Defiance

50 años en el futuro, una flota alienígena llega al planeta solar, pero lejos de tópicos, los extraterrestes vienen en son de paz y no en una posición de dominio, son exiliados que han tenido que abandonar sus planetas natales para los que la tierra es la única esperanza de volver a tener una vida normal fuera de la prisión de una nave espacial. Pero las tensiones no tardan en aparecer, los alienígenasno vienen con espíritu o equipamiento de conquista, pero la tierra es su única opción y los humano no están muy por la labor viendo lo superpoblado que está ya su planeta. El conflicto estalla, en el proceso la flota interestelar salta en pedazos, haciendo que la maquinaria de terraformación de la misma caiga para mutar la flora y la fauna de la tierra. Llegado a un punto, los humanos y alienígenas supervivientes tiene que elegir entre seguir las enloquecidas órdenes de sus superiores que aseguran la destrucción mutua, o rebelarse y luchar por la supervivencia de sus pueblos, juntos. La histórica batalla de Defiance es la que marca un nuevo destino para la tierra, un nuevo mundo que sirve de escenario a este proyecto trans-media entre televisión y videojuego.

Centrándonos en el videojuego, Trion ha creado un título ciertamente ambicioso, un MMO multiplataforma para PC, 360 y PS3 que funciona como un universo expandido en una zona diferente a la de la serie de televisión. En la serie, los dos protagonistas principales son Ark Hunters, mercenarios y buscavidas independientes que hacen negocio rastreando las piezas de tecnología que constantemente caen del cielo hasta que por casualidades del destino se establecen en una ciudad independiente llamada Defiance, antes conocida como San Luis. En el juego, los jugadores también son Ark Hunters, aunque en una zona distinta a la de la serie, el norte de San Francisco, escenario de un cruento conflicto y una zona irremediablemente mutada y destruida.

Una vez creado un personaje, para el que no hay muchas opciones disponible a decir verdad, comenzamos nuestro accidentado aterrizaje y un pequeño tutorial para entender los fundamentos del juego, cómo disparar, cómo usar las granadas y cómo equiparte con un escudo de energía para tener más margen de supervivencia. En el mismo tutorial se nos informa sobre los cuatro poderes principales que nos confiere un dispositivo implantado que son: Blur -para moverse de forma rápida-, Camuflaje -perfecto para francotiradores-, Señuelo -que lanza una proyección que engaña a los enemigos- y Sobrecarga -que da más fuerza a las armas por unos segundos-. El poder inicial es importante porque también determina los perks iniciales que puedes obtener, por lo que si tienes claro que lo tuyo es el asesinato silencioso a distancia con un rifle de francotirador, Camuflaje tiene buenos bonus relacionados con esa arma, mientras que si te gusta la acción más a cara de perro, Sobrecarga nos permitirá sacar más partido de nuestras escopetas o armas pesadas.

El sistema de progresión está ligado a esa elección inicial de poderes. Alrededor de cada habilidad especial están los mencionados perks, formando una matriz de pequeños cuadrados rodeando a los cuatro principales poderes. Al ganar un nivel, puedes desbloquear un nuevo perk, pero tu nivel -el llamado EGO Rating- delimita tanto la cantidad de perks que puedes equiparte al mismo tiempo como el nivel de profundidad de la tabla. Este sistema tiene un lado positivo y otro no tanto, por un lado es bastante "plano", no crea distancias siderales entre jugadores de alto nivel y otros de menos. Un jugador de alto nivel tendrá un mayor abanico de posibilidades y un uso de poderes más efectivo, pero es difícil que otro jugador con un nivel menor de Ego se sienta inútil a su lado en eventos comunes. Por otro lado, no añade la necesaria emoción a la progresión de un personaje. Aunque no sea realmente un RPG, ciertos elementos del género se agradecen cuando vas a pasar muchas horas con un juego y es interesante tener nuevas habilidades y alternativas que ir liberando. No es exactamente una crítica, a fin de cuentas el estilo activo del juego tampoco demanda un sistema de desarrollo profundo, pero son cosas que bien hechas siempre pueden aportar.

