A los Delta Force no se les levanta...

...El ánimo. No se les levanta el ánimo, y menos tras ver las evoluciones de sus aventuras en Task Force Dagger. A la espera de la nueva entrega de la saga Delta Force, Novalogic da un paso atrás en la historia de la serie con un producto cuyo mayor pecado es no salir al mercado como una expansión del Land Warrior.

Cuando recibí el encargo de hacer el análisis de Delta Force Task Force Dagger me alegré bastante. Yo había disfrutado mucho con el primer Delta Force, lo había jugado en red hasta la saciedad a pesar de sus múltiples y numerosas limitaciones, y me había divertido como con pocos juegos. Aquellos vastos escenarios hacían realidad mi sueño en un FPS: permitían desarrollar todas mis virtudes como "camper" con un rifle de francotirador. ¿Se puede pedir algo más?

La respuesta a si se podía pedir algo más, curiosamente, no llegó con Delta Force 2. Era un juego que hacía parecer cualquier equipo, incluso el más nuevo, como una antigualla. Y es que si algo ha permanecido como "marca de fábrica", esa dualidad a la hora de hacer cosas verdaderamente buenas… y otras hacerlas tan horriblemente mal que te deja con cara de atontado delante de la pantalla. Una de ellas, en efecto, era el uso abusivo e incomprensible de recursos del sistema…

Para mi, la piedra angular de esta serie llegó con Delta Force: Land Warrior. Se cambió completamente el motor del juego, se hizo mucho más dinámico, se cambió la física de las armas (por vez primera las leyes del Sr. Newton hacían mella en las balas de nuestro rifle), un modo cooperativo bastante divertido, los mapas seguían igual de extensos y variados… pero llega Task Force Dagger, ¡que es más de lo mismo! Y no me estoy refiriendo a que es un mismo tipo de juego, de género, no… es EXACTAMENTE lo mismo. En realidad, me sorprende que el juego esté empaquetado como un "Stand-alone pack", es decir, un juego completo. Si nos hubiese llegado como una expansión de misiones, basadas en Afghanistan, lo hubiese encontrado bastante más correcto… y bastante más honesto. Pero no quiero alargarme demasiado con este asunto, lo mencionaré más adelante.

Intentaré analizar el juego en sí, pues soy de los que piensa que si un juego es bueno, lo es a pesar de su originalidad u otros factores. Veamos que tal presenta.

¿Qué puedo decir del argumento del juego? Hombre, sin entrar a valorar la actuación de EE.UU. respecto al conflicto, es difícil enmarcar la opinión sin caer en la demagogia o en el partidismo. Más aún, tampoco me corresponde a mí darla y si me correspondiera no sería éste el lugar para hacerlo. Delta Force: Task Force Dagger nos presenta un conjunto de misiones ambientadas en la lucha antiterrorista afgana… ¿Hace falta decir nada más sin soltar una parrafada de barras y estrellas?

Tenemos, eso sí, la posibilidad de llevar nuestro soldadito, a escoger entre una de las 10 tropas de élite del mundo (léanse los Seal, los Boinas Verdes, los británicos SAS, tropas especiales de la CIA, las australianas SASR, paracaidistas de la USAF, etc.) con 30 armas disponibles para él (17 nuevas), y tratar de demostrar nuestra sangre fría y pericia a lo largo de 25 misiones distribuidas en localizaciones como Kandahar o Tora Bora, con objetivos militares realistas llenos de acción y desenfreno. Bueno, al menos eso pone en la caja del CD. De ahí a lo que encontremos hay un trecho.

Los gráficos son una maravilla… en el año 2000. Pero, señores de Novalogic, estamos en el año 2002. Sinceramente, y viendo los juegos que tenemos en el mercado a día de hoy, no podemos dejar de soltar una carcajada frente al producto de Zombie. No gastaré teclado en compararlo con otros FPS (aunque Task Force Dagger es en realidad tanto un FPS como un Third-Person Shooter; lo que ocurre es que la cámara de tercera persona da TANTA pena que ni me molestaré en comentarla), pues sería añadir más piedra sobre algo que no necesita más piedras encima. Hombre, podría ser sarcástico y decir que me encanta ese toque "retro" de los gráficos, pero tampoco quiero hacer leña del árbol caído…

¿Armas en 3D? No. ¿Armas en 2D de gran calidad? No. ¿Cuidadas reproducciones de sus originales? … No, no. Y curiosamente, la única forma de no ver esos modelos es mediante la cámara en tercera persona… en fin… Digamos que los chicos de Zombie no han puesto su mayor empeño en el detalle de las herramientas de destrucción a nuestro alcance. Eso si, hay 30 disponibles. ¿Cómo? ¿Qué para qué necesito tantas? Pues no lo se, alguien debió imaginar que a mayor número, mayor diversión. Pues se equivocó. Por cierto, y de una vez por todas, ¿Desde cuando un machete tiene RETROCESO?

