Lucha libre motorizada

Señoras y señores, estamos esta noche reunidos para presenciar el feroz combate entre Steve Austin & The Rock, Billy & Chuck y algunos sparring de segunda en un todos contra todos. Rogamos permanezcan atentos a sus pantallas, nunca antes vieron a estos fornidos luchadores combatir de esta manera.

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THQ cuenta con la licencia de la WWE (World Wrestling Entertainment), una de las múltiples ligas de Wrestling que existen en los USA, quizá no tan famosa en Europa como la World Wrestling Federation, pero sí que cuenta con muchos seguidores en América. Crush Hour no es el único juego que aprovecha la licencia como excusa para realizar algo que no tiene mucho que ver, sin ir más lejos existe un juego de cartas también de THQ para Game Boy, pero sí que parece que será el último de esta guisa.

Si conoces Twisted Metal, conoces en parte este juego, una mezcla entre Destruction Derby y Quake donde se dan cita los más famosos luchadores de la liga WWE montados en vehículos todoterreno, provistos de ametralladoras, lanzamisiles y muchos trucos para "pelarse" sin levantar un puño al aire. Reunidos en arenas de lucha, el objetivo es sobrevivir recogiendo items de salud, power-ups y armas milagrosas que consigan pulverizar los coches de los demás.

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Juegos como este no existen en Game Cube. Lo más parecido que tenemos sería Medal of Honor, y poco más, la consola de Nintendo apenas cuenta con shooters en primera o tercera persona (no vale el genial Ikaruga), y mucho menos con argumentos tan truculentos como el que nos ocupa. Un arcade en toda regla donde la absurda excusa de la licencia WWE no debería hacerte caer en un error.

  g  r  á  f  i  c  o  s

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El frame rate es bastante sólido. No hay bajadas de frames en todo el juego, ni a uno ni a dos jugadores a pantalla partida. Sin embargo, da la sensación de que el juego corre a 25 frames por segundo y no a 50, como debería ser. En el terreno de la especulación, cabe la posibilidad de que sus desarrolladores, Pacific Coast Power & Light, hayan intentado mantener a la baja el frame rate para que no hubieran bajadas en el multijugador, y finalmente la ausencia de un modo a 4 jugadores a la vez haya sido por problemas de presupuesto o de incumplimiento de fechas.

Es inexplicable que un juego que adolece de arenas más bien pequeñas, de escenarios con muchas aristas y con la total ausencia de elementos móviles, no pueda moverse con mayor fluidez en una Game Cube, recuerda a las etapas de la Nintendo 64 donde o bien se abusaba de la niebla (por suerte en este juego no hay popup ni niebla) o bien se tiraba de texturas pobres y frame rate bajo a cambio de mayor número de polígonos. Al menos la conversión a PAL es a pantalla completa.

Las arenas están bien diseñadas, desde lugares sencillos hasta estructuras complicadas, con rampas y trampas que aumentan la tensión de juego, es como poco un alivio saber que no todo en el juego está perdido. Los coches también son variados, así como las armas, y los personajes que montan los vehículos están ahí a nivel anecdótico, no sabe uno a santo de qué luchadores de wrestling conducen coches infernales, y estéticamente no aporta apenas nada, puesto que las celebraciones cada vez que eliminas a uno de tus contrincantes se limitan a cambiar el icono de tu luchador en pantalla.

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  s  o  n  i  d  o

Tanto la banda "sonora" como el resto de los efectos sonoros del juego, en especial el narrador o "speaker" (Jim Ross), son bastante mediocres. No se han esmerado en absoluto en este sentido, puesto que lo único reseñable es la intro en el inicio de cada "combate", donde se presentan los corredores como si fueran a pelear en un cuadrilátero, cada uno con su propia "coreografía".

