Champions of Norrath: Return to Arms
- PlataformaPS28
- GéneroRPG, Acción
- DesarrolladorSnowblind Studios
- Lanzamiento22/03/2005
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorUbisoft
Champions of Norrath: Return to Arms
A pesar de que hace poco que la primera parte se puso a la venta, la secuela de Champions of Norrath ya está aquí. Y a pesar de la coletilla del título, Ernest Hemingway no tiene nada que ver...
La industria del videojuego no deja de sorprenderme casi a diario. Unas veces muy positivamente y otras muy negativamente, como es natural. Sin embargo, hay ocasiones en que nada tiene que ver la calidad del producto que llega al usuario final lo que me hace abrir la boca en forma de exclamaciones e interrogantes. En el caso de Champions of Norrath y Return to Arms es su campaña de marketing lo que acapara mi atención.
Puede que muchos se pregunten cómo es posible que, habiendo publicado hace escasísimas semanas el análisis de Champions of Norrath, tengamos ahora delante el texto concerniente a su segunda parte: todo en menos de tres meses. La razón es simple: el "original" Norrath se fue retrasando continuamente hasta hacer aparición casi un año después de lo anunciado, y mucho más tras su lanzamiento en Estados Unidos. Para compensarnos esta demora, acertadamente se nos ofreció un producto de buena calidad a precio "Platinum".
Return to Arms puede resumirse de forma muy sencilla: es todo lo que Champions of Norrath (versión PAL) debería haber sido y no pudo ser. Tiene más misiones, más personajes jugables, más efectos, más enemigos, más ambientes... y finalmente se ha resuelto el tema del online, en el que ya se pueden grabar las partidas en un servidor dedicado (eliminando así a los malditos cheaters que hacían del juego por internet un suplicio). En resumen, Return to Arms es mejor que Champions of Norrath a casi todos los niveles, quede claro.
Pero a pesar de todo, no olvidemos que tenemos su anterior versión muy reciente y los que quedaran con hambre de ir matando a diestro y siniestro (que tiene mérito ya que CoN es un juego largo de terminar en todos sus niveles) no encontrarán nada substancialmente novedoso que justifique a priori el corto lapso de tiempo entre las dos ediciones. El motor gráfico es el mismo, la mayoría de armas y efectos de sonido también y, en general, se tiene la impresión de estar frente a una expansión del juego que no ante un título completamente nuevo.
El argumento recoge el testigo precisamente del final del primer mata-mata; si bien generalmente es una mera excusa para empezar a romper cabezas, en ocasiones se nos plantea un guión bien trabajado y medianamente pulido. Con reservas, era el caso de Champions of Norrath. Si bien es cierto que a menudo se tenía la impresión de que las localizaciones eran un poco forzosas, en RtA es mucho más exagerado.
La elfa Firiona Vie vuelve a solicitar nuestra ayuda para, de nuevo, volver a acabar con la amenaza que se cierne sobre Norrath. Pero la sombra de la duda cae sobre nuestro héroe desde el primer momento: hay muchas razones para seguir las indicaciones de nuestra preciosa elfa, pero pronto descubriremos que hay más caminos aparte del recto y más de una facción puede estar interesada en los servicios de los campeones de Norrath...
Con dos posibilidades de zoom muy vistosas pero poco prácticas, ya que limitan mucho el campo de visión y eso es sinónimo de muerte en demasiadas ocasiones, el escenario puede rotar alrededor de nuestro personaje (perspectiva isométrica 3D) y centrar la vista justo detrás nuestro con la pulsación de una de las setas, algo extremadamente útil que hemos echado de menos muchas veces.
Aunque la representación visual de muchos de los elementos y hechizos del juego está reciclada del título original, lo cierto es que todo lo nuevo que se ha incorporado mantiene el nivel de calidad de su predecesor. A pesar de que el tamaño de algunos enemigos es considerable, el motor casi nunca sufre bajones de framerate y el nivel de detalle cuando nos acercamos con el zoom es bastante más que aceptable.
Existe una variedad importante de localizaciones distribuidas por todo Norrath, algunas bastante coherentes con el hilo del juego y otras que parecen puestas para el lucimiento de los grafistas; los mapeados son bastante extensos en general y a los efectos que nos vienen gustando desde siempre tales como el movimiento del agua o el chisporrotear del fuego se les han añadido unos cuantos para aumentar la variedad de lo visible en escena.
Los efectos de sonido y la música ya son otro cantar. Al margen de un muy escaso número de bucles de sonido que se repiten incomprensiblemente, lo que encuentro muy mejorable es la ambientación de la banda sonora. No hablo de la calidad de la misma, sino que parece pegada al juego sin tener en cuenta lo que ocurre en pantalla. A menudo hay subidones repentinos que parecen vaticinar la aparición de un grandioso lagarto enemigo de 6 cabezas... y no ocurre nada. Y en las grandes ocasiones especiales, la música no está a la altura.