Una vez en el mundo, comprobamos fácilmente que la mecánica básica consiste en disparar y que el comportamiento normal de un personaje en Defiance es parecido al de cualquier juego en tercera persona. No hay semiturnos ni habilidades con contador global o parcial, no hay objetivos con Tab. Donde apuntas disparas, si el arma que llevas tiene disparo disperso, los proyectiles actúan como tal, si el arma es precisa, un disparo en la cabeza causará más daño que uno en el resto del cuerpo. Los refugios funcionan como deben, puedes usar paredes, vehículos y otros objetos sólidos como refugios para mantenerte a salvo de los ataques rivales, pero los enemigos también contarán con granadas que pueden salvar esas defensas, y también podrán buscar refugio para dificultar el tiro. Eso sí, la IA de los enemigos es simplemente funcional y su mayor fuerza está en los números más que en sus sofistacadas rutinas de combate. En su descargo, para pertenecer a un género en el que la IA enemiga se suele limitar a ir de cabeza a por el primer jugador que aparece en su área y a luchar con rutinas prefijadas, Defiance se muestra bastante competente.

A pesar de su naturaleza online, la experiencia de combate es sólida y la percepción de tiempo real también.  Los fundamentos están en el lugar adecuado y eso hace que siempre se mantenga entretenido. Avanzar, buscar misiones, acabar con enemigos, seguir avanzando... la combinación entre los elementos propios de un MMO -infinidad de enemigos, misiones repetitivas- con unas mecánicas de disparo simples pero funcionales y amenas hacen de Defiance un juego en el que es fácil que pasen las horas. Lo cierto es que si te limitas a realizar misiones en solitario durante las primeras horas se produce cierta sensación de monotonía pero no tiene porqué ser así, hay alternativas muy viables que se pueden acometer prácticamente desde el primer momento. Es una de las ventajas de tener un sistema tan poco restrictivo, el jugador tiene un amplio abanico de posibilidades y un enorme mapa por recorrer en relativa libertad.

Ocasionalmente, con bastante frecuencia, aparecerá un evento llamado “Arkfall”, un evento visible por cualquier jugador por muy lejos que esté. Este fenómeno marca la precipitación de algún pedazo de tecnología de los que flotan en la órbita después de la catástrofe de la destrucción de los Arks que llevaban a los alienígenas. Generalmente, estos eventos se marcan por el aterrizaje de varias Arkfalls pequeñas, seguidas de uno mayor, que viene además coronado por la presencia de alguna criatura mutante gigantesca, acompañada de decenas de otras criaturas. Son eventos muy intensos y muy divertidos ya que atraen  a decenas de jugadores de todo el mapa y son una gran oportunidad para obtener dinero, equipamiento especial y experiencia. Aunque la comunicación es escasa, los jugadores que hay ahora mismo en Defiance, al menos en el servidor europeo, parecen tener claro que en el número está la fuerza -y es importante porque estos eventos tienen fecha de caducidad y hay que sumar toda la potencia de fuego posible- por ello es fácil ver a jugadores equipados con armas que curan a sus aliados y también es normal que la gente te resucite inmediatamente cuando ven que caes -cualquier jugador puede resucitar a otro, no hace falta nada especial-. Si Trion consigue aumentar la variedad de estos eventos, es un poderoso aliciente con el que complementar tus aventuras.

Lo mejor del combate, ya sea en PVE o en PVP, es sin lugar a dudas la variedad de armas, algo en lo que Trion ha buscado obvia inspiración en Borderlands: hay una tremenda variedad de armamento, con armas divididas en 14 grandes grupos, pero que con una gran variedad de atributos y condiciones que las hacen totalmente diferentes entre sí, con diferentes tipos de efecto, diferentes daños, características y funciones. Hay armas convencionales como escopetas o rifles de asalto y hay otras más estrambóticas como armas energéticas o aquellas que pueden “infectar” al enemigo con esporas de las que surgen criaturas que los persiguen y los dañan continuamente. A esa variedad hay que sumar las amplias posibilidades de modificación de las mismas, lo que abre muchas posibilidades y nos permite sacar más partido a nuestras armas favoritas sin necesidad de estar cambiándolas continuamente. A las pocas horas de juego y después de haber completado algún Arkfall que otro ya tendremos una buena variedad de arsenal, incluyendo cosas como lanzadores de granadas de energía, que generan una satisfactoria explosión azul, o granadas incendiarias que crean una gran llamarada que hace que el enemigo sea herido durante unos segundos. Es una pena que se haya optado por limitar a dos el número total de armas que puedes equiparte cualquier momento, ya que el juego prácticamente invita a ir probando una enorme cantidad de armamento y a alternar según la situación, aunque la presencia de presets nos permite agilizar el proceso. El tipo de arma, su daño, sus condiciones y el tipo de modificaciones que obtienes resulta muy importante a medida que te adentras en tierras más inhóspitas con enemigos más peligrosos y resistentes.

