Housemarque , estudio finlandés creador del clásico Stardust y sus posteriores revisiones, se ha hecho todo un nombre en el terreno de los juegos descargables gracias principalmente a tres excelentes títulos: Dead Nation, Outland y el reciente Resogun . Del primero de ellos, cuya conversión a PlayStation 4 ocupa el presente análisis, hay que decir que apareció a finales de 2010 en exclusiva para PS3, convirtiéndose desde el momento de su lanzamiento y por méritos propios en uno de los mejores descargables disponibles para dicha plataforma. Dead Nation no inventaba la rueda , ni mucho menos, dado que se unía a la fiebre zombi que se extiende hasta la actualidad para presentarnos un desenfrenado arcade de perspectiva cenital en el que masacrábamos a cientos y cientos de muertos vivientes mientras luchábamos por abrirnos camino y sobrevivir al holocausto vírico que acabó con la civilización tal y como la conocíamos. En definitiva, nada nuevo bajo el sol. Pero si algo ha demostrado Housemarque hasta ahora es que lo suyo son las mecánicas clásicas y el terreno conocido. Si Resogun rendía pleitesía a grandes matamarcianos clásicos como Defender (Williams, 1980) y Choplifter en su versión recreativa (Sega, 1985) , y Outland traía a nuestra memoria algunos de los grandes momentos vividos en títulos míticos como Silhouette Mirage e Ikaruga (obras de la gran Treasure publicadas en 1997 y 2001, respectivamente), Dead Nation bebía de las grandes leyendas de la acción en perspectiva cenital, con lo que el jugador veterano podía captar en su jugabilidad guiños a clásicos como Commando (Capcom, 1985) o Gauntlet (Atari, 1985) .
Así, Dead Nation ha acabado por convertirse en uno de los mejores arcades del subgénero zombi disponibles hoy día, pudiendo codearse sin problemas con nombres como Left 4 Dead o Dead Rising . Algún tiempo después del lanzamiento del juego, Housemarque preparó una expansión denominada Road to Devastation, que incorporaba nuevo contenido y ofrecía una jugabilidad aún más arcade y directa gracias a un modo por zonas y otro de supervivencia en el que debíamos aguantar el constante acoso enemigo el mayor tiempo posible. Ya en algún momento de 2013, se supo que Housemarque había estado trabajando en tres juegos que posteriormente se cancelaron , entre los que se encontraba un prometedor título de Superman (que podría haber supuesto el primer juego digno del personaje en décadas), un The Walking Dead que trasladaba la mecánica Dead Nation a la popular licencia, y ya por último un interesante Dead Nation 2 en el que pasábamos a enfrentarnos a… dinosaurios zombis. Un arte conceptual de dicho juego nos mostraba un escenario urbano postapocalíptico ya tomado por la naturaleza, además de un enorme tiranosaurio rex dotado de doble mandíbula, al más puro estilo xenomorfo.
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Se desconoce si dicho proyecto volverá a retomarse en algún momento (ojalá lo haga), ya que Housemarque ha estado últimamente concentrada en versionar el juego original para PlayStation 4 y PS Vita. Mientras la versión Vita todavía no termina por llegar , ya tenemos en nuestras pantallas Dead Nation: Apocalypse Edition , la conversión que hace que esta nueva y prometedora franquicia dé el salto a la next gen. Lo interesante de todo esto es que el juego será gratuito para los suscriptores al servicio de pago PlayStation Plus, los cuales son en porcentaje aún más numerosos en PS4 de lo que eran en PS3 dado que ya es necesario contratar dicho servicio para jugar por internet. Así, aunque esta Apocalypse Edition no ponga sobre la mesa novedades demasiado relevantes respecto al DN original, se convierte en una golosina bastante sabrosa para añadir a nuestra colección de descargables.
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Jack cogió su fusil El hilo narrativo de Dead Nation no es precisamente digno de llevarse un Oscar al mejor guion, pero tampoco lo necesita dada la eminente naturaleza arcade del juego. Sin embargo, las pinceladas narrativas que se nos ofrecen a lo largo de los diez niveles en los que se divide el modo campaña del título están bien escritas y logran enganchar al jugador, rematando la faena con un impactante final que deja bien a las claras que Housemarque ha mimado todas y cada una de las facetas del juego, fueran más o menos relevantes dentro del género en el que se encuentra enmarcado. Así, al principio del título se nos ofrece la posibilidad de seleccionar entre dos personajes: Jack McReady y Scarlett Blake. No existen diferencias entre ambos más allá del plano estético, por lo que esta opción se encuentra presente solo para dar cabida a la modalidad de dos jugadores en el caso de que queramos compartir la aventura bien en modo local o bien a través de internet. El trasfondo inicial del juego es el característico del género zombi: Un holocausto vírico de origen indeterminado ha transformado a la mayoría de la población mundial en muertos vivientes sedientos de sangre. Nuestros dos protagonistas han logrado sobrevivir hasta la fecha gracias a ser inmunes a dicho virus. Así, aunque sean mordidos, no podrán ser infectados ; pero por supuesto ello no les salva de que acaben convertidos en comida para zombis a no ser que luchen por sus vidas. El alimento y la bebida de la que disponían en su refugio se ha agotado, por lo que no tendrán más remedio que abandonar la seguridad que ofrecía su improvisada fortaleza para lanzarse a las calles en busca de sustento, posibles supervivientes y un lugar en el que puedan encontrarse definitivamente a salvo.
