Digimon World (PlayStation)

DIGIMON.- del inglés DIGItal MONster (monstruo digital). Personajes horrorosos que tienen la facultad de luchar entre ellos para quitarse los poderes unos a otros. Tras la fiebre Pokemon de Nintendo, empieza la fiebre Digimón en PSOne.

La primera aparición de estos extraños y horrorosos seres (no me cansaré de repetirlo)
tuvo lugar en unos pequeños aparatitos eléctricos en los que, como a los antiguos Tamagotchis había que cuidar, alimentar, proteger y educar para que se hicieran grandes y fuertes. como novedad aportaba l posibilidad de conectar dos de estas máquinas para que los Digimón que habitaban en ellas combatiesen en una pelea feroz de la que sólo podía salir un vencedor.

Tras esto llegó, al poco, la serie de animación para la TV y con ella todo un vendaval de merchandising que contenía peluches, llaveros, pósters, relojes, muñecas articuladas, yoyos, material escolar, mochilas y un sin fin de objetos adornados con la efigie de estos monstruos.

Más tarde se pensó en una nueva forma de interactuar con estos personajes y aparecieron las cartas de coleccionista, en las cuales, además de las fotos de los Digimón encontrábamos sus características evolutivas y de combate.

Ahora, coincidiendo con la llegada a nuestro país, todo a la vez, de lo que en otros países fue un desembarco anual y paulatino, llega a nuestras manos la versión videojuego de este mundo, basada peregrinamente en el argumento de la serie de TV.

Básicamente existen 7 Digimón diferentes, pero las diferentes formas de evolución que tienen hacen que alcancen las 35 variedades. Cada uno de ellos está controlado por un niño (7 Digimón, 7 niños), el cual ha de estar atento a las necesidades de su mascota, dándole de comer, curar sus enfermedades, y todas esas cosas que se supone que se debe hacer con una mascota, incluso llevarlo al servicio cuando sea menester ya que de lo contrario el Digimón dejará su maloliente huella en el lugar donde se encuentre.

El argumento del juego cuenta las aventuras de un muchacho que es absorbido por la máquina donde guarda su Digimón y es transportado al mundo en el que habitan estos personajes. A parte de encontrar el método para volver a casa, tendrá que derrotar a todos los Digimón oscuros que por allí andan.

Además habrá que convencer ciertos Digimón descarriados que un día abandonaron el pueblo y fruto de una extraña amnesia no volvieron jamás y ahora andan vagabundeando por la periferia del poblado.

  g  r  á  f  i  c  o  s
 

Los gráficos son correctos y presentan el juego desde un punto de vista alzado que no llega a ser el isométrico. Mucho colorido y mucha originalidad a la hora de representar este mundo de fantasía. Son muy parecidos a los que se pueden ver en la serie de animación, sobre todo los de los pequeños monstruos que nos sirven de mascotas que son igualitos que los que se ven por la TV. Palabra.

Una de las características del juego es el paso del tiempo. Los días irán transcurriendo ante nuestros ojos y darán paso a la noche, con lo que los escenarios se llenan de una cierta oscuridad, que dejará paso a la iluminación del día cuando se haya completado el ciclo natural que divide ambas situaciones. Habrá cosas que tendremos que hacer de noche y cosas que habrá que hacer de día, por lo que más vale que no vayamos acostumbrando.

  m  ú  s  i  c  a

La banda sonora que acompaña al juego es al más puro estilo japonés. Como si de un capítulo de la serie se tratara, así nos encontraremos ante la banda sonora de este juego. Para los que les guste este tipo de melodías, será la banda sonora perfecta. Para los que no, pueden bajarle el volumen.

  s  o  n  i  d  o   f  x

Los efectos de sonido son bastante notables y hay que destacar el sonido ambiente que acompaña nuestras excursiones diurnas (alegres pajarillos cantando) como las nocturnas (el cantar de grillos y cigarras, las mismas que en verano no te dejan dormir).

Por otra parte hay que decir que los efectos sonoros acoplados a nuestros Digimón son bastante pobres y algo estridentes para lo pequeños que son estos personajes.

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

A base de entrenamientos en ciertos campamentos repartidos por el mapeado del juego, nuestro Digimón va a mejorar sus cualidades de lucha y resistencia física. En el campamento que hay justo al lado del pueblo hay seis tipos de pruebas: carrera continua, donde podrá mejorar sus puntos de vida y de velocidad; la cascada, donde se reforzarán sus MP y su defensa; la pizarra, donde puede desarrollar su cerebro y sus MP; el puñetazo, para aumentar su defensa y su cerebro; el árbol, donde se incrementarán tanto su velocidad como su ataque; y por último la roca, donde conseguiremos subir sus niveles de ataque y puntos de vida.

Evidentemente de cada dos atributos que sube cada parte de entrenamiento una subirá más que la otra, así que aquí radica la dificultad del entrenamiento y de conseguir equilibrar las cualidades de nuestro Digimón para hacer que crezca sano y fuerte.

Para hacernos más fácil esta tarea contamos con la ayuda del maestro Jijimón, que es el encargado de darnos la bienvenida al pueblo a la vez que las primeras instrucciones a seguir en esto de la dura tarea de adiestrar un Digimón. Podremos volver a él cuando queramos para buscar unas sabias palabras que guíen nuestro camino.

El modo de comunicación con nuestras mascotas es, como ya viene siendo habitual en este tipo de juegos, mediante iconos que se representan en bocadillos de cómic que aparecen sobre nuestros Digimóns.

Los combates con otros Digimóns serán cosa de ellos, ya que nosotros daremos puntuales órdenes a nuestras mascotas para que estos luego se desfoguen en el campo de batalla.

  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

Este es uno de esos juegos "sólo para adictos", que se decía antes. Y a nuestro entender, le falta mucho para llegar a las cotas de diversión que alcanzaron Pikachu y sus colegas. Pero cada consola tiene derecho a tener sus licencias exclusivas, y a los bombazos de ventas de unas contestan las otras con más de lo mismo. Y nosotros en medio tragando lo que nos echen.

En fin, que la decisión final queda en vuestras manos, o mejor dicho, en vuestros bolsillos.