La llamada de la selva

Hace una semana exacta analizamos Kim Possible 2 para Game Boy Advance, una prueba más que evidente de que algo está cambiando. Los juegos basados en series, animes o películas de éxito empiezan a ser cada vez mejores, como ocurrió en la generación de las 16bits. Sin irnos tampoco demasiado atrás, GBA ha contado con un amplio catálogo de títulos de esta índole.

Todos nos han llegado gracias a Buenavista Games y a su acuerdo con Nintendo. Más que decentes cartuchos como el previamente citado Kim Possible 2, la aventura de Pesadilla Antes de Navidad, el divertido W.I.T.C.H, Las Crónicas de Narnia o el célebre Kingdom Hearts Chain of Memories son algunos ejemplos. Desgraciadamente la racha viene a romperse ligeramente con el último título que nos trae, fiel a su cita con respecto a la película. En este caso nos encontramos con The Wild (Salvaje), un plataformas de CLIMAX que peca de sencillez y flojea en algunos aspectos importantes que os desvelaremos a lo largo de este análisis.

Madagasc… esto, Salvaje
El argumento nos narra como una pandilla de animales del zoo de Nueva York, formada por un león (Samson, una jirafa (Bridget), una anaconda (Larry), un koala (Nigel) y una ardilla (Benny), se adentran en las calles de la gran urbe para rescatar a Ryan, un cachorro de león que han enviado por error a la selva de verdad.

El juego comienza al final de la película, con todos los animales reunidos y Samson y Nigel narrando como ocurrió el viaje. Aquí entramos nosotros: Tendremos que recrear la odisea del grupo controlandos a dos personajes diferentes a lo largo de los 18 niveles que componen la aventura principal: El león Samson y la ardilla Benny, cada uno con sus propias habilidades.

El punto de partida de The Wild es muy similar al de la película de Dreamworks 'Madagascar', de hecho, incluso algunos personajes parecen sacados de la cinta de Darnell y McGrath.

Plataformas clásico
La mecánica de The Wild no difiere de la media de estas adaptaciones: Plataformas de avance lateral simplón donde tenemos que sortear obstáculos y acabar con enemigos. Como acabamos de comentar, contamos con 18 niveles estructurados en distintos capítulos, y llegaremos a controlar a hasta dos personajes diferentes.

Por un lado tenemos a Samson, un león que se bastará de su poder físico para abrirse camino. Con él podremos rugir (con R) para paralizar a los enemigos y golpearles fácilmente, embestir (L), lo que tendrá usos varios como mover piedras, coger carrerilla para algún salto… Pegar un zarpazo con A, o saltar presionando el botón B. En contrapunto, odia el agua, así que si caemos en un sitio con ella… fin de partida.

Benny se basta de su tamaño para protagonizar fases más plataformeras. Como una ardilla, sus innatas habilidades para subirse a árboles y tuberías o correr un montón podrán ser explotadas en mil situaciones, así como la posibilidad de colgarse de postes, barras o salientes para pegar saltos. Su arma son las bellotas que irá recogiendo por el mapeado.

Cada fase nos pone control automático sobre cualquiera de estos dos personajes, aún así encontramos otras que a modo de bonus difieren de los plataformas y pasan a ser 'minijuegos'. Por ejemplo, en una fase podemos volar con Benny a lomos de un pájaro, mientras que en otras Samson se pondrá a dos patas y comenzará a repartir leña cual Chuck Norris en una fase de habilidad y reflejos.

La dificultad del título no es alta, más bien se mantiene en un nivel orientado para los más peques de la casa. Aún así, el juego se hace pesado por un intento de buen diseño de niveles que no acaba de cuajar. Hay fases con montones de saltos, plataformas y demás elementos que, de tener tanto, acaban siendo pesadas. No es que sean especialmente duraderas -entre uno y varios minutos- pero las hay que se hacen eternas por no resultar excesivamente divertidas.

El control no ayuda demasiado. Los saltos con Benny por ejemplo se han diseñado de forma que, según hacia donde esté enfocado, llegue más alto, más lejos, más cerca o simplemente no salte. Muchas veces es frustrante estar calculando un salto para que el control se resienta y no responda con rapidez. No se puede ser completamente preciso cuando Benny está en una barra dando vueltas, desgraciadamente. Otro caso es el de Samson, que es capaz de matar enemigos a 30 metros de distancia -pulsando A- y que, curiosamente, recibe daños a una distancia similar. Misterios de la vida.