No es el avión, es el piloto

La empresa Just Flight nos proporciona un complemento para los simuladores de vuelo de Microsoft. Se trata del reactor militar de entrenamiento L-39 "Albatros". Puede que no sea el avión más famoso del mundo pero es la montura en la que se han entrenado la mayor parte de los pilotos de combate del extinto pacto de Varsovia. Y no es en absoluto un trasto anticuado. Es una estupenda pieza de ingeniería soberbiamente adaptada a su objetivo, de mantenimiento económico y duro como el que más.

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Pero el mercado de complementos para simulación de vuelo está sobresaturado con miles de aviones, paneles, escenarios y demás, producidos por la que probablemente es la mayor comunidad de aficionados a una saga de juegos. ¿Ofrece Combat Jet trainer lo suficiente para resultar atractivo al jugador medio? 

Audio y Video

Si en algo se nota el origen profesional de este complemento es en su magnífico aspecto visual. Tanto las vistas exteriores del avión como los paneles y vistas internas son espectaculares. Tras la instalación del programa se pueden volar dos tipos: el Albatros, de la fuerza aérea ucraniana con base en Konotop y el estadounidense, decorado en colores de la "US Navy". Tanto uno como otro se benefician de un buen trabajo de texturas y es una delicia observar el vuelo en la vista externa girando alrededor del aparato.

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Aún mejor es el aspecto del panel de vuelo. Just Flight no ha escatimado detalles de cabina y la multitud de botones y diales a vigilar resulta intimidante en un primer momento. Los aficionados más exigentes con la fidelidad de los sistemas estarán satisfechos con la ingente cantidad de opciones que la cabina nos ofrece. Y no olvidéis hacer algún vuelo nocturno. La iluminación de cabina o el reflejo de las luces en el visor del piloto merecen la pena.

Por su parte el escenario añadido de la base de Konotop le proporciona un toque realista pero sin excesos. Se trata de un escenario sencillo que cumple su función pero que en absoluto dispone del surtido de objetos y construcciones de otros escenarios comerciales. No obstante incorpora un buen conjunto de aviones y transportes terrestres que han de tenerse en cuenta en nuestros vuelos y rodadura en tierra.

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A este buen aspecto se une un sonido excelente. Realmente el sonido de la turbina girando a nuestras espaldas es impresionante y quienes dispongan de un buen sistema de sonido con bajos notables se verán sorprendidos con un rugido muy realista. Conviene además estar muy atentos a los sonidos en cabina. Con toda seguridad en los primeros vuelos tendremos que responder a distintas alarmas activadas por nuestra inexperiencia e ignorarlas no nos va a resultar muy productivo.

Guión

Este complemento se puede utilizar tanto Flight Simulator 2000/20022 como en Combat Flight Simulator 2. Pero la diferencia entre uno y otro es considerable. En el primer caso tan sólo ganamos un avión con dos decoraciones y un escenario nuevo pero en CFS 2 este programa da el do de pecho. Amén de la posibilidad de utilizar armamento y configurar el avión con distintas cargas, vamos a poder volar hasta 21 misiones distintas.

Naturalmente las primeras se centran en una toma de contacto con el modelo y práctica de los procedimientos estándar. Pero en las últimas tendremos que realizar misiones de combate desde ataque a buques hasta interceptación aérea y combate (algo para lo que el L-39 no está demasiado bien dotado)

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Estrategia y trucos

Se debe tener en cuenta que se trata de un reactor de entrenamiento. Su único motor no es en absoluto tan potente como el de un caza o bombardero y eso se nota. En especial debemos prestar mucha atención durante los despegues y aterrizajes a plena carga. Una vez en vuelo y con cierta velocidad el comportamiento es muy noble a la vez que permisivo. No nos meteremos en problemas salvo que nuestra velocidad caiga en exceso. Vale recordar el dicho "se puede volar alto o bajo y se puede volar lento o rápido, pero no se puede volar bajo y lento" .

Hay un detalle que se debe tener en cuenta antes de cualquier vuelo. El calibrado de los instrumentos se ha hecho en el sistema métrico (de uso por las fuerzas armadas rusas y ucranianas) por lo que debemos configurarlo así en la correspondiente ventana de opciones. De no hacerlo las lecturas del velocímetro serán erróneas y podemos entrar en pérdida inopinadamente.

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Jugabilidad

La instalación es muy sencilla y en nuestro caso no hemos tenido problemas. Proporciona iconos específicos para el arranque y tanto en FS como en CFS se integra en los programas sin proporcionar sorpresas desagradables.

Una vez en marcha podemos volar a nuestro aire (lo que es muy recomendable hasta acostumbrarse a su comportamiento) o enfrentarnos a alguna de las misiones ofrecidas. El vuelo es, en general, agradable con un par de objeciones. Por ejemplo la vista posterior es inexistente y ha sido substituida por una vista cenital del terreno. Tal peculiaridad es perfectamente razonable dado que el L-39 tiene tras la cabina la estructura del fuselaje que impide la visibilidad posterior. La otra apreciación que debemos mencionar es que el lujoso panel de control ocupa buena parte de la pantalla y reduce considerablemente la visibilidad frontal del piloto. Y el caso es que aún hay más panel visible si usamos la tecla de "vista hacia abajo" en la cabina.

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A la hora de manejar tanto botón e interruptor nos vamos a ver en un brete, por la pobre información del manual. No se incluye ninguna tabla con las funciones de las teclas por lo que tendremos que ir probando las habituales del simulador y buscar con el ratón por la cabina para dar, por ejemplo, con el botón-chivato de alarma general.

Otro problema que se plantea es que las cartas que acompañan al manual están reproducidas a un tamaño exiguo (dado que la caja es de un tamaño menor a lo habitual) y han sido tomadas de los originales con escritura en el alfabeto cirílico. Es un detalle de realismo agradable pero que complica la operación sin necesidad. Para un programa de este calibre y precio bien cabría esperar alguna carta de área, aproximaciones y circuitos a un buen tamaño.  

Comparándolo con...

Son legión los aviones que podemos añadir a nuestros simuladores. En almacenes como flightsim y avsim se encuentran no ya cientos sino miles de aviones posibles. Y el L-39 no es la excepción. Hemos podido encontrar al menos cuatro modelos distintos con diferentes decoraciones y características. Combad Jet Trainer ofrece, sin embargo, un mejor modelo visual, una simulación más fiel al avión real y detalles como el escenario de Konotop y las misiones para CFS2.

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Lo que está bien

Lo que no está tan bien

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Manual

La caja incluye el manual original con instrucciones en inglés y alemán. Junto a ellos un añadido de 35 páginas con la traducción al español. Es una traducción muy buena y da la impresión de que la persona que la ha realizado entiende, además de traducción, de aviones de combate.

Lamentablemente el traductor no puede inventar lo que el manual original no ofrece y es que echamos en falta más información sobre el modelo, sobre los procedimientos y sobre su historia, unidades, etc. Hay que considerar que la persona que adquiere un producto de este tipo no lo hace al tun-tún y está interesada en un avión en concreto. Seguro que agradecería más información y detalles al respecto.

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