Crazy BMX World
Crazy BMX World, análisis Switch. Diversión al alcance de todos los bolsillos
Crazy BMX World llega a Nintendo Switch con un precio muy rompedor y una adictiva jugabilidad. Un título a tener en cuenta para la híbrida de Nintendo.
Shinyuden nos trae en esta ocasión a la híbrida de Nintendo —Nintendo Switch— un videojuego super adictivo y también a muy bajo precio, algo que está empezando a ser el santo y seña de la casa hispanojaponesa. Este mismo año analizamos en esta casa otra obra editada por Shinyuden, Heroes Trials, y de él comentábamos que tras jugarlo nos daba un déjà vu a Terra Incognita, el “título Yaroze” de PlayStation.
Con Crazy BMX World, el videojuego que hoy nos ocupa, también se nos ha venido a la mente otra producción, la de Roll7, OlliOlli. Con un listón tan alto queda por ver si el producto de Spicysoft cumple con las expectativas, ¿no?
Diversión simple
Es casi una utopía que en pleno 2020 y con mandos de control de más de diez botones todavía se lancen videojuegos que solo requieran de un único botón. El caso de Crazy BMX World tiene un poco de trampa pues su origen está en los dispositivos móviles, por lo que contar con un botón de acción únicamente es muy cómodo. Aún así, poca broma con el videojuego porque tal y como reza en su página web más de 27 millones de usuarios con móviles, Nintendo 3DS y Wii U han podido disfrutar de él. Ahora llega a la consola mitad de salón mitad portátil con un único objetivo; seguir cautivando al público.
Crazy BMX World es simple tanto en mecánica como en ejecución, aunque otra cosa es llegar a dominarlo a la perfección. En el videojuego manejamos una bicicleta cross mientras viajamos a lo largo de 295 pantallas distribuidas en 7 mundos sorteando problemas y saltando sobre plataformas. El objetivo es sencillo; recorrer todas las pantallas desde la zona de inicio hasta el final recogiendo monedas sin caernos al vacío.
Aunque parece una tarea fácil en absoluto lo es pues las plataformas, saltos, caídas y elementos del entorno están medidos a muy mala leche. Hay diversos objetos que nos pueden ayudar en nuestra tarea pero aún así la precisión juega un papel importante a la hora llegar a la meta.
Para que os hagáis una idea de cómo funciona Crazy BMX World imaginaos un escenario en dos dimensiones con scroll lateral de derecha a izquierda en el que van apareciendo plataformas, caídas y obstáculos que debemos sortear saltando con la bicicleta si queremos llegar vivos a la meta. Simple pero muy adictivo.
Al principio del análisis os hemos hablado de Olli Olli, un estupendo título de temática skater en donde viajábamos de una punta a otra de la pantalla sorteando obstáculos mientras realizábamos trucos con el monopatín. Sea como sea, Crazy BMX World nos ha recordado un poco a él en sensaciones pero también en lo gráfico, con un estilo de dibujado muy simpático y minimalista pero al mismo tiempo lleno de colores. También con toque retro.
Como hemos comentado, hay 295 pantallas en total y aunque al principio es algo fácil la cosa se va complicando por momentos, quizás demasiado, aunque esto ya hablamos de la recta final. Hay un total de 40 trajes para nuestro ciclista protagonista con las que cambiar un poco de aires y la manera de conseguirlos es a través de una maquina gashapon. Ya sabes, esa en la que metes un eurito y sale una bola sorpresa. No es algo que nos agrade mucho pero ahí está y además las “tiradas” se consiguen bastante bien.
Crazy BMX World cuenta también con dos modos de juego que son el Modo Tour y el Grand Prix. El primero es un arcade de toda la vida mientras que en el segundo intentamos conocer de qué pasta estamos hecho participando en escenarios infinitos. El objetivo de este modo es conseguir la más alta puntuación en la tabla de clasificación mundial y os aseguramos que engancha mucho.
Mucho por poco dinero
Seguramente en lo técnico Crazy BMX World no te entre por los ojos pero es que no se le puede pedir mucho más a un videojuego que cuesta tres euritos. Cuenta con unos gráficos simples y sencillos pero muy efectivos. Es potente a la vista, variado y colorido. Cada uno de los mundos está lo suficientemente tematizado como para reconocerlos a primera vista y tienen detalles adicionales que los hacen únicos. Las animaciones no son la panacea pero una vez más, lo que hay es efectivo y cumple su cometido.
Poca broma con la banda sonora que si bien no es especialmente extensa sí sorprende y mucho con algunos de sus temas musicales. Además los textos están traducidos al castellano —y otros idiomas— por lo que sabrás en todo qué nos tiene que contar el videojuego.
Si te sobran tres euros o puntos en la tienda digital eShop de Nintendo Switch, deberías de darle un tiento a Crazy BMX World porque nunca tan poco podrá darte tanto. No obstante hay que reconocer que tantas pantallas y las pocas mecánicas que hay en cada una de ellas puede hacerlo algo monótono.
Conclusión
Como decimos, poco se le puede pedir a un juego tan divertido y adictivo que tan solo cuesta 3 euros. No es la panacea, tampoco inventa la rueda, pero su cometido lo cumple y con creces; entretener. Además gracias a sus fases ágiles y a la función de suspensión de la consola podemos disfrutar de él en cualquier momento. Un poco pesado al final pero es posible que solo pueda parecerselo a algunos jugadores.
Lo mejor
- Su precio, una auténtica ganga.
- Adictivo como pocos.
- La banda sonora está realmente bien.
Lo peor
- Un poco estirado en duración.
- Gráficamente algo pocho.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.