Blast-A-Way
- PlataformaIPD7IPH7
- GéneroPuzle
- DesarrolladorIllusion Labs
- Lanzamiento30/08/2012
- TextoAlemán, Español, Francés, Inglés, Italiano, Japonés
Blast-A-Way
Illusion Labs –creadores de la franquicia Labyrinth para iOS–, regresan a la actualidad con un ingenioso rompecabezas basado en físicas de objetos; Blast-A-Way nos reta a superar una serie de niveles creados a partir de diferentes materiales mientras rescatamos a los pequeños y simpáticos Boxies. Veamos más de cerca en nuestro análisis este desafiante y adictivo título protagonizado por unos robots muy particulares.
El estudio sueco Illusion Labs lleva desde 2007 creando juegos para dispositivos iOS, entre los que se encuentran sagas tan populares como Labyrinth o Touchgrind; ahora vuelven a la actualidad con Blast-A-Way, un nuevo rompecabezas basado en físicas de objetos protagonizado por unos robots muy particulares. En contra de lo que podría parecer, lo nuevo de Illusion Labs no ofrece nada que no hayamos visto antes en otros títulos; donde sí han acertado plenamente es en su mezcla de elementos que hace de Blast-A-Way un título puzle divertido, adictivo y desafiante, además de ofrecer un diseño artístico con mucha personalidad. Veamos en nuestro análisis si estamos ante un título a tener en cuenta en un género muy competitivo en nuestros iPhone, iPad y iPod touch.
Poco después entrarán en juego las diferentes esferas de colores; así, cada tipo de esfera interactuará sólo con el material del mismo color. Las esferas explosivas serán las primeras en aparecer, con las que podremos hacer estallar algunos bloques para liberar Boxies o abrir el camino, siempre haciendo coincidir el color de ambos objetos; así, si lanzamos una de estas esferas rojas contra un bloque azul, no ocurrirá nada. Otro tipo de esferas serán las pegajosas que, como su nombre indica, podrán pegarse a bloques inalcanzables para así hacerlos estallar. Las esferas de teletransportación nos permitirán desplazar nuestros robot a bloques inaccesibles, de una manera parecida a la genial franquicia Portal de Valve.
En los niveles más avanzados deberemos panificar muy bien nuestra estrategia antes de cometer un error irreversible, puesto que intervienen muchos tipos de esferas al mismo tiempo en niveles mucho más complejos. Cuando más se complica la cosa es con la entrada en escena de los portales de colores, que cambiarán el color de la esfera que pase a través de ellos; será a partir de este momento cuando Blast-A-Way demuestre todo su potencial con unos rompecabezas que nos desafiarán hasta la extenuación. A nivel gráfico, el juego desborda carácter por los cuatro costados; la personalidad de Illusion Labs queda patente desde el minuto uno, especialmente en el primer mundo construido en madera y que nos recordará a Labyrinth, la franquicia estrella de la compañía.
En los siguientes niveles encontraremos otras temáticas que servirán como base para cada nivel que, a pesar de no influir en absoluto en las mecánicas de juego, resultan muy vistosas en apariencia; así, encontraremos escenarios construidos a base de distintos materiales como plástico, tela, piedra o metal. Las texturas están muy conseguidas, especialmente en los niveles de tela, dando como resultado una apariencia muy realista. Las físicas de objetos también están a un buen nivel. La banda sonora se cimienta sobre melodías alegres que, si bien no resultan remarcables, sí se ajustan bastante bien a la personalidad de nuestros robóticos protagonistas. La sensación de minimalismo siempre está presente en el juego, dando una impresión de delicadeza y amor por el detalle a lo largo de los diferentes niveles; los fondos blancos y los colores de los objetos hacen el resto.
Para lanzar una esfera debemos pulsar sobre el objetivo, donde aparecerá una flecha que nos indicará el ángulo de la parábola; debemos ajustar muy bien la trayectoria, puesto que si estalla cerca de nuestro robótico personaje, la onda expansiva puede catapultarnos hacia el vacío, obligándonos a reiniciar el nivel. La acción de rotar la pantalla y acercarnos o alejarnos de las estructuras será algo incómoda, puesto que a menudo nos equivocaremos, lastrando la experiencia considerablemente. Con todo, Blast-A-Way no presenta un mal control –le falta algo de precisión, eso sí– aunque podría ofrecer alguna opción para adaptar el interfaz a gusto del jugador. El juego llega con los textos traducidos al castellano para que no perdamos detalle de los diferentes mensajes a modo de tutorial y a un precio de 3,99 euros, aunque siempre podemos optar por la versión de prueba gratuita si no estamos seguros de su adquisición.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.