Guerra en el Pacífico

De la mano de City Interactive, nos llega un nuevo juego de aviones ambientado en la Segunda Guerra Mundial, dándonos la oportunidad de combatir contra los japoneses en pleno océano Pacífico en un modo de acción pura, alejándose de la simulación. Y si bien en un inicio es prometedor, el resultado final no es tan optimista...

Dentro de la temática de los 'juegos de aviones', hay dos vertientes muy claras: la simulación y el arcade, y curiosamente cada una tiene, salvo honradas excepciones, desde hace muchos años un mercado muy claro y concreto. Por un lado, nuestro PC se ha caracterizado por ser el coto de caza privado de los simuladores 'serios', gozando de multitud de títulos que constantemente evolucionaban y mejoraban a medida que las técnicas y la tecnología disponible lo permitía, en pro del realismo y la fidelidad de aquello que simulaban.

Por otro lado, las consolas han sido habitualmente receptoras de los juegos menos realistas (en lo que a simulación se refiere) aunque no por ello peores, utilizando los pájaros de metal para obtener una larga lista de títulos, salvo contadas excepciones, de acción desenfrenada, donde prima la acción inmediata y la espectacularidad sobre todo lo demás, resultando por lo general una buena ensalada de tiros y explosiones diversas.

Por distintas razones, mientras los simuladores puros apenas han tocado el mercado consolero, la mayor facilidad de desarrollo de la vertiente más arcade y su mayor accesibilidad, ha hecho que el PC haya ido recibiendo de forma constante varias visitas de juegos de la otra acera, con resultados muy dispares, tanto en éxito como calidad.

Combat Wings se presenta como un ejemplo de esta tendencia, siendo un título sin más pretensiones que ofrecer buenas dosis de acción frenética e inmediata, partiendo de una base con una jugabilidad sencilla y rápida que nos permitirá dominar completamente el juego en apenas unos minutos, adornado por una factura técnica modesta pero efectiva, y teniendo como telón de fondo la lucha por el Pacífico de la Segunda Guerra Mundial. Y si bien cabe decir que en un primer instante consigue ofrecer lo que busca, hay una patente falta de ambición y una extrema simplicidad en el diseño y desarrollo que acaban lastrando enormemente el conjunto, resultando en un título un tanto flojo.

Gráficamente, ofrece un aspecto conjunto realmente agradable a la vista, en buena parte gracias a los paradisíacos escenarios de los que goza el juego, con un agua bien recreada, un conjunto de islas y atolones bien integrados, y una atmósfera (por llamarlo de algún modo) que embellece el escenario con los diversos estados climáticos posibles (desde el típico día soleado llegando incluso a las tormentas), habiendo momentos en que parece estar contemplando una postal, especialmente gracias a la estupenda iluminación de la que goza el juego.

Sin embargo, si se evalúan por partes, la cosa pierde un ligero fuelle. Empezando por el agua, demasiado tranquila y aceitosa de lo que sería recomendable, siguiendo por las masas terrestres, que pecan de escaso tamaño y cierta variedad en el diseño, así como fallos varios en el diseño de varias estructuras, llegando al punto en que muchas de ellas son intangibles a nuestro avión. Hasta los efectos climáticos antes mencionados, cuya única incidencia es adornar el techo celestial de un modo u otro, al no haber diferencia alguna entre volar en el día más tranquilo posible a hacerlo en una teórica tormenta, salvo la distinta claridad y la coloración de las escasas y simples nubes que aparecen.

Por su parte, el conjunto de aviones representados están recreados de forma correcta pero sin excesos, con un modelado que si bien podría mejorarse mucho añadiendo un puñado de polígonos adicionales bien colocados, al final no se antojan muy necesarios y no se termina prestando atención a la posible parquedad de los modelos, salvo cuando son destruidos y sale a relucir en forma de un avión partido en escasos trozos. Un caso parecido ocurre con las unidades navales presentes en el juego, con un diseño correcto pero que peca de cierta sencillez.