Un elemento interesante de Defiance es su mapeado masivo, con amplias zonas diseñadas para que el desplazamiento de los jugadores sea con vehículos. Con un simple botón, cualquier jugador puede invocar un pequeño quad equipado con turbo con el que poder desplazarse de un lado al otro -se obtiene muy pronto una vez que comienzas con las primeras misiones principales-. Podremos saltar precipicios y controlar el vehículo en tiempo real, siendo el manejo bastante satisfactorio. También es posible acceder a nuevos vehículos terrestres a lo largo de nuestra aventura, incluyendo algunos conjuntos, lo que resulta bastante divertido cuando vas en grupo. Esa mecánica también es visible en las batallas de PVP Abierto, las llamadas Shadow War, grandes contiendas limitadas a instancias de amplio tamaño en el que pueden combatir 64 contra 64 jugadores, usando sus armas y habilidades, pero también vehículos ofensivos exclusivos de esta modalidad, que nos permite ver cosas clásicas como un jugador conduciendo y otro manejando una torreta. Junto a ese PVP existen tres mapas más íntimos, también instancias, que funcionan de un modo más tradicional, con dos grupos enfrentándose prácticamente a cara de perro en localizaciones específicamente diseñadas para ello. El PVP es todavía un complemento, entretenido, pero se nota que ahora mismo no es el centro de atención de los desarrolladores y además está terriblemente desequilibrado ya que sólo agrupa por el EGO Rating y no por el tipo de armas o equipamiento, lo que hace que algunos jugadores lleguen con ventajas más que obvias. Es un aspecto que necesita de bastante trabajo extra.

En el capítulo de defectos, el aspecto visual de Defiance tampoco es que se vaya a llevar un premio. En buena parte se debe a que la primera zona no está especialmente cuidada en ese aspecto, muy monótona y sin elementos que nos llamen la atención. El aspecto visual y los paisajes mejoran a medida que vas avanzando, encontrando zonas más interesantes, pero las largas distancias que recorres sin ver nada reseñable más que marrón y algunos hongos gigantes no es un paisaje que inspire el asombro del jugador. No tiene que ser “bonito”, pero por alguna razón tampoco consigue producir ese impacto que otros paisajes post-apocalípticos como los de Fallout o S.T.A.L.K.E.R pueden presentar. Técnicamente cumple sin más, pero ni las animaciones ni los detalles de los personajes tienen la suficiente solera como para competir con los referentes del género, algo en lo que sin duda ha jugado un papel su naturaleza multiplataforma y la necesidad de amoldarse a cosas como las pequeñas cantidades de memoria RAM de las plataformas.

La modalidad del juego es parecida a la de Guild Wars 2, pago del juego pero sin suscripción, con compra de pequeñas expansiones aparte -puedes adquirir un Season Pass-. Trion se ha caracterizado hasta la fecha por ser una compañía que se toma muy en serio el trabajo constante con sus MMO, sólo hay que ver lo mucho que ha progresado Rift desde su lanzamiento el fantástico trabajo realizado con su última expansión. Defiance además es un juego pensado para expandirse prácticamente por obligación debido a su interconexión con los eventos de la serie. Hay elementos que quizás estén algo limitados de más -por ejemplo, hay siete tipos de alienígenas, conocidos en conjunto como Votan, pero en el juego sólo podemos crear personajes de una de las razas, los Irathient, seguramente porque la co-protagonista de la serie pertenece a ella. Es más que probable que en el futuro veamos más posibilidades, pero hubiera estado bien algunas más al principio. Hay también algunos elementos de pago, como “boost” para aumentar el EGO rating más rápido y cosas por el estilo.

La serie ha arrancado muy fuerte en su estreno en Syfy USA, con una audiencia que la cadena no veía para una serie de ficción propia desde Eureka. En España se estrenó sólo un día después, en un gran esfuerzo de coordinación, y además lo hizo en castellano, cosa que se echa en falta para el juego -que desgraciadamente no cuenta con esta opción de momento-. El trabajo conjunto hecho para que este mundo se amolde a dos medios tan distintos le da una buena solidez al conjunto, y las interacciones con los dos protagonistas principales en el juego en forma de misiones especiales es bastante entretenida, aunque se espera que la vinculación entre ambos sea mucho más fuerte y se haga más patente con el paso del tiempo. Si ese éxito se mantiene, es posible que veamos una valiosa relación entre ambos mundos que acabe madurando en un producto mejor y más completo que abra el camino a futuras colaboraciones.