Carmageddon Reincarnation

Hace ya unos cuantos meses que llegaba a Kickstarter Carmageddon Reincarnation, una nueva entrega de esta saga que comenzó su andadura allá por el año 1997 y que fue en su día un referente a nivel gráfico y de diversión, marcando la juventud de no pocos jugadores que tenían que sufrir cómo la gente se llevaba las manos a la cabeza ante la brutalidad de que uno de los principales atractivos del juego fuera, precisamente, el atropellar a jóvenes, viejos, perros y todo lo que se nos pasara por delante.

Con la idea de traer esta diversión salvaje de vuelta, Stainless Games inició ese proyecto de Kickstarter que consiguió recaudar 625 143 dólares y que ha pasado por las diferentes manos de los jugadores gracias a una fase beta y a un buen puñado de horas en la plataforma de Early Access de Steam.

Si nos fijamos en el contenido y en la diversión del juego, lo cierto es que esta nueva entrega rescata a las mil maravillas toda la esencia de los capítulos anteriores a los que muchos de nosotros pudimos jugar cuando todavía éramos unos imberbes.

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El principal atractivo lo encontraremos en el modo Carrera, que nos irá introduciendo en diferentes circuitos, cada uno de ellos con sus propias reglas aunque, en resumen, habrá tres objetivos con los que tendremos que superar cada mapa y que vienen marcados por toda la tradición de la saga: eliminar a todo peatón, destruir todos los coches enemigos o completar antes que nadie las diferentes vueltas que tengamos que dar por el circuito.

Pese a que estas vueltas están definidas por diferentes checkpoints, lo cierto es que tenemos libertad total para movernos a lo largo y ancho del mapa explorando sus diferentes rincones al más puro estilo sandbox, siempre y cuando tengamos el suficiente tiempo disponible en una cuenta atrás que se nos marca en el centro superior de la pantalla y que iremos elevando destruyendo rivales, matando a pobres “civiles” o pasando precisamente, por estos puntos de chequeo.

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Otra cosa que ganaremos a lo largo de nuestras carreras son créditos que utilizaremos para gastar en nuestro beneficio, además de ciertos objetos para mejorar nuestro propio coche o barriles que nos servirán para obtener diferentes ventajas como reparaciones gratuitas o tiempo extra (aunque algunos de ellos pueden contener una desagradable sorpresa). Estos créditos también pueden gastarse durante el transcurso de la carrera reparando nuestro vehículo o volviéndolo a situar en el mapa (el clásico respawn de toda la vida), beneficios que nos arañarán un buen puñado de puntos.

Para completar el modo carrera tenemos otra serie de modos y juegos que podremos ir desbloqueando (el modo libre, por ejemplo), además de los diferentes modos online que, sin embargo, pese a ser tremendamente divertidos cuentan con el hándicap de estar lastrados por un netcode que no termina de funcionar tan bien como debería, lo que desemboca en los pertinentes problemas de lag.

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A priori, con todas estas características podemos decir que Carmageddon Reincarnation es, cuanto menos, un buen homenaje paratodos los que disfrutaron del juego en aquellos tiempos. Destrucción, atropellos,sangre, libertad en los escenarios y coches con buenos diseños queademás en esta ocasión pueden mejorarse (y que es un autentico placerver volar en pedazos), sin embargo, a nivel técnico, el título cuenta con algunos problemas que son más que dignos de mención yque restan muchos enteros a la calidad general del título.

Es cierto que, desde su lanzamiento, el juego ha recibido ciertos parches que le han permitido mejorar su rendimiento e incluso en algunos aspectos a nivel gráfico, pero, por desgracia, el juego no acaba de estar a la altura, más aún si tenemos en cuenta los tiempos que corren y que pese a que los requisitos mínimos del juego no son nada exagerados sí que nos permitirían ejecutar un juego mejor a nivel visual, mucho mejor.

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La destrucción de los diferentes componentes de los coches y las animaciones a la hora de reparar los mismos durante la carrera son bastante buenas y la sangre que desprenden los diferentes peatones que vayamos atropellando por nuestro camino también le dan un aire espectacular, sin embargo no llegan al nivel mínimo que debemos exigirle a un juego hoy en día, con diferencias enormes en cuanto a texturas de los coches y de los diferentes materiales de la ciudad o de otros elementos que vemos en la pantalla.

A esto se suma a que, pese a haber estado en fase beta y en Early Access y haber sido mejorado con los parches que hemos dicho anteriormente el juego sigue contando con problemas de rendimiento, sobre todo en el framerate, que puede llegar a caer de forma abrupta y que tiene problemas incluso para llegar a los 60 FPS en equipos potentes… con los gráficos pobres de los que os hemos hablado antes.

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