Contra Anniversary Collection
Dificultad, divino tesoro
Contra Anniversary Collection, Análisis
La franquicia run 'n gun más afamada de la industria del videojuego rememora sus primeros pasos en arcade, 8 y 16 bits.
Por mucha sorpresa que nos haya causado hace bien poco el anuncio de un futuro episodio de la saga Contra, nadie en su sano juicio espera muchas entregas de esta franquicia tan mítica en el futuro, especialmente en lo que a la acción bidimensional se refiere. Es un poco chocante, ya que no se advierte un auténtico problema de obsolescencia de este tipo de juegos, que continuamente reciben vueltas de tuerca tan interesantes como la de Mechstermination Force o tan prometedoras como la del futuro Blazing Chrome. No es eso. Se trata más bien, por más que nos disguste pensarlo, de que a Konami los videojuegos le importan muy poco a estas alturas, como se ha encargado de dejar bien claro en estos últimos recopilatorios con los que ha conmemorado un evento que merecía muchísima más atención: su quincuagésimo aniversario, una cifra de la que muy pocas empresas pueden presumir.
Antes de enumerar lo bueno y malo de la última aparición de Konami en su propia fiesta, conviene tener presente una realidad que salta a la vista desde el primer momento, y es que se trata con mucho de la más redonda de las tres, a pesar de no tener muchos más mimbres que los dos intentos anteriores. Empezando por su coherencia interna, superior a la del volumen supuestamente dedicado a los Shoot `em up, la conclusión de esta celebración se encuentra con un regalo que le viene de fábrica y termina transformando esta entrega en la más recomendable. Se trata del simple hecho de que esta vez se ha cubierto mucho mejor la evolución de la saga homenajeada, algo en lo que flaqueaba (y mucho) la segunda entrega. Desde Meristation hemos criticado abiertamente (y no es que hayamos sido los únicos) las selecciones de títulos de las dos anteriores entregas, pero esta vez todo es diferente. Es cierto que no era muy complicado conseguirlo, porque la saga Contra es una que ya había quedado olvidada para la propia Konami, pero la consecuencia positiva es que en esta colección nadie puede echar en falta nada que sea verdaderamente esencial en la saga.
Cubriendo una saga mítica
El de Contra es un nombre que define por completo al género del Run ´n Gun clásico, pero hay que aceptar que hablamos de una saga que nunca se ha adaptado bien a los cambios, aportando más bien poco después de la época de los 16 Bit. Cabe preguntarse, obviamente, si habría sido un buen momento para reeditar títulos como Hard Corps Uprising, pero esta vez tenemos que admitir que no se echa en falta nada que haya supuesto una revolución en una saga que tiene pocas, con la excepción de un videojuego que no terminó de convencer a todo el mundo y que parece estar en el ADN de ese futuro episodio tan atípico que recibiremos los próximos meses: el extraño Neo Contra para Playstation 2. Se trata de un gran divisor de opiniones de la saga que bien podría haber sorprendido a los jugadores, pero eso tampoco habilita a nadie para hablar esta vez de grandes ausentes, sino más bien de nombres que pasaron algo desapercibidos pese a su calidad, una categoría en la que también podríamos hablar del mencionado Hard Corps: Uprising o del magnífico Contra: Rebirth para Wii. Este último, por cierto, es ya un juego que no puede adquirirse de ninguna manera a día de hoy. Y no se trata para nada de un oscuro videojuego para microordenadores rusos que necesita ser preservado por los fans: es un juego de Konami en pleno 2009.
