Señor, dame fuerza

Hubo una época en la que jugar en 2D no era una opción sino la única posibilidad disponible, salvo muy contadas excepciones. Muy pocos se cuestionaron esta limitación en su día y tampoco había tecnología asequible para crear juegos atractivos que ofrecieran libertad espacial. El 'descubrimiento' de los polígonos y la proliferación de mundos tridimensionales fue un proceso relativamente largo, pero trajo consigo una considerable revolución que casi borra del mapa todos los avances y elementos positivos que se habían realizado en las 'limitadas' 2D.

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Muy pocas de las series que hicieron a los aficionados soñar en ese pasado reciente han sobrevivido, muchas son auténticas desconocidas para los más nuevos en el mundo de los videojuegos y otras, las protagonizadas por los personajes más populares, han renunciado a sus raíces y abrazado, con más o menos éxito, las técnicas actuales. Pero todavía hay reductos de resistencia, que insisten en celebrar y mejorar los mejores elementos de una forma perfectamente válida de este medio. Castlevania es uno de los ejemplos más claros de esta situación, una saga que cuenta con varias entregas situadas en lo más alto dentro de su categoría y que todavía hoy sigue contando con regulares y excelentes juegos realizados a la antigua usanza.

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Los orígenes de un clásico

Pero la saga en general está a la sombra de dos entregas en particular que están consideradas como las mejores, aunque por motivos muy distintos. Una es bien conocida, el clásico de Playstation Simphony of Night, la otra es una delicatessen que nunca llegó a salir fuera de Japón: Akumajō Dracula X Chi no Rondo, la décima entrega oficial de la saga aparecida en exclusiva para el soporte Super Cd de PC Engine -también hay una versión totalmente despedazada para Super Nintendo conocida en Europa como Vampire's Kiss, que no cuenta como conversión-. Su condición como uno de los mejores juegos de acción en 2D creados jamás y su relativa rareza por la falta de un lanzamiento internacional  ha convertido durante años a Chi no Rondo en una codiciada pieza de coleccionismo por el que se han pagado cifras muy considerables -de 100 a 300 dólares dependiendo del momento, en Ebay se puede encontrar en estos momentos alrededor de los 150 dólares-.

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Después de todo este tiempo en el limbo de las piezas de coleccionista, el equipo liderado por Koji Igarashi -que nunca participó directamente en Chi no Rondo, aunque sí lo hizo su mujer- ha trabajado para que los aficionados puedan recuperar este clásico sin pagar desorbitadas sumas de dinero o recurrir a la emulación. Castlevania: The Drácula X Chronicles supone la primera oportunidad de disfrutar de uno de los juegos cumbre de su generación en un idioma que no sea el inglés, aunque de una forma un tanto inesperada: en forma de remake usando lo que se conoce vulgarmente como '2,5D', es decir, usando polígonos pero con una cámara fija  que simula la perspectiva tradicional de los juegos 2D.

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Rehaciendo una joya

Este remake es el modo de juego principal y la columna central sobre la que se levanta una oferta que incluye tres títulos distintos y numerosos extra. Para aquellos que descubran  que nunca han tenido la oportunidad de jugar a Rondo of Blood, lo que van encontrar aquí es un refinado juego de acción que, si bien no usa todas las posibilidades gráficas de PSP, cuenta con un estilo de visual muy efectivo que bebe de las influencias dejadas por los sprites originales.

Todos los escenarios y personajes han sido recreados con polígonos y texturas, algo que resulta particularmente notable en los movimientos del protagonista, Ritcher Belmont, cuyas animaciones están más definidas que en su versión de sprites. Los movimientos del protagonista son bastante limitados en comparación con otros títulos de la saga, lo que no deja de ser parte de la esencia de estos juegos: andar, saltar, dar latigazos o usar algunas de las armas especiales como cuchillos, crucifijos o biblias; hay algunos movimientos más, pero no muchos, lo que también incide en la capacidad de reaccionar ante los ataques de los enemigos o incluso para hacer algo tan simple como acabar con un murciélago que llega desde una posición elevada -sólo es posible dar latigazos en horizontal. La única concesión moderna es la de un movimiento evasivo que permite dar una voltereta hacía atrás en medio de un salto, lo que otorga un mínimo extra de movilidad.

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Los escenarios han sido recreados siguiendo las directrices del original y manteniendo su esencia, aunque han sido mejorados gracias a un mayor detalle y mayor uso de efectos, lo que les proporciona un aspecto que puede llegar a ser muy vistosos y atractivo, especialmente en algunas fases en particular o en ciertos enemigos finales. La presentación de los enemigos normales es también efectiva y presenta también una animación bien realizada -aunque debido a los definidos movimientos, hay cierta sensación de lentitud cuando se compara con la versión original con sprites, en la que cada paso no están detalladamente definida-.

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La fluidez de la animación y, en líneas generales, la competencia técnica del remake es notable, no va a impresionar a ningún usuario de la portátil de Sony, ya que hay juegos más impresionantes técnicamente, pero los valores de producción son altos y se ha realizado un buen trabajo en el apartado visual. Lo más destacado sin duda son los emocionantes combates contra los enemigos finales, precedidos por una pequeña escena de introducción y que han sido recreados con acierto y un buen sentido de la espectacularidad. Su diseño y la riqueza de sus patrones de ataque también dejan constancia del juego original.

