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DJMAX Respect

DJMAX Respect

  • PlataformaPS48.5
  • GéneroSimulación
  • DesarrolladorNeowiz
  • Lanzamiento07/03/2018
  • EditorNeowiz

DJMax Respect, análisis

Llega a occidente la nueva entrega de la aclamada saga rítmica de Rocky Studio, y lo hace casi 9 meses después de su estreno original en el mercado asiático. Cargado de temas y dificultad endiablada, busca hacernos partícipes de su gran show musical.

DjMax Respect, análisis.

Ha llovido mucho desde las míticas entregas DJMax Portable en PSP, pero los desarrolladores coreanos de Rocky Studio no se habían olvidado de una saga que vuelve con todos los ingredientes que hicieron tan adictivas todas las anteriores ediciones. Y es que, aunque los más novatos deban ir sobre aviso para tomar todas las precauciones y los menos pacientes deban alejarse todo lo posible del juego, la mecánica, la música y el desafío que componen DjMax Respect son un auténtico vicio.

Más que un recopilatorio.

Una de las primeras cosas a remarcar es que no estamos ante un remáster de la edición trilogy ni otro tipo de compilación de entregas anteriores metidas en un solo juego tal cual. Respect aúna muchos temas musicales ya escuchados en la saga (hasta 107) totalmente remasterizados para una mejor calidad de sonido, y añade otros 40 totalmente nuevos para hacer unos números de base muy elevados que garantizarán muchas horas de música. Si todavía queremos más, tendremos otros temas por DLC que se han ido ofreciendo desde su lanzamiento original en Japón y que amplían la lista total por encima de las doscientas piezas. Por supuesto, el aspecto visual también está revitalizado con una resolución de 1080p y una tasa de imágenes por segundo de 60fps, todo listo para no culpar al funcionamiento técnico de nuestros propios fallos.

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Superando el miedo escénico.

Subirse al escenario de DJMax no es difícil, pero conquistar al público nos sacará hasta la última gota de sudor. Su mecánica es simple y clásica: tenemos una pantalla vertical ocupando (habitualmente) el centro de la imagen y varias fichas van cayendo de arriba hacia abajo. Nuestro objetivo es pulsar la tecla que corresponda a cada una de ellas a su paso por la línea inferior con la mayor precisión posible para ganar más puntos y, ya puestos, no hacer que la melodía desentone por nuestra culpa. Para saber qué botón tenemos que pulsar debemos atender a la barra en la que aparecen los símbolos ordenados de izquierda a derecha, de modo que la pantalla queda dividida en columnas por las que se deslizan continuamente las fichas.

La teoría no ofrece mayor complicación, pero la práctica no podría ser más chocante desde el primer contacto. La dificultad depende de la velocidad de la canción y el número de botones que hayamos decidido utilizar (cuatro como mínimo, ocho como máximo), pero los inicios son exigentes para todo principiante en cualquiera de los casos. Otros sistemas como la colocación de iconos representativos de cada botón dentro de las fichas ayudarían a hacer el juego algo más accesible, pero en DJMax se nos fuerza a interiorizar la ubicación de cada tecla para responder mecánicamente, ya que la mera memorización hará que fracasemos igualmente al no haber tiempo ni para pestañear. Por si fuera poco, también tendremos que encontrar una forma óptima de sostener el mando para evitar que las contorsiones nos rompan los dedos, siendo habitual posar el controlador en una mesa y limitarse a pulsar los botones como si estuviéramos manejando un teclado. El elemento clave para complicarnos la vida independientemente de lo que hagamos está en los sticks analógicos, que aparecen ocasionalmente para reventar toda buena acomodación que hayamos logrado con el resto de botones.

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Reto añadido al reto.

El modo habitual del juego consistirá en cumplir lo mejor posible con lo que hemos descrito y obtener el mayor grado de puntuación (cada nota tendrá un porcentaje de precisión, y sólo hacerlo al 100% nos garantiza que el tema suene como está originalmente planificado). Sin embargo, no es el único objetivo que tendremos a lo largo de cada una de las modalidades. Al modo libre para jugar la canción que nos apetezca se une un arcade en el que hemos de completar una serie de temas en la dificultad elegida y los modos multijugador, donde tenemos la posibilidad de competir online y, también, de manera local con otro amigo. Además disponemos del modo misión, en el que iremos progresando a medida que cumplimos con ciertos requisitos exigidos en cada prueba particular y que pueden consistir en mantener un ratio de precisión determinado (y no se andan con medias tintas: desde el principio piden rondar el 90%), alcanzar un mínimo de puntuación, obtener un combo de determinada longitud, etc. 

Estas pruebas suelen ir aumentando la dificultad de manera progresiva y consisten en varias canciones, de modo que ser eliminado en una de ellas nos dará por fracasado el total de la misión. Además, en ocasiones nos encontramos con complicaciones añadidas de muchas formas: pantalla bailarina para desconcertarnos, notas que se difuminan al llegar a la barra de toque, elementos que tapan parte de la imagen… la mente humana siempre ha sido muy hábil para buscar formas de las que hacérselo pasar mal a los demás, y hemos de admitir que no han estado poco finos en esta ocasión. Los retos son muy duros y es fácil quedarse atrapado cada poco tiempo en algún punto, pero lo verdaderamente reseñable es lo muchísimo que notamos nuestra continua progresión: al principio parecemos auténticos inútiles, completando las pistas más fáciles con lo justo, y pocas horas después nos encontramos emocionados por manejar cinco o seis botones a una velocidad considerable. Sin embargo, esto no sería más que el principio, y es que es un juego de habilidad con todo lo que ello implica, exigiendo muchísimo aprendizaje y práctica para ser dominado. Cada botón añadido es una auténtica losa.

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Cantidad, calidad… y variedad.

En muchas ocasiones nos encontramos con juegos musicales excesivamente encorsetados en un estilo. No es el caso de DJMax Respect, que cuenta en su repertorio con géneros tan dispares como el pop, la música electrónica, el rock o el r&b, todos ellos con varios registros diferentes. Esto aumenta las posibilidades de que nos encontremos con temas que no nos gusten demasiado, pero asegura que alguno sí nos agrade. Aunque en los grupos de canciones de cada misión podemos considerar extrañas algunas mezclas, lo cierto es que se agradece bastante cambiar de tercio de vez en cuando. 

A la cantidad de horas asegurada por las misiones y otros retos del modo arcade hemos de sumar el mero placer de completar y, sobre todo, perfeccionar, nuestros temas favoritos. El mero entretenimiento que ello supone y la satisfacción de mejorar cada vez más, llegando al punto de ser capaces de disfrutar de la música al mismo tiempo que nuestra concentración permanece inalterable para clavar todas las notas, es la mejor experiencia que puede llegar a brindar DJMax Respect y el sentido último de todo el esfuerzo que podamos dedicarle. Por último, debemos añadir que todas las pistas están perfectamente pensadas para el juego y tienen sus créditos de composición, ejecución y diseño de la animación visual, y es que podremos ver cómo la música está muy bien acompañada por imágenes realizadas para la ocasión.

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8.5

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.