El género de la lucha 2D es uno de esos pendientes que nunca han acabado de despegar en consolas portátiles. Pese a que contamos con dignas excepciones, como el sublime Street Fighter Alpha de Game Boy Color o, ya en GBA, las conversiones de Street Fighter II, Street Fighter Alpha 3 e incluso The King of Fighter EX 2, no suele haber demasiados productos destacables en este aspecto, habiendo naufragado incluso gigantes como Guilty Gear, tanto en GBA como Nintendo DS. Tras ver lo que ha conseguido Treasure con Bleach: Blade of Fate, se nos hace realmente extraño que Capcom, Arc System Works y SNK estén obviando el potencial de Nintendo DS para traer sus sagas más emblemáticas al sistema con mano firme. Lo que está claro es que la consola es capaz de albergar juegos del género totalmente destacables y esta pequeña joyita así lo confirma.
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Treasure, magos de las 2D desde la época de MegaDrive, pasando por Saturn, DreamCast e incluso un par de cartuchos para GBA, recogen el testigo de adaptar el manga/anime creado por Kubo Tite. Y en lugar de optar por el típico plataformas o RPG lleno de cuadros de diálogo, han rememorado tiempos pasados y han creado un título de lucha bidimensional con reminiscencias -haced memoria, nostálgicos- al genial YuYu Hakusho de MegaDrive. ¿Y de que va Bleach? La historia de la obra de Kubo Tite nos presenta a Ichigo, un chaval de 15 años con la posibilidad de ver los espíritus. Un día se cruza con el espíritu de una joven que está siendo atacado por una entidad demoníaca llamada hollow. Tras salvarla, la joven , Rukia Kuchiki, le explica que ella es una shinigami y el objetivo de los suyos. En ese momento el hollow reaparece, dañando a Rukia, y ésta le confiere sus poderes a Ichigo convirtiéndole en un shinigami.
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Jugabilidad Bleach DS es en esencia un juego de lucha 2D como tantos otros, pero que reúne elementos de varios títulos icónicos y forma una mezcla realmente explosiva. Así, no todo se limita a 1vs.1, sino que los combates pueden ser hasta de cuatro personajes simultáneamente en pantalla. Y para que esto no sea un lío, también se permite cambiar de plano de la misma forma que lo hacía Fatal Fury allá por principios de los 90. El sistema de combate es realmente rico en posibilidades. Tenemos la opción de dar dobles saltos, avanzar en el aire con una carrera, el clásico dash tanto adelante como hacia atrás, etcétera. Las posibilidades de evasión son tan completas como las ofensivas: golpe débil, medio y fuerte que en combinación dan como resultante combates llenos de energía y fuerza.
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Cada personaje se controla de forma diferente, acorde a su tamaño, velocidad o arma. Ichigo por ejemplo es capaz de asestar espadazos a sus enemigos de forma bastante resultona, mientras que otros atacan cuerpo a cuerpo con técnicas similares -con bastantes licencias- al capoeira. Las luchas son ágiles y encarnizadas, recordando más a un Guilty Gear o un Last Blade que a un King of Fighters. Pese al clasicismo que destilan los enfrentamientos, Bleach apuesta por darle un nuevo enfoque a la acción al incorporar pequeños elementos novedosos' dentro del trillado género de la lucha 2D. La mayor novedad se activa mediante la zona táctil y son una serie de cartas que sirven de potenciadores temporales, por ejemplo otorgando más defensa al luchador o menos agilidad al rival. No son especialmente determinantes para llevar las luchas a buen puerto, pero no dejan de ser un añadido curioso.
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También en la pantalla táctil tenemos un panel con los accesos directos a las técnicas más mortíferas, tanto los ataques especiales -realizables con una barra de energía- como los supers', que hacen al personaje liberar una carga de poder realmente arrolladora. Todo esto es combinable con los ataques básicos, lo cual no hace sino darle profundidad al sistema de juego, algo que Treasure ha sabido hacer con total maestría.
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Modos de juego Al contrario de lo que sucede con la gran mayoría de los juegos de lucha -tanto en portátiles como consolas-, Bleach DS incorpora una cantidad de modos de juego especialmente amplia que nos hace recordar irremediablemente a Street Fighter Alpha 3. Pese a que encontramos los recurrentes Arcade, Supervivencia, Contrarreloj o Entrenamiento, donde más pasaremos tiempo será en el Modo Historia. Suena absurdo a priori, pero si os decimos que cuenta con 23 capítulos -el primero de ellos realmente largo-, cada uno protagonizado por un personaje diferente y con enfrentamientos personalizados
la cosa cambia. Entre los combates, encontramos una buena cantidad de texto que nos narra la historia del manga/anime y nos pone en situación. Sin duda, más que un aliciente resulta ser el alma del cartucho y lo que más tiempo puede llevar completar, más de 10 horas de juego, incluso diríamos 20 -leyendo los textos-, una duración nada despreciable para un juego de lucha.
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Superando los capítulos de esta modalidad se desbloquean extras como escenarios, melodías, voces o por supuesto personajes, llegando a una cifra total de casi 30. El otro aliciente es un modo Online que permite enfrentamientos contra otra persona e intercambio de cartas. Rejugabilidad asegurada. Técnicamente Bleach DS es grandioso. Hace uso de sprites en alta resolución de un tamaño respetable en fondos no excesivamente complejos, pero si suficientes. Las animaciones son espectaculares y da gusto ver en movimiento tantas cosas sin que haya caídas de frame rate ni ralentizaciones. La fluidez es altísima, incluso cuando se realizan los ataques especiales que llenan la pantalla de luces. La música tampoco está mal aunque se olvida rápido, lo mismo que las vocecillas digitalizadas o los efectos sonoros.
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