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El juego se desarrolla desde una perspectiva cenital , lo cual permite poner en pantalla un fenomenal despliegue gráfico que destaca por encima de la media en PS3 y ha sido mejorado aún más en PS4, aunque algo más adelante ya entraremos en detalles respecto a las novedades de esta nueva versión. El sistema de control es bien sencillo: con el stick analógico izquierdo nos movemos, mientras el derecho nos permitirá apuntar de forma independiente para así poder disparar en 360º sin estar limitados por la dirección que tome nuestro personaje. De inicio contamos con un arma que se convertirá en nuestra más fiel compañera a lo largo del juego: el fusil de asalto . No es un arma automática o semiautomática, por lo que su escasa cadencia de fuego es su principal tara. Pero cuenta con una ventaja crucial: munición infinita. Además, pulsando brevemente el botón de disparo cargaremos un tiro potente que tumbará a los enemigos más aguerridos. A medida que avanzamos en la aventura se nos irán desbloqueando nuevas posibilidades ofensivas en forma de armas secundarias como ametralladoras, escopetas o lanzallamas. Éstas ya funcionan con munición limitada, por lo que deberemos reservarlas para los momentos más cruciales, como las situaciones en las que nos vemos rodeados por hordas de zombis o nos encaramos con los enemigos más resistentes del juego. También disponemos de objetos arrojadizos como bengalas (para llevar la atención enemiga lejos de nosotros), granadas, minas o cócteles molotov, así como un movimiento de sprint que nos salvará el pellejo en más de una ocasión. El entorno por el que nos movemos también puede ser usado como arma, gracias principalmente a los numerosos coches varados en las calles o los tanques de combustible. Los vehículos que tienen alarma pueden atraer a los zombis , y solo serán necesarios unos cuantos disparos para hacerlos saltar por los aires. Eso sí, habrá que tener cuidado con la onda expansiva si no queremos sufrir nosotros también los daños de la deflagración.
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Respecto a los enemigos, además de las clásicas oleadas de muertos vivientes que se abalanzarán sobre nosotros continuamente, tendremos que vernos las caras con zombis mutados especialmente peligrosos como los explosivos (parecidos a los boomer de la saga Left 4 Dead), los corredores (se abalanzarán a la velocidad del rayo y necesitarán unos cuantos impactos para ser frenados) o los gritones (que atraerán a las hordas cercanas a nuestra posición), además de otras sorpresas que queremos que descubráis por vosotros mismos. El camino que recorreremos a lo largo de los diez niveles se encuentra prefijado de antemano , pero es más que recomendable recorrer las vías secundarias que salpican el trayecto para hacernos con multiplicadores de puntuación, dinero, objetos coleccionables y, lo más importante, nuevas piezas para nuestra armadura. También podemos encontrar desperdigadas por los niveles varias zonas seguras que nos darán acceso a una tienda en la que podremos equipar las piezas de armadura obtenidas (que subirán los parámetros de fuerza, resistencia y velocidad de nuestro personaje), así como comprar armas y munición o mejorar las que ya poseamos. A este respecto lo primero y más recomendable que debemos hacer es mejorar nuestro fusil de asalto estándar al máximo. Es fácil hacerlo (cada uno de sus grados de mejora posee cuatro niveles, muchos menos que las armas secundarias), y gracias a ello conseguiremos en poco tiempo un arma todo terreno poseedora de munición infinita, un cargador de 40 proyectiles y una potencia de fuego considerable. Respecto a la dificultad, contamos con un total de cinco niveles seleccionables al principio de la aventura , además de un sexto en el que luego entraremos en detalle al ser exclusivo de esta versión PS4.
