Deathtrap: Análisis

Neocore Games  vuelve a la carga con un nuevo título que promete ser, una vez más, un éxito entre los aficionados de los juegos de rol.  El estudio afincado en Hungría está cogiendo cada vez más protagonismo en la escena independiente tras contar ya en su espalda con más de seis años de vida en los que nos han traído juegos como El Rey Arturo, The King’s Crusade o el exitoso The Incredible Adventures of Van Helsing II que salió a la venta en el mes de mayo del 2014. Precisamente, el juego que hoy nos atañe es un spin-off de este universo basado en Van Helsing, su nombre es Deathtrap y tras pasar unas semanas poniéndose a punto gracias a los usuarios a través de la plataforma Early Access de Steam ha salido a la venta cautivando a los seguidores de los juegos de rol  y de los tower defense.

Y es que DeathTrap es una combinación casi perfecta de estos dos géneros, combinando la estrategia y la imaginación que tenemos que utilizar para defender nuestra fortaleza en los juegos de defensa de torres con elementos de títulos semejantes a Diablo, el referente de los juegos de rol y acción creado por Blizzard, todo esto uniéndolo a posibilidades multijugador y a algunas ideas de cosecha propia que encajan bastante bien en un título de este tipo.

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El toque de RPG se nota desde bien temprano, ya que antes de comenzar a jugar a DeathTrap tendremos que crear nuestro propio personaje, escogiendo una de las tres clases a nuestra disposición: la hechicera, que basa su poder en la magia y el combate a distancia; el mercenario, un bruto con poderosos ataques cuerpo a cuerpo y el tirador, que combina su habilidad para el combate a distancia con los venenos. Una vez escogida nuestra clase predilecta podremos comenzar nuestra aventura. Si así lo queremos también podremos crear varios personajes y comenzar varias veces la partida, tal y como ocurre en los juegos de rol tradicionales, todo esto sin perder el progreso con otros personajes ya que las partidas se salvan de forma independiente, algo lógico por otro lado, pero algo de lo que quizás algunos jugadores no se den cuenta ya que la interfaz en este sentido es poco amigable y parece que no tengamos la posibilidad de hacer esto, algo que sí es posible.

Una vez creado nuestro personaje comenzaremos a disfrutar del título y de todas sus mecánicas en los diferentes mapas que iremos desbloqueando a medida que avancemos por la campaña. El objetivo de todos ellos es fácil, proteger nuestra cúpula dimensional para que las oleadas de monstruos que vienen de un universo paralelo llamado “Corazón de Tinta” no puedan acceder a nuestra realidad.

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Con esta sencilla premisa se nos liberará en el mapa mostrándonos, con una útil línea roja, la ruta que seguirán los monstruos para intentar llegar a la cúpula. A lo largo de esta ruta deberemos poner diversas trampas (cada una nos costará cierta cantidad de dinero que recuperaremos matando enemigos y al final de cada oleada) de fuego, veneno u otros elementos ya sea en forma de torretas o de trampas en el propio suelo, escogiendo los puntos que creamos más convenientes para cada ocasión. Esto resulta bastante interesante, ya que deberemos planificar antes de que cada oleada de monstruos comience, cuáles serán los puntos más útiles para colocar nuestras defensas, aunque, sin embargo, tiene un lado un tanto negativo, que no es otro de que no dispondremos de libertad absoluta para colocar nuestros mecanismos mortales ya que el juego nos obliga a colocarlos en unos puntos determinados restando un tanto de libertad a esta más que interesante mecánica propia de cualquier Tower Defense”.

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Sin embargo, a diferencia de otros juegos de este estilo en esta ocasión seremos más que unos estrategas, ya que cuando comiencen los monstruos a llegar nosotros participaremos activamente en el combate usando nuestras propias armas y habilidades para eliminar a los enemigos junto a las trampas que hemos colocado previamente. Esto le dota al juego de un aire bastante más dinámico que al de títulos similares que hemos visto hasta ahora y sirve para borrar casi por completo el pequeño fallo del que os hemos hablado hace escasas líneas, ya que al formar parte activa de nuestra defensa podremos centrarnos en combatir con nuestro alter ego virtual en la zona más necesitada de nuestra ayuda, retener a los monstruos dentro de una trampa para que no puedan avanzar y que sigan perdiendo vida en la misma y otras muchas posibilidades como el poder recoger ciertos objetos que nos ofrecerán mejoras temporales o usar teletransportes para movernos rápidamente por el terreno de juego.

Una vez finalizada cada oleada se abrirá un nuevo camino para el siguiente grupo de enemigos, pero también contaremos con la posibilidad de replantear nuestra estrategia y de reforzar con el dinero virtual que hayamos conseguido las nuevas zonas del mapa por las que quieran acceder nuestros enemigos. Cuando lleguemos al final de la última oleada de cada mapa nos deberemos de enfrentar con un enemigo más poderoso que en muchas ocasiones cuenta con poderes y mecánicas dignas, una vez más, de los juegos de rol y acción más clásicos y en este momento de la partida será de donde más disfrutemos del uno de nuestro personaje.

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Al finalizar cada escenario nos aparecerán unos cofres que se abrirán y nos darán ciertos objetos, amén de ganar una buena cantidad de puntos de experiencia que nos permitirán subir de nivel. Gracias a esto podremos mejorar las habilidades o desbloquear otras nuevas, así como las trampas y como cambiar las piezas de nuestro equipo para resultar más mortíferos y eliminar con mayor facilidad a nuestros adversarios.

Todas estas características para un jugador vienen además aderezadas con una fórmula altamente rejugable, un modo cooperativo, un modo versus que enfrentará a los jugadores a partil del décimo nivel y con otros detalles tan interesantes como un bestiario en el que se nos recogerán todos los detalles de los monstruos que nos vayamos encontrando en nuestro camino y que están, como hemos dicho al principio, extraídos del lore de los juegos de Van Helsing.