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Por lo demás, los efectos de las armas son ramplones, la música es casi ruido, y prácticamente ni oiréis el sonido del motor entre tanto estruendo. El narrador entra en ocasiones a destiempo, habla como si fuese tartamudo y aburre bastante. Se salva la intro, pero precisamente la intro es lo que menos vamos a disfrutar.

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

El manejo de los vehículos es francamente bueno. Con el botón A aceleras el coche, con el B frenas y das marcha atrás (la vas a necesitar cuando te encierren contra una pared), con los dos botones X e Y manejas el turbo y la super arma, con el R el arma básica, Z con el arma secundaria y con el L haces los derrapes y los giros más rápidamente que con el stick analógico. La única pega en este aspecto es que tienes que disparar siempre de frente, las armas no apuntan automáticamente salvo determinados power-ups especiales, pero no es nada grave, más bien al contrario, lo que engancha en este juego es esa sensación de ir detrás de un enemigo a todo trapo, disparando y fallando lo indecible porque no mantienen una línea recta. Si apuntaran automáticamente se perdería definitivamente este apartado también.

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El estilo de juego es cercano al que se puede disfrutar en Quake 3 Arena, aunque aquí no hay internet ni 4 jugadores humanos simultáneamente en pantalla. Tienes hasta 13 arenas para escoger en el modo versus (algunas no disponibles al principio), las cuales pertenecen al universo WWE (Raw & SmackDown) y que podrían ser reconocidas si fueses un seguidor de esta licencia de Wrestling. 32 personajes a escoger una vez desbloquees los ocultos, y una especie de mezcla entre modo historia y World Tour donde debes escoger un luchador y comenzar una liga, escalando posiciones y mejorando la técnica de tu luchador.

La diferencia con la saga Twisted Metal de Playstation radica en que aquí no pierde el que recibe impactos, sino el que no "mata" suficientes veces. El objetivo para ganar en el modo Raw es eliminar a algún enemigo N veces, teniendo grandes posibilidades de configuración tanto en número de contrincantes, como el número N o como la inteligencia y empleo de armas de los oponentes.

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El modo World Tour es bastante ameno, todo un reto llegar al final y descubrir los 9 personajes ocultos que se desbloquean al acabar con ellos en los enfrentamientos finales de esta liga. Este apartado deja en buen lugar el juego, al menos salva lo que otros apartados parecía iban a condenar a este título. Resta puntos el hecho que no cuente con modo a cuatro jugadores en pantalla partida, pero resta muchos más que no aproveche el adaptador de banda ancha ya disponible para jugar al PSO en algunas partes, un juego que debe ser muchísimo más divertido jugado en red que en modo individual, a pesar de que solo tampoco defrauda.

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  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

A pesar de los defectos gráficos y de sonido, WWE Crush Hour es realmente divertido. Si conoces otros juegos como Twisted Metal en PS2 o el magnífico e insuperable hasta la fecha Interstate 76, tienes la única alternativa actualmente existente en Gamecube. Sin embargo, clama al cielo que todas las distribuidoras europeas estén intentando vendernos gato por liebre al cobrarnos más de 50 euros por un juego que en los Estados Unidos se está vendiendo prácticamente desde su lanzamiento a 20 dólares (menos de 18 euros, 3000 pesetas de las antiguas). Al menos esta vez no sólo sucede en España, distribución a cargo de Proein, sino de toda Europa, lo cual parece indicar que THQ intenta ganar algo del dinero que seguramente ha perdido en el extrangero.

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Una pena, puesto que si ese precio fuese el que nos vendieran aquí, sería una compra muy recomendable, dado que tanto el modo "world tour" como el dos jugadores a pantalla partida son muy divertidos. Una vez más, los intereses incomprensibles de las compañías y las malas estrategias de marketing nos llevan a estos precios tan absurdos, con el agravante de que el juego utiliza la licencia de la World Wrestling Ententainment, representando un deporte que en España apenas cuenta con seguidores.

  l  o    m  e  j  o  r

  l  o    p  e  o  r