Eso sí, de una cosa podemos estar seguros (o creer estarlo) tras jugar a Task Force Dagger: todos los afganos son iguales. No me extraña que EE.UU. no encuentre a Bin Laden, pues si tengo que fiarme por el juego debo haberlo matado ya unas 40 veces... en la primera fase. Los modelos son repetitivos, aburridos, mal detallados… y un sinfín de adjetivos que no alaban precisamente el buen hacer de Novalogic / Zombie. Más aún, a pesar de que el juego corre bastante bien en mi P IV a 2.2 Ghz y mi Geforce 4, a 1024 x 768, se ralentiza. Bueno, no hablo de ligeros slowdowns del framerate; el juego se para cada vez que explota algo grande. Increíble pero cierto. Y, a pesar de que TFD utiliza el motor "actualizado" (y aquí entiendo actualizado a un mero cambio de fecha) de Land Warrior, juraría que eso no pasaba en éste último.

Los escenarios, amplios y extensos como sus predecesores, no han variado en nada. Sí, puedes pasar media hora andando sin encontrar absolutamente NADA. ¡WOW! Vale, muy divertido no es, pero el escenario es extenso, no se puede negar. Es bien cierto que me encanta la libertad de movimientos y soy un especialista en la técnica "camper", pero el mapa es tan repetitivo que uno se puede perder con mucha facilidad, sobre todo en los Deathmatch. Las texturas del suelo (indestructibles pase lo que pase) son monótonas, inalterables… cambiando únicamente de color si la situación lo requiere. Las casas, ejemplos perfectos de la nueva tendencia arquitectónica "minimista": meros cubos colocados en el suelo sin más, sin decoración de ningún tipo, e inalterables excepto por los cristales que, atención, en ocasiones pueden romperse.

Y es que seguir castigando el aspecto gráfico del suelo es hacer un flaco favor a los señores de Novalogic. Me limitaré a remarcar que dicho aspecto merece un "insuficiente" en nuestro examen. Veamos si la recuperación de Navidad, con "Black Hawk Down", sirve para aprobar la asignatura.

El audio es tal vez el mejor aspecto del juego, si cabe. Tanto el sonido de las balas, las explosiones, los casquillos cayendo al suelo y el ruido del rotor del helicóptero están bastante bien conseguidos. Sin embargo, me extraña cómo puede sonar igual un disparo efectuado a campo abierto que otro, con la misma arma, en el interior de un búnker. Pasaré por alto ese detalle, aunque no dejó de llamarme la atención.

Los mensajes por radio suenan verdaderamente bien, eso sí, y las voces de los enemigos también. Algo repetitivas, cierto, pero no están mal; en realidad ya estaban bien en Land Warrior. Sin embargo, en ocasiones suenan igual de distantes las voces de los personajes a diez metros de distancia que a doscientos… bueno, pasaré de nuevo página a ese detallito…

La música, o mejor dicho, la ausencia de música es en la mayoría de ocasiones sorprendente. Aunque yo encontré ese detalle bastante positivo, pues no me imagino a mi boina verde, armado hasta los dientes, con walkman. Sin embargo, no pasaré por alto el colapso auditivo del juego cuando somos atacados por más de tres enemigos a la vez. Escuchando los disparos nunca se diría si son tres, treinta ó trescientos los afganos que nos disparan. Es como si el juego tuviera un límite de voces que puede mostrar simultáneamente (y en efecto las tarjetas de sonido así lo tienen) pero en cualquier caso siempre son más de tres ó cuatro. En fin, un apartado que cumple su cometido, sin hacer alarde de nada, sin nada espectacular, sin WOWs, pero cumple. Y con Delta Force Task Force Dagger ya es decir mucho.

Jugabilidad

Y ya que estamos inmersos en un fps, lo que prima es la jugabilidad. Como controlamos el personaje? Pues allá vamos.

En primer lugar decir que, como fps, su manejo ideal se hace con teclado y ratón. Cualquiera de las teclas son absolutamente redefinibles, así que no hay problema en configurarlo a nuestro gusto. El ratón lo reservaremos para girar la vista a izquierda y derecha (como de costumbre) y el botón izquierdo para disparar nuestra arma principal. El botón derecho, según gustos, se recomienda dejarlo para activar la mira telescópica del arma en caso de poseerla o, para amantes del salto, para efectuar brincos por el mapa. Siempre me ha encantado esta opción del salto, sobre todo en juegos como Counter-Strike y similares, donde el uso de dicho salto no deja de ser curioso; me causa gran hilaridad la idea de perseguir a un terrorista, policía, boina verde o paracaidista que avanza dando saltos por la calle o por la montaña. En fin, si fuera un bromista fácil diría que lo puedo entender de las tropas de élite australianas (por aquello de los canguros) pero no lo soy, así que me callo. ¡Ooops, si ya lo he dicho! J  En fin, uso del salto aparte, el teclado lo usaremos para el resto de las opciones a excepción, claro está, de que poseamos un ratón con scroll vertical que nos servirá para cambiar de arma.

