Cube
- PlataformaPSP7
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorD3 Publisher
- Lanzamiento20/07/2007
- TextoEspañol
- VocesEspañol
Puzzles de hexaedros
La nueva apuesta de D3Publisher nos lleva a un mundo lleno de poliedros, perspectivas inimaginables y complejas situaciones donde habremos de pensar detenidamente aunque siempre habrá cabida para crear nuestros propios desafíos. Rota tu mente.
Los más entrados en años quizás recuerden uno de los primeros y más originales títulos de puzzles de PlayStation, Kula World, distribuidos en los populares discos de demos de la consola de 32 bits de Sony. Desarrollado por el desconocido estudio Game Design Sweden AB, su apuesta era tan original como inusual: controlar a una bola por laberínticos escenarios pudiendo ir en cualquier dirección y profundidad en busca de determinado objetivo.
En este caso la similitud con Cube, el título que hoy analizamos, es innegable aunque la nueva apuesta de los debutantes Metia Interactive y el distribuidor D3Publisher ofrece ciertos aspectos cuanto menos destacables, comenzando por el hecho de controlar a un cubo, con todo lo que ello conlleva, a poder crear nuestros propios niveles, haciendo que la duración del juego sea casi infinita.
En esta ocasión, muy al estilo de Mercury y su secuela (de la cual también guarda cierta similitud, principalmente en los fondos de los escenarios y los nombres de las áreas), encontramos nueve mundos divididos en tres niveles de dificultad: fácil, medio y difícil, además de un práctico tutorial con cerca de 30 puzzles bastante sencillos.
Cada una de las nueve áreas ofrece un total de quince escenarios diferentes (dando un total de 135 puzzles) si bien los cinco últimos sólo están disponibles si recogemos previamente las llaves, diamantes u objetos que requieran en cada caso, o bien al superar los anteriores en un mínimo de tiempo.
Igualmente cada área ofrece una temática diferente; aqua, aero, tierra , que se transmite en los colores del fondo y los cubos de cada escenario ya que en general no hay ningún reto realmente significativo en cualquier área, sólo situaciones cada vez más complicadas. Y es que la principal novedad de Cube son las trabajadas situaciones de determinados puzzles haciendo que un planteamiento que pareciera imposible se resuelva de la forma menos pensada y a la vez más original.
Nuestro cubo, como buen poliedro que es, tiene doce aristas que se pueden adherir a cualquier otra arista del escenario, aunque sólo se toque una de ellas, siempre y cuando al moverlo a cualquier dirección el lado en cuestión toque perfectamente.
Esto ofrece situaciones tan originales como ir por una columna sorteando enemigos mientras que recogemos objetos situados en diferentes planos a recorrer el espacio mediante limitados cubos que nos restringen movernos en una sola dirección. Las posibilidades son realmente inmensas.
Además de los citados objetos y enemigos (con trabajados patrones de movimiento) que vamos encontrando por los diversos escenarios también hay cabida para algunos interruptores que hacen aparecer o desaparecer algunos bloques del escenario creando nuevas vías o ayudándonos a recoger algún objeto anteriormente inaccesible.
Por otra parte los puzzles más avanzados ofrecen situaciones muy complicadas y originales teniendo en ocasiones que controlar varios cubos (haciendo que todos se muevan en la misma dirección) o pudiendo ser invulnerable o invisibles durante un limitado tiempo. La duración del juego, sin ser realmente alta, está bastante bien ajustada y cuenta con cierta rejugabilidad al poder desbloquear nuevos puzzles.
Por último, y antes de entrar a comentar los aspectos técnicos del juego, Cube ofrece dos modalidades aparte del modo individual: Dos Jugadores (Cooperativo y Competición) y el Editor de Niveles, una muy grata sorpresa que nos permite crear cuantos puzzles queramos pudiendo posicionar cualquier bloque, enemigo, objeto o interruptor en cualquier situación y después poder jugarlo o mandarlo a un amigo. De nuevo las posibilidades son inmensas y cada vez más se agradece este apoyo a la creatividad de los jugadores por parte de los desarrolladores.
No obstante, para el objetivo del juego, el escueto aspecto gráfico cumple de creces y los numerosos bloques, enemigos (con un diseño muy original) y objetos son suficientemente claros para hacer muy ameno el desarrollo. Lástima de la cámara del juego que no siempre se posiciona donde mejor debería y en muchas ocasiones hay que alejarla, acercarla o rotarla para poder ver mejor las posibles situaciones.
En el aspecto sonoro tampoco hay muchas cosas destacables. Los efectos son muy sencillos pero efectivos, cambiando según la temática o el tiempo que reste en cada escenario mientras que las melodías son entretenidas sin llegar a aburrir aunque se repiten bastante en una misma área debido principalmente a la escasa duración de las primeras fases.
Ahora bien el principal problema del juego son sus tiempos de carga que, aún no siendo excesivamente largos (no suelen exceder de diez segundos) sí son muy constante y, dado que algunos escenarios sólo suelen durar quince a treinta segundos, pueden llegar a ser hasta tediosos.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.