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Los dos primeros niveles de dificultad nos permitirán avanzar por el juego sin muchos problemas, mientras el tercero ya ofrecerá algo de desafío a nuestra aventura. Los dos últimos se encuentran bloqueados en un principio, y en ellos ya sí que encontraremos un reto enorme que nos costará sangre, sudor y lágrimas superar. Además del Modo Campaña principal, contamos con el llamado Misión Única, que nos permite jugar cada uno de los diez niveles de manera aislada, y un modo Desafío que nos instará a superar las puntuaciones que otros jugadores hayan conseguido alcanzar en el modo Misión Única. También contamos con las dos modalidades que la expansión Road to Devastation (disponible de inicio en esta versión PS4) añadió a la versión original, como son Arcade (6 desenfrenados niveles divididos por zonas que nos harán sentir como si nos encontráramos ante una versión recreativa de Dead Nation ) e Infinito (sin puntos de control, ni continuaciones, ni posibilidad de guardar la partida; vamos, lo que viene siendo un modo supervivencia con todas las letras). Algo que también llama la atención respecto a las posibilidades del juego son los detallados marcadores online que brinda , en especial su división por países, con una tabla que nos mostrará con todo lujo de detalles el número de zombis que se han matado por zonas, quienes son los mejores cazadores de muertos vivientes de cada nación, así como la comparación de nuestras marcas con las del resto de jugadores ubicados a lo largo y ancho del globo terráqueo. Esta información también se nos ofrece entre nivel y nivel del modo campaña , como si se tratara de la retransmisión televisiva que una crisis de tal magnitud conllevaría, lo que unido a la introducción en la que se intercalan imágenes de vídeo reales da como resultado una fenomenal ambientación al más puro estilo cinematográfico.
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Entre PlayStations anda el juego Una vez desgranada la oferta que ya brindaba el Dead Nation original de PS3, es el momento de centrarnos en las novedades que ofrece esta Apocalypse Edition lanzada en PS4 . Comenzando con el apartado gráfico, todos aquellos que hayan disfrutado del Dead Nation original saben que ya de inicio solo puede calificarse de sobresaliente. La perspectiva cenital que enmarca la acción permitió a Housemarque aprovechar los recursos y potencia de la anterior consola de sobremesa de Sony para poner en pantalla un nivel de detalle asombroso. La fluidez es constante, los zombis llegan a cientos, y el minimalismo puesto a la hora de representar todos y cada uno de los elementos en pantalla es digna de elogio. Pero si hay algo que destacaba por encima de lo demás en el apartado visual del Dead Nation original era sin duda el despliegue de efectos lumínicos que poseía dicho juego. Pues bien, a pesar de que no existe un lavado de cara como tal en PS4 (por lo que ni mucho menos se puede decir que se aprovecha el potencial técnico de la nueva y flamante consola de Sony), esta Apocalypse Edition no deja de lucir aún mejor de lo que lo hacía en PS3 el DN original . De entrada se nos ofrece al fin una alta definición completa. Los 1080p permiten que el juego luzca mejor que nunca . En pantallas grandes es un auténtico espectáculo, pues el grado de detalle y el minimalismo extremo puesto a la hora de elaborar el apartado visual del juego adquiere una nueva dimensión. Aquellos que ya hayan jugado al DN original se sorprenderán al encontrarse con referencias visuales que antes se les habían pasado por alto; y no porque no estuvieran, sino porque era más difícil distinguirlas a 720p. Las texturas también han aumentado su definición para adaptarse a la Full HD , algo indispensable y que por fortuna los grafistas de Housemarque no han pasado por alto. Y ya por último, también es digno de destacar la espectacularidad aún mayor que alcanzan los efectos visuales. Los 8 GB de RAM poseídos por PS4 permiten decir adiós a las sombras pixeladas tan comunes en la anterior generación, por lo que la definición que éstas alcanzan se encuentra a la altura del resto de elementos gráficos del título. Los efectos de luz también son aún mejores lo que, unido a la mencionada mejora respecto a las sombras, transforma en toda una gozada visual los movimientos y enfoques que nuestro personaje efectúa con su linterna.
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En cuanto al sonido, no se distinguen muchas novedades respecto a lo ya escuchado en PS3. La banda sonora sigue siendo el punto flaco del juego , tornándose repetitiva en la mayoría de ocasiones y consiguiendo a duras penas ambientar nuestro devenir por la aventura. Los FX ya sí se encuentran algo más cuidados, aunque sin grandes alardes . Así, la novedad de esta versión reside en poder escuchar por el altavoz de nuestro pad de control la voz femenina que nos informa de los cambios de arma que efectuamos con la cruceta digital; un aviso que por otra parte ya surge de los altavoces del televisor, por lo que el hecho de encontrárnoslo también en el pad de control es algo completamente secundario e innecesario. Centrándonos en el resto de novedades del título, encontramos ahora un modo competitivo para nuestras partidas a dos jugadores que nos permitirá ver quién de los dos es capaz de conseguir una mejor puntuación mientras jugamos, así como un nuevo modo de dificultad denominado Transmisión+ que sin duda merece una conveniente explicación: Aprovechando las posibilidades que el botón Share añade a PS4, Housemarque ha tenido la genial idea de implementar la opción de brindar posibilidades de interacción a aquellos que decidan ver las partidas que emitamos . Si así lo deseamos, nuestros espectadores podrán decidir si quieren que en nuestra partida aparezca un mayor número de zombis, diversos potenciadores para ayudarnos, o que surjan más trampas e impedimentos en nuestro camino. Es como tener un público que puede votar en directo e influir con ello en nuestra partida, y sin duda brinda nuevas posibilidades a estas emisiones que constituyen una de las novedades más aclamadas de PlayStation 4.
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