Las flechas de dirección nos mueven adelante y hacia atrás y las laterales hacen el "strafe". Nuestro personaje puede avanzar en tres posiciones distintas: de pie en carrera, agazapado y rodilla al suelo al pararse o arrastrarse cual gusano. Por primera vez será importante el buen uso de estos tres métodos más que para el simple hecho de camuflarnos del enemigo; nuestra puntería se verá afectada por nuestra posición en el campo (¡al fin!) respecto al enemigo, siendo más fácil alcanzar nuestro objetivo permaneciendo completamente estirados.

Los caracteres numéricos cambian las armas y otras teclas activan y desactivan la visión nocturna, prismáticos, waypoints, mapa de campaña, brújula, etc. así como las opciones de chat. Eso sí, para ayudarnos a recordar tanta opción, una pequeña plantilla viene incluida en la caja del CD para colocar justo encima de las "F" (usuarios de Natural Keyboards abstenerse). Un detalle de calidad para los señores de Novalogic, todo hay que decirlo.

¿Hablamos de la IA de los enemigos?

Es que es casi mejor no hablar, en serio. Para muestra un botón, intentaré conseguiros esta captura de pantalla para vuestro deleite; después de haber eliminado a unos 25 enemigos y haber armado un ruido escandaloso entré en un bunker, giro la primera habitación a la derecha y me encuentro a un soldado, empuñando su arma rodilla en suelo… ¡apuntando a la pared! ¡Me estaba dando la espalda! Pensé "Caray, lo deben haber castigado…" . Maté a su compañero que estaba en la otra punta y… ¡sorpresa! ¡ni se inmutó! "Será sordo", me dije. Así que me dirigí hacia él, tentado en ejecutarlo rápidamente por sus pecados, cuando decidí, a unos tres metros de distancia, disparar al aire. Ahora sí, por fin, reaccionó y giró en redondo; sin pensarlo dos veces usó su arma contra mi… y ¡falló a quemarropa!! Decidí perdonarle la vida y salir de la habitación pues su propia mera existencia ya debía suponer suficiente castigo para él…

Pues como esta muestra hay mil. Enemigos que dan la espalda, que fallan disparos a quemarropa (o aciertan a 400 metros al primer intento, que de haberlos haylos), vigías que usan el lanzagranadas de su arma a 300 metros de distancia (cuyo alcance no supera los 50 metros)… Otro ejemplo. Al salir de una tienda de campaña tenía a tres torres con francotirador incorporado; afortunadamente, suelo ser previsor y guardar a menudo. Salí con la escopeta y eliminé a un McFly cualquiera que encontré a mi paso y, al segundo siguiente fui abatido por un francotirador. "Normal", pensé, estoy a su alcance. Cargué y repetí lo mismo y de nuevo fui abatido. A la cuarta vez salí, al igual que las otras y eliminé al enemigo de siempre. Cogí el rifle de francotirador, me equivoqué, lo seleccioné de nuevo y tras cinco disparos erradiqué la amenaza sin moverme ni un milímetro. Y oye, ni un rasguño.

Pues incongruencias como esta son un suma y sigue, una constante en el juego. Su mayor baza, encontrar - apuntar - disparar, acaba aburriendo al poco rato. Las misiones, además, tienen poco sentido. Hay una, concretamente, que consta en eliminar unos aviones enemigos. La única manera de hacerlo, por más que lo intentemos, es mediante unos barriles explosivos colocados JUSTAMENTE al lado de los aviones.

Ejem… es para coger al general afgano y darle un par de palmaditas en la espalda y decirle "Caray, jefe, la próxima vez pinta una diana en los aviones, será todavía más fácil". En fin, hay otra misión que consiste en destruir tres antenas, nada, unas antenitas de nada, en serio. Tenemos tres cargas explosivas para ello; por error mío, desperdicié una de las cargas. Pues bien, con el mapa vacío de enemigos, utilicé mis 4 granadas, 200 unidades de munición de mi SAW (que no es una escopeta de feria precisamente), toda la munición de mi pistola… y nada. La antena intacta. Menos mal que recordé que hay determinados puntos de abastecimiento, porque juro que estuve al límite de re-empezar la fase. En fin…

Multiplayer

Hasta cincuenta jugadores mediante la red de Novaworld, jugable gracias al cd-key que nos llega impreso junto con la caja del juego. Sí, ciertamente podemos encontrar algo de diversión ahí, la misma que le vimos a Land Warrior, supongo. Si disponemos de una línea decente y poco lag incluso le podríamos dedicar unas cuantas horas al juego, pero poco más.

Task Force Dagger presenta los modos típicos de multiplayer: búsqueda y destrucción (encontrar un blanco y destruirlo), Capturar la bandera, Asalto (lo que se echa de menos en UT2003), Rey de la Montaña… en definitiva, más de lo mismo, si bien es difícil innovar verdaderamente en este campo.