Civilization III
- PlataformaPC9
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorFiraxis Games
- Lanzamiento01/04/2002
- TextoInglés
- VocesInglés
Sid Meier reconquista su obra
El nuevo título de Sid Meier, Civilization III, goza de una solidez, una capacidad de divertir y una calidad tan espectacular que nuestro articulista aún está impresionado con el juego; del que se ha analizado la versión inglesa original.
Desde luego viendo la nota hay poco lugar a dudas sobre la opinión de este vuestro redactor sobre Civilization III. Y es que el nuevo título de Sid Meier goza de una solidez, una capacidad de divertir y una calidad tan espectacular que es difícil resistir la tentación de ponerse una bata andrajosa y salir a la calle alabando al nuevo dios Meier tachando de infieles a quien no se postre ante su excelsa obra.
Por fortuna para todos, la intención de este redactor dista mucho de eso, pues a fin de cuentas la función de un análisis es aconsejar si es recomendable este título o no lo es, y ya son muchos años de experiencia como para entender que la palabra "estrategia" no tiene el mismo significado para todos y que existen muchas formas de disfrutar de ella, todas igual de respetables. Por eso mismo lo primero que este análisis va a hacer es poner las oportunas matizaciones a la nota para advertir convenientemente a diferentes colectivos de jugadores:
Grupo 1: Si eres un amante de los ETR y piensas que Warcraft II es el paradigma de la estrategia, Civilization III no es tu juego, a menos que tengas la capacidad de abrir tu mente para encontrar una estrategia muy diferente y más profunda de la que conoces. Debido a que es un juego por turnos, el ritmo de partida no tiene nada que ver con un ETR y a muchos les parecerá insufriblemente lento.
Por no hablar de que te sentirás agobiado ante la enorme cantidad de pequeñas tareas que tienes que controlar, o quedarás frustrado cuando tengas que negociar con otra civilización por un suministro de hierro para fabricar tanques, acostumbrado a encontrar en unos pocos kilómetros a la redonda todos los recursos que puedas desear (el sistema de gestión de recursos se comentará un poco más adelante, pero este constituye un buen ejemplo de cómo funciona). Si todos estos argumentos no te han hecho correr despavorido, quizás este sí lo haga: Civilization III no tiene multiplayer, de ningún tipo.
En definitiva, es difícil encontrar un juego más opuesto al espíritu de los ETR, Civilization III puede ser intenso, pero nunca tan caótico y salvaje como un Warcraft o un Command & Conquer. El mejor consejo es que lo alquiles o lo pidas prestado a un amigo para ver como te manejas y si un diferente estilo de entender la estrategia te convence. Si no tienes ninguna de estas posibilidades, comprarlo constituye un riesgo para tu bolsillo, especialmente teniendo juegos mucho más afines a tus gustos como Battle Realms a la vuelta de la esquina.
Grupo 2: Amantes de juegos tácticos de estrategia en tiempo real, léase Shogun o Cossacks. Civilization III es mucho más afín al espíritu de estos juegos. Los jugadores experimentados en esta clase de títulos suelen ser amantes de los detalles, observadores y reflexivos.
Las batallas de Civ III tienen un alto grado de estrategia y la variedad de las unidades hace que una campaña bélica sea muy atractiva, pero en ningún caso una batalla será tan satisfactoria como las que se pueden encontrar en los juegos citados anteriormente y otros del mismo tipo. Si decides adquirir Civ III, a buen seguro encontrarás muchas satisfacciones en forma de opciones estratégicas que no puede ofrecerte los juegos de este tipo, como vencer a un enemigo ahogando sus comunicaciones y cortando sus vías de acceso a los recursos para impedir que despliegue todo su potencial.
Como siempre unas partidas previas en casa de un amigo serán perfectas para ver hasta que punto te puede gustar este título (aunque no se trata de echar una partida rápida, hay que echarle unas cuantas horas para discernir las verdaderas posibilidades de Civ III)
Grupo 3: Cierto grupo de jugadores experimentados de otros títulos de Meier como Alpha Centauri o Civilization II pertenecientes al ala conservadora. Viendo foros americanos menajes sobre Civ III, se puede apreciar que hay una cierta corriente de jugadores a los que no les gustan algunas de las novedades que incluye Civ III y defienden que era mucho mejor como estaba en tal o cual juego.
Unos se quejan de cosas que no pasan de meros detalles y no deberían pesar en lo que es una valoración general del título (como que cuando se termina una maravilla, la presentación que se hace es muy sosa si se compara con los vídeos que había en Civ II, algo con lo que este redactor puede estar de acuerdo, pero que en ningún caso justifica la perdida de una sola décima en una puntuación seria).
