Dark Souls II - Crown of the Ivory King
- PlataformaPC8.5PS38.53608.5
- GéneroRPG, Acción
- DesarrolladorFrom Software
- Lanzamiento01/10/2014
- TextoEspañol
- VocesInglés
Dark Souls 2: Crown of the Ivory King
La trilogía de las coronas de la última entrega de From Software se cierra esta semana con la última y más complicada corona disponible para conseguir. Tres expansiones que se unen cuando terminemos este gélido mundo con sus novedades y nuevas mecánicas. El infierno está bajo cero.
Dark Souls 2 se ha ido ampliando durante estos últimos tres meses con contenidos nuevos en formato DLC. From Software ya probó suerte con el Abismo de Artorias para el primer Dark Souls, y tras el buen resultado que dio esa expansión, decidieron seguir un camino similar con la trilogía de las coronas. Tres DLC que nos invitan a visitar tres nuevas áreas, cada una con sus jefes finales y secretos, para conseguir la corona de turno perdida. Cuando tenemos las tres, podemos descubrir detalles nuevos del juego que no desvelaremos. Después de The Crown of Sunken King y The Crown of Old King, llega ahora el DLC más duro y exigente de todos. Dark Souls concentrado en un espacio de 5 horas no apto para novatos.
El escenario de este tercer DLC cambia completamente y nos invita a pasear por un mundo totalmente helado. Esto significa muchas cosas en términos de jugabilidad de las cuales iremos tomando nota a medida que vamos avanzando. Nuestro objetivo, conseguir la tercera y última corona una vez hayamos acabado con los tres jefes finales que hay alrededor de este enorme castillo lleno de hielo y nieve. La exploración juega una parte muy importante en este DLC. En los dos anteriores ya se avisó que no se trataba de avanzar en línea recta, sino que los usuarios tenían que resolver algunos puzles para poder encontrar el camino correcto. Aquí tenemos un escenario enorme por explorar y lleno de lugares a los que llegar. Parece mentira que por un estrecho pasillo casi escondido en medio de una especie de colina podamos avanzar hasta adentrarnos en el castillo, por citar un ejemplo.
Para acceder a este nuevo contenido es necesario viajar hasta la bifurcación en ruinas de los Bosques Sombríos, seguir un camino más que familiar para nosotros si ya hemos terminado el juego y acceder desde el santuario de invierno a la nueva zona. Naturalmente, necesitamos contar con la flor congelada que nos dan cuando adquirimos el contenido descargable. De esta manera, la trilogía de las coronas se hace más accesible -hablamos de llegar a los puntos, no de superarlos- y se aleja de toda la mini aventura que teníamos que realizar, por ejemplo, para acceder al Abismo de Artorias en el primer Dark Souls. Es seguramente una de las pegas que se le puede achacar a la trilogía, que de acceso inmediato no nos obligue a realizar algunas tareas que nos hagan revisitar de manera distinta el mapa original del juego.
Una vez llegados a la nueva área, es complicado no quedarse boquiabierto con lo que nos espera por delante. Nos encontramos con un enorme castillo en medio de la nieve y un escenario vasto en el que dominan montañas nevadas y un sol que está medio poniéndose. Realmente es impresionante el contraste respecto a otros escenarios y en ciertos momentos nos impresionará tanto como cuando descubrimos por primera vez el castillo de la Atalaya del viejo dragón o como cuando nos encontramos por primera vez con el castillo de Drangleic. Lo bueno empieza en este instante, con una gran cantidad de enemigos que destacan por una cosa positiva y por otra negativa: la primera es que son durísimos, y con un solo golpe nos pueden quitar más de media vida (no es recomendable un nivel inferior a 120 ni llegar sin armas potenciadas al máximo); la segunda es que a pesar de estar helados, lo cierto es que su diseño y sus patrones nos serán muy familiares. La reutilización de enemigos es evidente en este DLC, algo que empaña parte del trabajo realizado.
De hecho, incluso algunos jefes también nos evocarán a batallas pasadas. Eso sí, con ciertos añadidos de dificultad que hacen esta búsqueda de la corona algo más desafiante. Un buen ejemplo de ello es la mascota del rey, llamada Aava, el gran enemigo que buscamos por estos lares. Dicho boss no es más que un monstruo en forma de tigre que nos sorprenderá la primera vez en forma invisble y que nos machacará por los cuatro costados sin darnos cuenta por donde viene. Podríamos intentar seguir sus pasos, pero no es nada fácil sobre todo porque la niebla hace acto de presencia constantemente en este DLC y eso dificulta todavía más la visión mientras esquivamos ataques a media distancia. Lo mejor, como en muchos casos de los jefes finales de la saga, estar bien cerca de nuestro enemigo.
A medida que exploramos y vamos descubriendo los secretos de este DLC nos damos cuenta de que la mecánica para terminar con el jefe final de esta corona es distinta a las anteriores. Aquí podremos reclutar una serie de aliados (seguidores) que son básicos para poder derrotar al gran jefe. Para dar con ellos tendremos que adentrarnos en diversos caminos llenos de secretos y enemigos, entre ellos ciertas invocaciones que nos darán más de un dolor de cabeza. Nos invadirán espectros durísimos en velocidad y contundencia de golpes, algo que complementa perfectamente las batallas con los otros jefes finales. No es raro morir varias veces a pesar del bagaje que llevamos a nuestras espaldas (juego completo, dos DLC), y es que al retorno de ciertos jefes que ya conocíamos del juego original y a las invasiones se le añade el hecho de que ante nosotros se aparecen una gran cantidad de enemigos veloces y poderosos. Y en manada, los monstruos de Dark Souls 2 son más peligrosos. Además, no es difícil perderse mientras buscamos secretos y aliados, por lo que podemos acabar repitiendo diversas zonas complicadas más de una y de dos veces mientras encontramos el camino correcto.
Todo con un único objetivo: llegar a la gran catedral y acabar con el rey que domina este mundo. Por cierto, con un contraste absoluto de escenario si lo comparamos con lo que habremos visto hasta el momento del DLC y con una dificultad de batalla más que elevado si no vamos preparados (de ahí que los seguidores sean simplemente vitales para afrontar este gran enemigo final). Hay varios caballeros en pantalla y sin la ayuda de aliados no es recomendable. Posteriormente quedará ya el epílogo de la trilogía, que tal vez no sea lo que muchos esperan pero que, no nos engañemos, eso siempre sucede en la saga Souls. Lo importante, a fin de cuentas, es llegar.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.