Por otro lado, en el aspecto sonoro Combat Wings cumple y poco más, aunque por concepto y diseño del juego no hay mucho de donde sacar. Distintos sonidos para los motores de cada avión, un repetitivo (y cansino por mi parte) sonido para los disparos, mismo efecto cumplidor para todo tipo de explosiones, una sencillísima música orquestal eternamente tapada por el resto de efectos salvo en los menús, y una sola voz (en inglés) que te va ladrando las distintas órdenes y cambios de misión con un tono escasamente militar.

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Eso sí, el movimiento y respuesta de nuestros aviones son más parecidos al de un Tie Fighter de Star Wars que al de un avión de hélice en teoría sujeto a ciertas leyes físicas, aquí totalmente ignoradas en un principio en pro de la diversión, pero personalmente he echado de menos una fidelidad mayor en este aspecto. Aún así, existe la opción de activar un modo de 'simulación de vuelo' (textual), en el que, pese al prometedor nombre, únicamente varía el modo de controlar el avión, pasando a ser ligeramente más realista, si bien se vuelve difícilmente controlable con el teclado/ratón y aconsejaría el uso de algún tipo de joystick.

Para ayudarnos en el manejo y supervivencia de nuestro aparato, dispondremos de hasta cinco cámaras distintas desde las que poder contemplar la acción, si bien únicamente las dos primeras, desde la cabina y desde la parte trasera del avión, son realmente prácticas en combate. También tendremos disponible un sencillo y práctico interfaz con la información necesaria para estar al caso de la situación, con los pertinentes indicadores de velocidad y altura, así como la carga bélica que nos queda y el nivel de daños sufridos (sí, aquí la cosa funciona con barritas de vida). En las esquinas superiores, en una encontraremos un mapa de la zona circundante, que nos servirá a modo radar, mientras en la otra se nos activará al disparar un proyectil secundario (cohete, bomba o torpedo) una cámara de seguimiento del disparo, más curiosa que útil.

Por otro lado, los distintos combates que entablaremos a lo largo de las 21 misiones de que consta la campaña principal del juego, resultan en un inicio frenéticos, pero a las dos misiones esa sensación se desvanece y la sustituye otra de un hastío y 'deja vú' constante, dado que todos los aviones disponibles (y por ende la forma de actuar en los combates) responden y se comportan de la misma manera, siendo las únicas diferencias el tamaño del aparato y si llevan más o menos bombas, lo que acaba resultando muy repetitivo.

Además, y si bien en un inicio hay cierta variedad teórica en los objetivos de cada misión, desde reconocimientos de una zona a ataque directo a flotas, pasando por superioridad aérea o escolta de bombarderos, en la práctica resulta de un desarrollo casi idéntico en cada misión (viaje de un par de minutos al objetivo, lucha contra un grupo de cazas, bombardeo del objetivo pertinente, si es de menester, más cazas enemigos y fin) independientemente de que estés pilotando un pequeño caza F4F o un pesado bombardero B17, lo que acrecienta la ya presente sensación de repetición constante de una misma fórmula. Las escasas misiones en que estaremos controlando un cañón antiaéreo o una torreta de un bombardero añaden cierta variedad, pero no la suficiente, acabando por dejar un modo campaña algo prometedor en un inicio, pero bastante insulso a medida que avanza.

Por otro lado, los modos de juego que acompañan al principal no ayudan a darle más vida al juego, y se limitan a un tutorial que en tres minutos nos ventilaremos (ya se ha dicho que es sencillísimo dominar el juego), un modo de vuelo libre en el que podremos hacer lo que su nombre indica por los distintos escenarios del juego sin más alicientes que el poder sacar bonitos fondos de pantalla, dado que no hay presencia de enemigos, y un modo multijugador que admite hasta 10 jugadores y dos modos de juego variadísimos... combate a muerte todos contra todos y por equipos.

Además, si retrocedemos un poco más en el tiempo, existe una alternativa en forma de Crimson Skies, que si bien difiere totalmente en ambientación, para muchos, y me incluyo, es el mejor exponente del género en los compatibles. Una auténtica joya.

Y si lo que buscabas era un simulador de cierto realismo, te has equivocado de portaaviones... Pacific Fighter es tu juego.

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