En cambio otros argumentaban sus quejas sobre otros aspectos más profundos en la propia mecánica del juego. A todos ellos, que también habrá entre quienes están leyendo este análisis, sólo puedo decirles una valoración personal: cada juego, especialmente viniendo de Sid Meier, tiene su propia mecánica y por eso Alpha Centauri se jugaba de una forma y Civilization II de otra distinta.
De todos modos como el tiempo es el más justo de los jueces, muchos de estos aficionados han vuelto a escribir pasado unos días con una impresión mucho más favorable del juego. Es seguro de que a cualquiera que le guste anteriores títulos de Meier le va a gustar mucho Civ III, una vez que haya profundizado lo suficiente en sus propias virtudes y echado unas cuantas horas de juego para acostumbrarse a las nuevas características (lo que no significa que te tenga que gustar más que cualquier otro título que hayas jugado anteriormente ni mucho menos, eso es una valoración plenamente personal).
Una vez hechas estas, se espera, útiles matizaciones, pasemos a comentar porque Civ III es un juego altamente recomendable. Para empezar, tiene la virtud de ser un juego sencillo de hacerse con él, pero en el que resulta muy complicado alcanzar la maestría. Algo que comparte con, por ejemplo, el ajedrez y que suele ser la antesala de un buen juego sea por ordenador o no. Aunque en toda tu vida no hayas oído hablar de Civilization o de Sid Meier, una vez jugado el tutorial y pasando un rato delante de una partida podrás controlar todos los aspectos básicos sin ninguna dificultad, además, al ser por turnos no se necesita una especial habilidad ni unos reflejos arácnidos para jugar bien.
Para quienes no conozcan el funcionamiento de Civilization, se trata de un juego en el que se te hace responsable de un pueblo a tu elección y se te sitúa en el 4000 antes de Cristo con la misión de conducir a esa civilización hacia la prosperidad a través de los años, los siglos y las épocas, intentando llevarlo a la cúspide del poder y la prosperidad sobre las demás civilizaciones, ya sea por la fuerza o por medios más sutiles.
Se desarrolla por turnos y tuya será la decisión sobre fundar ciudades donde y cuando quieras, montar un ejercito más o menos potente, esclavizar a los ciudadanos bajo un régimen aplastante o permitir que el libre pensamiento florezca, hacer la guerra a tus vecinos o establecer sólidas relaciones comerciales... prácticamente cualquier cosa está sujeta a tus designios, y esa es un aspecto del que pocos juegos pueden presumir, su flexibilidad.
El final del juego se alcanza cuando, o bien acaba el tiempo de partida, que se sitúa en el 2050 (aunque después de esta fecha puedes seguir jugando hasta el infinito, sólo que tus actos a partir de ese momento no contarán en tu puntuación, la cual se basa en las ciudades, obras, o victorias que hayas alcanzado durante esos 6000 y pico años que has estado gobernando), o al conseguir algunas de las condiciones de victoria total que existen en el juego: dominio militar o cultural de un porcentaje del territorio, ser capaz de mandar una nave habitada a Alpha Centauri (¿os suena?), conseguir el dominio cultural convirtiéndote en la referencia a seguir por las demás civilizaciones, ser nombrado representante planetario en la O.N.U. o arrasar todas las civilizaciones del juego quedando la tuya como la única.
Pero la que quizás sea la principal virtud de Civ III es que aúna los dos elementos más importantes que debe tener un videojuego: capacidad de enganchar y una rejugabilidad casi infinita. Lo primero es fruto de una habilidad para meter al jugador en la partida de modo que pierda la noción de tiempo e incluso de la realidad. El tener que gestionar tus ciudades, tus ejércitos, las vías de comunicación, los recursos, la diplomacia, la ciencia... y todo el largo elenco de responsabilidades que se requiere de ti hace que las partidas tengan una intensidad que para si la quisieran muchos otros juegos.
En cuanto a lo segundo, difícilmente encontrarás un juego al que puedas sacarle tanto jugo como a este. Cada partida genera un mapa totalmente nuevo, y son tantas las posibilidades que tienes que cada partida es completamente distinta a la anterior. No hay capítulos, ni misiones que te obliguen a conseguir algo específico, tus objetivos están puestos pero no se especifica como tienes que lograrlos, incluso la decisión de hacer una campaña u otra no se encuentra tipificada en el juego, depende de las decisiones que vayas tomando y a menudo encontrarás que necesitas alcanzar un equilibrio en diferentes aspectos para poder mantener, por ejemplo, tu fuerza militar (que le pregunten a Rusia la verdad de este hecho).
