Divekick

Uno de los nuevos juegos que han llegado recientemente a los sistemas Playstation 3 y PS Vita es Divekick, un título creado por One True Game y Iron Galaxy Studios que quiere darle una vuelta de tuerca al género de la lucha con cierto toque paródico. Un título versus de uno contra uno en un plano bidimensional que destaca por controlarse solamente con dos botones y por usar una técnica tan clásica en los fighting games como letal en este título: la divekick. El resultado final es un juego simple, con algo de diversión durante las primeras partidas pero alejado de ser un producto recomendable a largo plazo.

Detrás de este proyecto original está Iron Galaxy Studios, una desarrolladora de videojuegos fundada en 2008 en Chicago que ha trabajado para diversos juegos de Capcom que usaban el sistema GGPO. Suyos son remasterizaciones como Street Fighter III: online Edition, Marvel vs Capcom Origins o Darkstalkers Resurrection, además de otros ports de géneros diversos con títulos como MS Splosion Man para iOS o Dungeons & Dragons: Chronicles of Mystara. A pesar de que el buen hacer de la compañía les precede en los nombres mencionados anteriormente, este título totalmente original no consigue acercarse al éxito de los grandes nombres que han pasado por las manos de Iron Galaxy Studios.

Ampliar

Divekick es un título curioso que invita al jugador a usar solo dos botones para luchar contra sus rivales. Cuando empezamos la partida el juego nos pide que asignemos qué dos botones del mando queremos utilizar. A partir de aquí, incluso el menú se mueve con dichos botones. Uno para moverse a izquierda, otro a derecha y ambos a la vez para aceptar una opción concreta. Pero lo realmente importante es encima del ring, donde este sistema se traduce en un juego de mecánica sencilla. Con un botón saltamos, y con el otro hacemos una Divekick, el único ataque que tienen los personajes del juego. Con el propio botón de divekick podemos dar un salto y hacer la patada voladora acto seguido. Nada más. Ni control de movimiento por el escenario ni otros ataques.

La gracia es calcular bien los saltos, hacer amagos de divekicks y esperar el error del rival para golpearlos. Si acertamos con una patada a nuestro enemigo, este pierde toda la barra de vida y el round. El que gane cinco rondas se lleva la victoria definitiva.  Y así funciona el juego, con dos personajes haciendo saltos de diversas alturas y dando divekicks para acercarse al rival, engañarlo y conectar de manera mortal con él. Divekick tiene algunas mecánicas más además de los dos botones mencionados, como por ejemplo el “headshot”. Si asestamos la patada en la cabeza del rival, este empezará la siguiente ronda en stunt, por lo que sus saltos serán menores y más lentos mientras le dure dicho estado.  Además, también contamos con un meter que podemos rellenar a medida que hacemos divekicks –conecten o no- y poderlo activar pulsando ambos botones a la vez. Activado este especial, ganamos movilidad y nuevos ángulos para atacar a los enemigos.

Ampliar

Otros elementos también tienen un papel importante en el juego, aunque menos que la base ya explicada. Uno de ellos son las gemas, que nos permiten mejorar en porcentajes algunos atributos del personaje como llenar antes el meter, mejorar el salto o la divekick, por ejemplo. Además, se añade una mecánica “Hold the line” para evitar los empates. Si se acaba el tiempo y nadie ha conectado una patada, el que esté más cerca de una línea que aparece al final del combate gana. Las rondas son cortas, de veinte segundos, y es que muchas veces sobrará más de la mitad del tiempo antes de que alguien conecte un golpe mortal al rival. Tiene algunos guiños divertidos a los juegos de lucha, como el Fraud detection cuando un luchador pierde cuatro rondas y no ha ganado ninguna, el double KO o ciertos consejos absurdos en las pantallas de carga.

En total hay 13 personajes seleccionables, cada uno diseñado con originalidad y con ciertos atributos que cambian según cada luchador. Por ejemplo hay uno que deja una ráfaga de luz tras su patada que es mortal, otra en forma de enfermera puede hacer un cambio de ángulo de su patada en el aire; otros tienen más salto, ángulos distintos o el jefe final del modo historia, que cuenta con un counter –si lo tocamos cuando lo hace moriremos- y la habilidad de teletransportarse por el escenario, haciendo complicada la batalla respecto a las anteriores.  Esto es en términos generales Divekick, y es insuficiente a medio plazo. El sistema de combate es simple y tiene su gracia durante las primeras partidas en las que buscamos engañar al contrario y trazar ataques letales, pero acaba haciéndose aburrido al poco tiempo ya que la fórmula no da para más. Jugar con un amigo puede ser divertido por lo sencillo de la propuesta, pero no pasa de ahí. Se puede querer parodiar el género de la lucha y a la vez ofrecer algo potente, y no ha sido el caso.

Ampliar

Además de un modo historia que tiene como gran reclamo los diálogos, muchos en tono de humor y mofa del género de la lucha, también contamos con la posibilidad de jugar versus con un compañero o utilizar la estructura GGPO para el online con partidas igualadas, no igualadas y lobbys. Eso sí, encontrar rivales a según qué hora es una auténtica quimera. Destacar que al final de cada combate se nos puntua según tres parámetros como son Diving, Kicking y not losing. El título está en PSN a 9’99 euros en formato cross-buy: si se compra una versión se tiene acceso a la otra. También aparece en Steam de la mano del sistema Steam Greenlight.

A nivel audiovisual es un juego que no destaca demasiado. Lo mejor son los diseños de personajes por su originalidad y la limpieza con la que se muestra todo por este tipo de estilo gráfico simple y efectivo. No hay grandes efectos ni tampoco una gran variedad de animaciones. El título es totalmente 2D, y se nota que el apartado visual no es precisamente un apartado que se quería potenciar, sin simplemente hacer algo que fuera efectivo. La banda sonora no pasará a la historia de las mejores melodías, ni tampoco los efectos especiales, pero cumple sin más y acompaña bien al juego en términos generales.

Ampliar