Con todo esto en mente, quien se decida por este recopilatorio ya sabe muy bien lo que va a encontrarse. Los títulos de esta saga para recreativas y Nintendo NES son poco menos que los pioneros fundadores que establecieron no pocos de los convencionalismos del género hasta que Metal Slug lo refundó en 1996 con lo que no dejaba de ser un gran homenaje a esta misma saga. Es cierto que pueden resultar algo irregulares contemplados ahora mismo, pero desde luego son títulos que se quedaron marcados a fuego en todo aquel que los jugase en su momento, y no nos ha parecido que ninguno haya perdido el carisma que siempre mantuvo esta saga. Es más, lo que más nos ha gustado de este recopilatorio es el hecho de que todos ellos se juegan con agrado en 2019, poniéndonos de nuevo en contacto con la ingenuidad argumental y la dificultad extrema de aquellos años, incluso con sus mecánicas algo obtusas en ocasiones para un jugador actual. Hay para todos los gustos gracias a la selección de ejemplos para recreativa y consola, con unos títulos para NES que se cuentan entre los videojuegos que mejor han envejecido del sistema. Al igual que comentábamos en la entrega dedicada a Castlevania, el caso de los dos títulos lanzados para las consolas de 16 Bit es el de dos verdaderos monstruos inmortales del género, que aún hoy aguantan más que bien a nivel audiovisual. La velocidad de Contra: Hard Corps aún confiere a este juego de un aspecto distintivo en lo jugable que lo hace irresistible en todo momento. Lo mismo puede decirse de las audacias técnicas y el fantástico diseño de niveles del que fue uno de los mejores títulos de lanzamiento de la vieja Super Nintendo. El monumental Contra 3: The Alien Wars fue pionero a nivel tecnológico en su día, y su uso de las rotaciones y demás filigranas que ponía la SNES sobre el tapete aún sorprenden en un juego tan antiguo. Por si fuera poco, es en estos dos (y muy concretamente en el juego para Mega Drive) donde más brilla una especie de disculpa que planea sobre los tres recopilatorios de Konami en el momento de realizar este análisis.
Por fin llegan las variantes regionales
Cualquiera que conozca el mundo de la emulación y los videojuegos de Konami en aquellos años sabrá que con esta empresa hablamos de una en la que las diferentes variantes regionales de muchos juegos pueden cambiarlo absolutamente todo. Basta ver las diferentes dificultades de algunas de estas variaciones, la ahora entrañable censura que transformó en robots a varios protagonistas humanos de la saga o mil detalles más que no escapan a los seguidores más dedicados. Ahora que nos encontramos ante la última entrega, conviene tener en cuenta que este ha sido un aspecto muy criticado a lo largo de estos tres fascículos de emulación oficial, así que es de agradecer que Konami lo haya solventado finalmente, en esta y en las dos entregas anteriores. Las versiones japonesas no son una opción en el universo de la Konami de los ochenta y noventa, así que hay que conceder el crédito que merece la empresa por haber escuchado a la comunidad retro esta vez. Más vale tarde que nunca.
Por lo demás, el envoltorio de este tercer pack no termina de dejar atrás las luces y sombras de sus primos hermanos. Presenta de nuevo una emulación que cumple con solvencia, pero a la que se le pueden encontrar aún algunas miserias sonoras si se bucea lo suficiente, y presenta de unas opciones de visualización que no están mal del todo, pero siguen difuminando en exceso la imagen cuando utilizamos los filtros disponibles. Nada que arruine la experiencia, pero definitivamente se trata de un punto en el que las cosas se podrían haber hecho mejor en toda esta fiesta de cumpleaños. Un cumpleaños que se cierra mejor de lo que empezó, pero que debería haber sido una fiesta mucho más sonada por lo grandioso de aquello que se celebraba.
Conclusión
La fiesta de cumpleaños de Konami concluye mejor que comenzó gracias a una recopilación que cubre lo mejor de la saga Contra. La brillantez y pureza de los juegos incluidos, así como el hecho de que se cubra lo más relevante de la saga sin omisiones que sean realmente imperdonables han modelado a un recopilatorio mucho más que decente, que se culmina con un libro digital muy cuidado que, como siempre, disfrutarán quienes gozan de la historia del videojuego como medio.
Lo mejor
- Por Contra III y Hard Corps no pasan los años.
- Cubre lo mejor de la saga.
- Las versiones japonesas: imprescindibles para los más acérrimos.
Lo peor
- Era el momento para reeditar títulos como Hard Corps Uprising o Contra: Rebirth.
- Aunque no está mal, se puede hacer mejor en cuanto a visualización y emulación.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.