Análisis de Battlerite

Battlerite es la secuela de Bloodline Champions, primer título y mucho menos conocido de Sunlock Studios. Aquel ya sentaba las bases para esta segunda entrega: rondas cortas, dos o tres jugadores por equipo, nada de mana, objetos o líneas y gran énfasis en el balance de habilidades y cooldowns. A pesar de que comúnmente se describe a Battlerite como un MOBA lo cierto es que no puede estar más lejos. Aquí no hay líneas, bichos que farmear o complicaciones, solo combate puro y duro.

Un reparto variado

Veintidós campeones forman el curioso elenco jugable de Battlerite. La variedad de la que goza ya el reparto es sorprendente, especialmente teniendo en cuenta las limitaciones que impone el formato del juego. Dado el rápido desarrollo de las partidas, cada campeón debe tener una serie de recursos en su arsenal que les permitan reposicionarse en el mapa y hacer daño a sus enemigos. A pesar de tener que adherirse a estas convenciones, Sunlock Studios  han conseguido dar con unos diseños de personajes extremadamente variados tanto en temática como sensación jugable.

Tenemos aquí campeones para todos los gustos. Dríadas sanadoras capaces de sembrar arboles con poderes curativos; guerreros de maza o espada; espantosas creaciones del inframundo; ranas asesinas… sea cual sea tu arquetipo clásico de fantasía favorito, tendrás aquí un personaje que lo encarne y aún quedan más por llegar. En el terreno jugable también cada personaje responde a los clásicos sanador, tanque o asesino lo que hará la transición de aquellos que jueguen a otras propuestas del género más fácil.

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Sorprendentemente, a pesar de la gran variedad tanto en diseño como habilidades de la que gozan los campeones, es uno de los juegos más equilibrados del mercado. Cada partida contra un nuevo campeón suele llevar un proceso mental similar. Culparemos al héroe contrario de estar completamente roto, a los desarrolladores de injustos e inútiles y al jugador enemigo de pedirse a un personaje que está claramente por encima de los demás. La siguiente partida decidiremos pedirnos dicho personaje para recibir una supina paliza a manos de nuestros enemigos. Más que en la mayoría de juegos del género, aquí solo importa la habilidad de cada jugador y su conocimiento de las mecánicas del juego.

Combate de calidad

El sistema de combate es al mismo tiempo extremadamente simple y extremadamente confuso. Extremadamente simple porque cualquier persona puede coger un personaje que le guste visualmente, aprenderse sus habilidades en un momento y tras una o dos partidas ser ligeramente competente en el juego. Al contrario que los MOBAS tradicionales un día o dos de juego serán suficientes para tener un conocimiento básico de los personajes y sus respectivas fuerzas o debilidades.

Por otra parte, cuanto más profundizas en el sistema de combate vas descubriendo más capas de complejidad ocultas. Para empezar, el juego cuenta con un sistema de personalización que nos permite escoger varias mejoras o modificaciones para las habilidades de nuestros personajes antes de empezar las partidas y si queremos competir al más alto nivel deberemos sabernos las cientos de modificaciones disponibles para los personajes. Dichas habilidades son en la mayoría de las casos “skillshots” y por tanto deberemos apuntarlos hacia nuestros enemigos, no basta con pinchar encima de los mismos sino que habremos de predecir sus movimientos y uso de habilidades en todo momento.

 Asimismo, el juego cuenta con un sistema similar al de los juegos de lucha en lo que respecta a nuestras habilidades más poderosas. Hacer daño a nuestros enemigos o coleccionar unas esferas repartidas por las arenas (o una más grande en el centro del mapa que ambos equipos lucharán por tomar) irá cargando nuestro medidor especial. Una vez esté lleno del todo podremos usar nuestra habilidad más fuerte, pero también podemos escoger usar solo una porción de la barra para lanzar otra habilidad o versiones alternativas de nuestras habilidades básicas. 

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Lo sorprendente de Battlerite es que a pesar de ser infinitamente complejo no deja de ser accesible para cualquier jugador, labor a la que ayuda la excelente interfaz y variedad de opciones disponibles en esta versión Free 2 Play. Disponemos de tutoriales, un fantástico modo sandbox para probar personajes y habilidades e incluso podemos ver nuestras repeticiones o las de los mejores jugadores del momento. Todo ello presentado con una excelente orquestación y una interfaz fácil de usar y elegante.

Battlerite es Free 2 Play pero cuenta con la opción de comprar todos los campeones habidos y por haber por apenas una treintena de euros. Si no te decides por esa opción siempre queda la opción de conseguirlos con la propia moneda del juego pero por lo que hemos visto podría ser un proceso largo y duradero. Eso sí, las cajas de botín del título (que tocan con generosa frecuencia) a veces contienen un campeón lo cual puede darnos una alegría de vez en cuando.

En el apartado técnico el juego debería correr sin problemas en la gran mayoría de ordenadores, siendo menos exigente en esto sentido que todos los otros juegos del género. Por ahora el juego solo está disponible en PC pero no nos sorpendería verlo dar el paso a consolas (podemos soñar con una versión de Switch)