combos de ataque serán realmente necesarios para acabar con flotas enteras de nave y conseguir las mejores puntuaciones.

A nivel gráfico nos encontramos con todo un espectáculo visual; multitud de naves enemigas –de tamaños y diseños muy variados–, cada una con sus patrones de ataque y sus propias armas. A pesar de que su estilo pueda resultar algo desfasado –en parte por los problemas de pixelación antes comentados–, como en todo título de Cave, la pantalla se transforma en un auténtico campo de batalla, con explosiones, disparos, etc. A medida que vayamos avanzando por los niveles y derrotando a nuestros adversarios, conseguiremos power-ups muy valiosos para nuestra nave, ya que nos permitirá aumentar nuestro poder de ataque.

Aunque los verdaderos protagonistas de la saga DoDonPachi son los espectaculares jefes finales de fase, que nos obligarán a sacar lo mejor de nuestras habilidades táctiles. Su potencia de fuego y resistencia son muy superiores al resto de enemigos y debemos esquivar sus constantes ataques mientras intentamos descubrir sus puntos débiles para atacar sin descanso. Estos combates resultan muy épicos y nos brindarán momentos para recordar. Por otro lado, Cave siempre ha ofrecido dos modos de juego principales para su franquicia DoDonPachi, es decir, el modo arcade original y un modo arcade para jugadores más ocasionales; mientras que el primero es sólo recomendable para los fans de la saga –dada su manifiesta dificultad por la cantidad de enemigos y disparos frenéticos–, el segundo permitía disfrutar de la experiencia sin demasiadas complicaciones.

Pues bien, en Blissful Death sólo contamos con el modo arcade original, aunque eso sí, con la posibilidad de elegir entre cuatro modos de dificultad diferentes. Eso sí, el modo de dificultad más alto es sólo apto para los jugadores bien curtidos en la saga, puesto que el nivel de enemigos y sus ataques hacen que cada nivel sea un auténtico infierno. Contamos con dos tipos de naves que podemos combinar con tres Elemental Dolls –Shotia, Leinyan y EXY–, lo que nos da un total de seis naves diferentes. Con cada combinación obtendremos diferencias en nuestro poder de ataque, movilidad y armadura; sólo debemos hacernos con la que mejor se adapte a nuestra manera de jugar.