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A pesar de que Rondo of Blood es un juego de vieja escuela y lineal, en su día también destacó por la gran cantidad de secretos y rutas alternativas que guardaba, algo que ha sido respetado y aumentado aquí, con varios secretos y fases ocultas que se pueden descubrir -a veces realizando acciones realmente arriesgadas en las que se arriesga perder una vida fácilmente- Uno de los primeros secretos incluye la localización de Maria Remnant, una niña con el poder de convocar criaturas mágicas para que luchen por ella y que podrá ser seleccionada como personaje alternativo a Ritcher, contando con ataques y movimientos muy distintos que le permiten llegar hasta donde el cazavampiros no puede.

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Algo más que un remake

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Pero este remake de Rondo of Blood no es la única oferta disponible en este completo paquete. Como muestra de que los 2D no son tan limitados como parecen, Castlevania tiene dos escuelas bien diferenciadas. Por un lado está el modo clásico, que se desarrolla de forma muy similar a la de muchos juegos de acción y plataformas bidimensionales: avance lineal, fases una detrás de la otra y jefes finales en cada escenario que hay que superar antes de poder seguir adelante; Rondo of Blood es un buen ejemplo de esta estructura de juego. La otra escuela dentro de la saga recibe el nombre cariñoso de 'Metroidvania' y fue ejecutada por primera vez en Symphony of the Night: exploración de un gran entorno, toques de rol, equipamiento, múltiples habilidades y todo sin perder la esencia de ser un juego 2D.

Simphony of the Night es el máximo representante de esa otra escuela que la más utilizada en los últimos Castlevania en GBA y DS, por lo quizás para ilustrar el contraste entre estas dos tendencias, se ha incluido una conversión de este juego en Rondo of Blood como un extra. Es una conversión perfectamente aceptable, que recuerda inmediatamente por qué las aventuras de Alucard son un auténtico clásico sin discusión. Para conseguirla hay que realizar cierto evento en el modo de juego principal, que desbloquead esta opción en el menú principal.

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Hay muy poco que se pueda decir ya de Simphony of te Night, es un juego de una calidad superlativa que ha envejecido muy bien en todos los aspectos. Ofrece un enorme castillo que explorar, un personaje carismático, unos gráficos fantásticos y una de las mejores bandas sonoras que se pueden encontrar en un videojuego hoy en día. En su día fue una auténtica revolución en la saga, ya que utilizó los recursos de la saga Metroid para crear algo más que un juego de acción, transformándolo en una aventura larga y ambiciosa, más en consonancia con las exigencias de la generación de máquinas de aquella época, que obviamente daban para más que lo que se había estado haciendo constantemente en los años de Super Famicom/PC Engine/Genesis.

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Pasado y futuro

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Para terminar de completar un pack que se antoja prácticamente perfecto para amantes de la saga, otra opción disponible una vez que se libere en el modo de juego principal, es la de poder jugar a Rondo of Blood en su versión original, pro primera vez de forma oficial en una consola que no sea PC Engine. Había algunas duda sobre si después de estos años se podría hacer un buen trabajando recuperando una obra que no ha sido tocada desde hace muchos años-y, de nuevo, correremos un tupido velo sobre Vampire's Kiss en Super Nintendo- pero las dudan han demostrado estar injustificadas con un buen trabajo de conversión, aunque podría haber resultado mejor -sus principales problemas son ciertos momentos con ghosting en las zonas de contraste con fondos muy oscuros, y algunos leves tirones muy ocasionales pero que resultan molestos-.

Impresionante banda sonora

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Mención aparte merece el aspecto musical que ofrece este pack, ya que se sale fuera de la escala en todos. Tanto Rondo of Blood como Simphony of the Night han sido los únicos Castlevania que han aparecido en CD-Rom y eso definitivamente se nota desde el primer momento. Incluso antes de comenzar el juego ya se puede apreciar este elemento escuchando el estremecedor 'Prayer' de Simphony of the Night que es una pieza que llega al corazón. La genial Michiru Yamane, responsable de estos dos colosos de la música para videojuegos, no sólo ha repasado su legado dentro de las dos conversiones directas, también ha creado una banda sonora remasterizada para el remake de Rondo, con algunos nuevos temas  sencillamente fantásticos. Pero nada más emocionante que empezar la primera fase y escuchar el inmortal 'Vampire Killer', un tema que marca a toda una generación de jugadores que ha crecido con esta saga.

Es general es un pack cargado de detalles y que parece muy cuidado para todos los fans. Es posible desbloquear las tres bandas sonoras de los juegos disponibles, además de poder disfrutar nuevamente del arte de Ayami Kojima, que aparece omnipresente en los tres títulos. Algo que se agradece después de los últimos Castlevania en DS -el estilo gótico y recargado de Kojima ya es una parte demasiado vinculada a la saga como para acostumbrarse a otro estilo-. También hay otras opciones como la posibilidad de jugar fases sueltas o entrar en una sucesión de jefes finales, por lo que se adapta perfectamente a todas las necesidades de tiempo posibles.

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