Lo cierto es que el sistema de juego no parece haber variado mucho en los últimos años y nada desde CoN. Y al carecer de un argumento sólido que te empuje a ir a través de infinitas mazmorras, la experiencia para un solo jugador sufre bastante. Es obvio que los hack & slash se disfrutan mucho más en compañía de amigos (hasta 4 simultáneamente en una misma consola o a través de internet) pero en RtA esto se acusa mucho más, sobretodo si adquiriste la versión PAL de Norrath y lo has terminado recientemente (como no puede ser de otra forma).
Lo cierto es que a pesar de que yo escribí mi anterior texto en mayo de 2004, aún hoy he sentido una sensación de déjà-vú que no me dejó indiferente. Incluso es posible importar el personaje original, tenga el nivel que tenga, para jugar esta segunda parte. Por eso existen hasta 4 niveles de dificultad, basados en la experiencia acumulada que haya acaparado nuestro guerrero en la anterior campaña.
A los 5 personajes jugables ya existentes (bárbaro, hechicero, clérigo, ranger y caballero de las sombras) se le han añadido dos: el tigre y el lagarto. O lo que es lo mismo, un guerrero berserker "capaz de hacer tanto daño como de recibirlo" y un chamán semi-equivalente a una mezcla de nigromante de Diablo 2 y los malos de la serie "V". Curioso que ninguno de los dos tenga equivalencia femenina como sí tienen las otras clases. En cualquier caso, tanto el color como la forma de varias partes de su cuerpo y sus estadísticas pueden modificarse.
La creación de un personaje puede esta vez hacerse tanto en el lado del cliente (en nuestra memory card) como en el lado del servidor jugando online, sin que haya posibilidad de que podamos exportar de un lado a otro, igual que el sistema de battle.net de Blizzard. La comunicación entre los integrantes de los grupos también se ha mejorado, incluyendo soporte por voz y mediante teclado USB, aunque debo admitir no haber probado todavía estas funcionalidades.
El desarrollo a lo largo de nuestra aventura nos resultará familiar; partimos de una isla que únicamente contiene una maravillosa elfa que a su vez hace de tienda ambulante, un portal del que viajar y al que regresar en mitad de una mazmorra sin usar pergaminos y una especie de anillos concéntricos para ir viajando de plano en plano. Un panorama austero pero que hace superfluo todo lo demás.
A partir de ahí, lo típico. No os extrañe acabar el juego con literalmente miles de enemigos muertos atrás, innumerables flechas disparadas y mamporrazos recibidos, montones de magia fluida por nuestros dedos y decenas de armas vendidas a los mercaderes. En ese sentido, la AI no ayuda mucho: con honrosas excepciones, el enemigo se dirigirá a nosotros a por todas y el juego se limitará en un 20% a la habilidad que tengamos y un 80% al número de pociones que llevemos.
Se han añadido dos modos de juego que consideramos un añadido importante al juego principal: el primero de ellos se llama "Arena", que básicamente consiste en un modo "survival" que tan acostumbrados estamos a ver en los juegos de lucha. En este modo estamos situados en un mapeado pequeño y cerrado dentro del cual vamos recibiendo oleadas crecientes de enemigos; cada tres rounds cambia el mapa y tenemos que abastecernos OSP (On-site procurement), como diría Snake; es decir, con lo que encontremos.
El otro consiste en una especie de mini-quests una vez acabada una mazmorra con suculentas recompensas. En el selector de planos podremos re-jugar un nivel bajo determinadas condiciones (matar a un determinado número de enemigos, conseguir tal objeto) y ganar experiencia, objetos y otras habilidades. Algunos retos son complicados y otros son más sencillos, pero el añadido notable que supone este modo es de agradecer.
Pero aparte de la Arena (que también es PVP) y de los mini-quest, como dije antes todo se reduce a ir matando y avanzando. Hay muchos items en el juego, muchos muchos, de todo tipo y de todos los niveles y ahora es posible llegar a nivel 80 incluso, pero es difícil acumular tanta paciencia jugando solo. Honestamente, no puedo calcular el número de horas que son necesarias para terminarlo en su totalidad con un personaje desde cero.
La fórmula del éxito de RtA no engaña a nadie: sigue intacta desde Gauntlet o Diablo. Y desde luego el hecho de poder jugar via internet alarga enormemente la durabilidad y la flexibilidad del producto; pero creo que va llegando la hora de introducir algunas novedades, por mucho que siga siendo muy divertido aplastar cabezas con los colegas en casa. Y concretamente en ese sentido, Return to Arms convence.
Un vistazo al artículo "Actualíceme" que publicamos esta misma semana resume muy acertadamente mi sensación al respecto. Y eso que hace casi un año que visité Norrath por primera vez. Pero siendo verdaderamente honestos, no puedo dejar de recomendar el juego a todos aquellos que se quedaron sin comprar el anterior, a aquellos que quedaron con hambre de maporros y a todos aquellos que necesiten un buen juego de acción para uno o más jugadores, duradero y excitante.
l o m e j o r
l o p e o r
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.