BioShock for Mobile

BioShock ha marcado una generación que ya dejamos atrás como uno de los mejores first person shooter de la historia de los videojuegos. El ya disuelto dream team de Kevin Levine, Irrational Games ‒por aquel entonces 2K Boston‒, plasmó todo un universo distópico bajo el agua, Rapture, una ciudad llena de vida ‒o muerte, según se mire‒ en la que debíamos sobrevivir mientras nos enfrentábamos a los terribles resultados de una sociedad marcada por la más voraz biotecnología a manos del omnipresente Andrew Ryan. Un título calificado en esta casa como obra maestra y que da el salto a dispositivos iOS de la mano de 2K China y 2K Games ‒no sin levantar expectación con un misterioso anuncio días antes de su presentación‒, manteniendo todo el contenido del título original aunque adaptando su interfaz y apartado técnico a las exigencias de nuestros smartphones y tablets. Veamos en nuestro análisis si BioShock for Mobile mantiene la excelencia en todos y cada uno de sus apartados para perpetuarse como uno de los mejores videojuegos de la pasada generación y un must have del panorama táctil actual. Bienvenidos de nuevo a Rapture.

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En BioShock, la ambientación lo es todo, potenciado en su momento por un apartado técnico más que notable y que desde 2K China han tratado de mantener lo más fiel posible al concepto original. Evidentemente, y con el hardware actual ‒a pesar de ser ya muy avanzado‒ no podemos obtener los mismos resultados en un título de esta envergadura, tanto a nivel de efectos y texturación como de modelados. Aun así, todo hay que decirlo, Rapture y sus habitantes lucen espectaculares en las pantallas de nuestros iPad Air, iPad Mini 2, iPad 4, iPhone 5S, iPhone 5C y iPhone 5, únicos dispositivos compatibles con la conversión. Tras unos pocos minutos de adaptación visual, rápidamente nos daremos cuenta del buen trabajo realizado en este sentido, eso sí, sin obviar ligeros downgrades en ciertos elementos.

Así, las sombras dinámicas se han eliminado, además de recurrir a algunos trucos en la representación de la niebla, del fuego o del agua, así como otros efectos para aligerar la carga de proceso de una conversión, no obstante, más que notable a nivel técnico. Lo mismo ocurre con la resolución o el nivel de modelado de los personajes y objetos, todo ello inferior al BioShock original. Con todo, no deja de sorprender estancia tras estancia, combate tras combate, gracias a una genial ambientación que sigue casi intacta en este port. Evidentemente, luce mejor en pantallas de mayor diagonal como las de los iPad y iPad Mini, aunque en iPhone no desmerece en absoluto. Además, no se aprecian bajadas de framerate a pesar de algunas escenas bastante exigentes por todo lo que ocurre en pantalla al mismo tiempo.

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Donde sí encontramos diferencias es a nivel sonoro, al menos en lo referente a las voces, es en la ausencia del excelente doblaje al castellano de la versión original ‒seguramente para contener el tamaño de una aplicación que llega en su versión 1.0 a los 2,6 GB‒, dando paso a las también excelentes interpretaciones de los actores originales en inglés. No se trata de un elemento esencial pero sí echamos en falta las voces en nuestro idioma. Aun así, seguiremos estremeciéndonos con los poderosos gritos de los Big Daddys y con las inquietantes voces de las Little Sisters, potenciando el efecto si usamos unos buenos auriculares, lo que mejorará significativamente la experiencia. Sobre las melodías no hay mucho que decir; siguen siendo geniales, todo ello envuelto en una formidable banda sonora que resulta tan efectiva como el primer día, con constantes cambios de ritmo según la escena. Los efectos de sonido se mantienen a un nivel similar y los textos, por otro lado, sí llegan traducidos a nuestro idioma.

Aunque si a nivel técnico se respeta la esencia del original, ¿qué sucede con su jugabilidad? No olvidemos que se trata de una parte esencial de todo FPS que se precie y los dispositivos táctiles no brillan demasiado en este aspecto. Para ello se ha seguido un esquema bastante extendido en el género y que ofrece cierto nivel de precisión y comodidad a los mandos, eso sí, sin olvidar las obligadas limitaciones de un interfaz táctil con notables carencias comparado con un control físico tradicional. Así, se reparten entre las esquinas izquierda y derecha los controles para el movimiento y las diferentes acciones, respectivamente.

Allí donde toquemos en la parte izquierda de la pantalla aparecerá un joystick virtual ‒para facilitar la acción en la medida de lo posible‒ para que podamos desplazarnos; un poco más arriba se sitúa el icono para agacharnos. Por otro lado, en la esquina opuesta se disponen los diferentes iconos contextuales referentes a las acciones de disparo ‒armas y plásmidos en iconos independientes‒ y recarga tanto de armas como de plásmidos mediante las famosas jeringuillas. Ya en la parte superior encontramos las barras de salud y carga de plásmidos, además de los botones de menú y mapa, algo pequeños en tamaño, eso sí; una vez dentro del mapa podremos visualizarlo con bastante facilidad desplazando el dedo por la pantalla, aunque los iconos para movernos por los diferentes menús son algo pequeños, especialmente en iPhone. Ya para terminar, al otro lado encontramos el selector de plásmidos, así como la opción para escoger entre los que ya hayamos obtenido.

También deberemos prestar atención a los diferentes iconos contextuales que aparecerán para recoger objetos, interaccionar con elementos del escenario o registrar los cadáveres de los enemigos. Por lo general se ha encontrado un punto correcto en lo referente a comodidad y naturalidad para acceder a los diferentes menús, aunque sí es cierto que algunos iconos son demasiado pequeños. En general es necesario un periodo de adaptación, aunque si venimos del control original, nunca terminaremos de encontrarnos cómodos a sus mandos. Por suerte, cuenta con la opción de jugar mediante pad de control vía Bluetooth, lo que mejora significativamente la experiencia de juego y lo acerca más al BioShock original. Por último, contamos con guardado rápido y tres niveles de dificultad.

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