Por si todo esto fuera poco, el editor que viene incluido te permitirá no sólo editar tus propios mapas, sino hasta cambiar las reglas del juego haciendo que la mecánica sea completamente distinta y posibilitando que en la red puedas encontrar todo tipo de mods hechos por aficionados, o poner los tuyos propios aumentando ya de por sí el ilimitado tiempo de vida que tiene (buena prueba de ello es que mucha gente sigue jugando a Civilization II pese a su antigüedad).
Explicar en un análisis toda la mecánica del juego es un completo disparate que ocuparía decenas de folios, pero se hace necesario comentar algunos aspectos destacados por su novedad o por su mejora con respecto a otros juegos de este tipo, por lo que daremos un breve repaso a cada uno de ellos.
Recursos: este concepto es totalmente nuevo y es tan real como la vida misma. Si quieres construir caballería, necesitas caballos, si necesitas bombas atómicas requieres de uranio y si requieres de trenes, o tienes acero o no hay nada que hacer.
Los recursos se encuentran diseminados por todo el mapa y para conseguirlos tendrás que o bien construir una ciudad en el lugar, o enlazar una de tus poblaciones a la fuente de recursos. Además, los recursos podrán ser intercambiados o comprados a otras civilizaciones que los posean en caso de que tu no lo tengas. Si el enemigo consigue hacerse con tu mina de acero, la ciudad conectada a ella no podrá producir nada que requiera ese material, así que su importancia estratégica es más que evidente.
Un apunte sobre esto, es que muchos jugadores han manifestado sus quejas sobre la relativa escasez de los recursos, lo que deja a muchos en la edad moderna sin una mísera mina de acero con el que construir tanques algo que se corresponde bastante poco con la realidad. Personalmente, aunque sea poco real, es recomendable que esté como está pues si hubiera recursos abundantes para todos, el comercio o la necesidad de conquistar el recurso de una civilización contraria perdería su gracia. Además, gracias al editor podemos hacer un territorio lleno hasta los bordes de recursos, algo recomendable si apetece de una campaña bélica a saco.
Diplomacia: Ya existía en los dos anterior Civilization, pero se ha mejorado de forma ostensible tanto en I.A como en posibilidades. Ahora se puede llegar a acuerdos muy concretos en los que pueden entrar alianzas militares, ciudades, avances tecnológicos, permisos de mover tropas por el territorio y muchas otras cosas. Se puede regatear de una forma más o menos satisfactoria aunque siempre dependerá de la impresión que tenga la otra civilización sobre la tuya (o del miedo que despiertes).
En cuanto a los aspectos más oscuros de las relaciones entre civilizaciones, han desaparecido las unidades espías y diplomáticas, ahora todo se controla por medio de un menú y las posibilidades son variadas: podemos hacer que la población se revele contra su gobierno para instaurarnos en el poder, robar tecnología o sabotear, entre otras opciones, que podrían ser más y más específicas, pero no están mal.
Cultura: la cultura es un concepto derivado de Alpha Centauri, pero depurado. Cada ciudad tiene una influencia cultural que esta aumenta según la cantidad de edificios capaces de generar cultura y también en función de la antigüedad de los mismos. Un templo de 4000 años generará una buena cantidad de cultura, por poner un ejemplo.
La cultura se usa por dos motivos fundamentales, para impresionar a ciudades contrarias colindantes a las nuestras, que pueden incluso derrocar a su gobierno en favor del nuestro si la diferencia cultural es palpable (lo que hace que una mezcla de ataque bélico con cultura alta sea demoledor). Si una ciudad consigue 20000 puntos de cultura, o un total de 100000 entre todas las ciudades, se produce la victoria cultural.
I.A: En general, la máquina se muestra como un rival competitivo, si bien algunas veces notaremos la utilización de trampillas para equilibrar sus carencias. Lo mejor es su capacidad para saber donde están los recursos y posicionarse estratégicamente para coparlos o robártelos. Por lo general, lo dicho, un trabajo más que notable, pero no perfecto ni mucho menos. Es una pena que no se pueda jugar en multiplayer, aunque fuera LAN.
Bueno, esto no es más que una visión general del título, pero a estas alturas todo el mundo ya debería haber visto el motivo de la puntuación y haberse hecho una idea general de lo que el juego ofrece. Desde luego, no está exento de fallos ni mucho menos. Nada es perfecto y hay cosas que podrían ser pulidas.
Por ejemplo, la I.A en la diplomacia tiene muy poca iniciativa, casi siempre tienes que ir tu a buscar acuerdos y eso es algo un poco frustante, también podría ser reseñable la decepcionante presencia de los héroes, figuras históricas que aparecen de vez en cuando al conseguir una victoria con una unidad de elite. Sus dos únicas capacidades es montar una armada, que no es más que una combinación de unidades, o terminar automáticamente cualquier construcción que se esté haciendo, que no es moco de pavo, pero que deja muy frío a quien pudiera esperar que estas unidades iban a poner un toque de épica al juego.
Por ultimo, la ausencia de multiplayer es una auténtica lástima, porque dada la simplificación que se ha efectuado en muchos apartados respecto a Civilization II, las partidas con amigos hubieran sido mucho más rápidas y satisfactorias, esperemos que Firaxis se decida por alguna ampliación que permita esta opción.
Luego hay pequeños detalles con los que se puede o no se puede estar de acuerdo, pero que apenas afectan al conjunto general. Sobre los defectos en Civilization III cada uno tiene opiniones distintas, pero el hecho de que no sean comunes demuestra que son cosas que están sujetas a la visión de cada jugador, cada uno encontrará pequeñas cosas que no le convencen, pero el editor tiene tanta flexibilidad y es tan sumamente sencillo de usar que es posible adaptar la partida a tu gusto, lo que convierte a Civ III en un juego casi perfecto.
Audio / vídeo
Bueno, quizás sea el aspecto que más flojea Civilization, pero es que tampoco se necesita mucho más. Se ha efectuado un lavado de cara, el terreno aparece más claro y es más rico, todas las unidades tienen animaciones para moverse y para luchar. Desde luego no va a poner tu tarjeta gráfica en sus límites, pero su aspecto visual es verdaderamente agradable y pulido.
En cuanto al sonido, pues un poco de lo mismo, la música está compuesta por varias piezas que se alternan durante toda la partida. Son piezas bien hechas y hay algunas que suenan realmente bien, pero más de uno acabará harto cuando ya haya oído un par de docenas de veces la misma. En cuanto a los sonidos FX, bastante flojos, y eso no se puede arreglar con el editor, se podría haber puesto un poco más de esfuerzo ya que aunque no son malos, tampoco son ninguna maravilla, simplemente pasables.
Guión
No hay guión, la historia la escribes en función de los triunfos y derrotas de tu civilización.
Jugabilidad
Civilization III es uno de los juegos más jugables que uno podrá encontrar en toda la corta pero intensa historia de los videojuegos, y eso es algo que comparte con sus antecesores. El trabajo que ha hecho Firaxis en el entorno es muy destacable, haciendo que el juego pierda complejidad con respecto a Civ II y eliminado cualquier tipo de menú que pudiéramos encontrar, cambiándolo por un interfaz gráfico y claro como el agua. Como ya se ha comentado antes, la rejugabilidad del título y su capacidad para ofrecer siempre algo nuevo constituyen dos de sus pilares principales, por lo que es, a todas luces, una buena inversión.
Estrategia y trucos
Bueno, es casi imposible dar estrategias generales por este juego pues hay tantas posibilidades y tantas maneras de jugarlo como jugadores. De todos modos, ahí van un par: expándete rápido, todo lo que puedas, eso no significa que dejes desguarnecidas a tus ciudades, o que no permitas que se desarrollen, pero siempre intenta multiplicarte lo más rápido que te sea posible y sin dejar excesivo espacio entre tus poblaciones.
Esto se debe a que la máquina es endiabladamente rápida a la hora de colonizar el terreno y si no quieres meterte en una guerra con el vecino para copar más terreno, la única opción es fundar ciudades lo más rápido posible. El segundo consejo sería no descuidar nunca la construcción de templos, catedrales y otras construcciones orientadas a subir la cultura.
Aunque quieras jugar como el más rastrero de los déspotas bananeros, harías bien en tener relativamente contento al pueblo pues de nada te vale una ciudad revuelta y mantener la disciplina únicamente por medios marciales te traerá más disgustos que satisfacciones, además, tener una cultura alta hará de tu campaña militar algo mucho más arrasante.
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Comparando con...
Como parece obvio, la mejor comparación posible es con anteriores juegos de Sid Meier, y la verdad es que la impresión general es que los supera en muchos aspectos. El engorroso interfaz de Civilization II con sus menús y sus infinitas ventanas ha quedado ampliamente superado y en cuanto a Alpha Centauri, el sistema de creación de unidades de Civ III es bastante mejor, quizás menos espectacular, pero eso de construir unidades con diferentes piezas daba más trabajo que alegrías.
Luego hay cosas que se pueden echar de menos de ambos títulos, como los vídeos de Civ II cuando se construía una maravilla (los de Civ III son en 3D y muy, pero que muy sosos) y de Alpha Centauri el fantástico guión que tenía. Pero lo dicho, Civilization III es el trabajo más pulido de Meier hasta la fecha y supera a sus anteriores trabajos en términos generales, aunque no de una forma aplastante ni mucho menos, sólo de una forma moderada.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.