Demasiado grande para una portátil

Los dos galos más famosos de la historia han vuelto a meterse en una consola, con la que pretende ser su aventura más grande. Tan grande como la talla que lleva impresa, aunque, ¿no será demasiado grande para una consola tan pequeña?

Los juegos de Astérix y Obélix son tan antiguos como el propio cómic ideado por la mente de Goscinny y plasmado en el papel por la mano de Uderzo. Dos franceses que han creado época con sus personajes más famosos, y que en su país son considerados como ídolos, llegando incluso a la gran pantalla tanto en películas de animación como de actores de carne y hueso.

Y para aprovechar una vez más este filón, nada mejor que sacar otro juego con los galos como protagonistas. Así que dicho y hecho, Astérix y Obélix XXL saldrán para unas cuantas plataformas, entre ellas Game Boy Advance, donde quizás aprovechan más a fondo la consola en la que se mueven.

A fin de cuentas, ver un juego de plataformas en 3D en PC o en PlayStation 2, pues no tiene demasiado mérito viendo el catálogo disponible. Pero verlo en una consola portátil, no deja de ser una grata sorpresa, y ese es el motivo principal por el que destaca esta nueva aventura de los galos.

Astérix y Obélix XXL es un juego de plataformas en 3 dimensiones, también en la portátil de Nintendo. Evidentemente la calidad gráfica no es para tirar cohetes, pero sin duda es algo muy positivo. Pasemos a ver (nunca mejor dicho), los principales atributos de este juego.

Como se puede ver por las capturas, el aspecto del juego es totalmente en 3D, lo que luce muy bien en una portátil. Y además, el entorno viene acompañado por unos cuentos buenos detalles, aunque también tiene algunos defectos, que en cierto modo no dejan de ser lógicos en esta consola.

Comenzando por lo bueno, la primera impresión que despierta el juego es realmente positiva. Mover a Astérix y a Obélix por los escenarios tridimensionales es una tarea agradable, principalmente por dos cosas, la suavidad y la cámara.

Los personajes se mueven muy bien, a pesar de que son sprites planos en 2D. A pesar de eso, la unión entre escenario 3D y personajes 2D casi no se nota, excepto cuando rotamos la cámara sobre el personaje, o cuando está cerca de algún objeto tridimensional, como ciertas rocas.

La cámara sigue de manera suave y convincente al personaje que estemos controlando, sin ningún problema. Además, la altura a la que se sitúa es perfecta para controlar la situación, y a la vez agradable para que no entorpezca la partida.

En cuando a las cosas negativas, habría que comentar que los entornos tridimensionales no son muy amplios, los elementos que los componen están realizados con muy pocos polígonos y las texturas que los adornan están demasiado pixeladas. Pero de todos modos son pequeños detalles, que en Game Boy Advance están justificados.

El defecto que sí resulta desagradable es el excesivo popping que hay mientras caminamos. Es comprensible,  pero deja una mala sensación ver como casi todo se va creando justo delante de nuestras narices. Por poner un ejemplo, dentro de las cuevas, parece que vemos la salida, y cuando vamos hacia ella se forma la pared, y resulta que no había tal salida.

Por lo demás, el juego muestra un buen acabado gráfico, que en general potencia la jugabilidad, y la sencillez de manejo. Para finalizar, los textos están en castellano, lo que facilita la comprensión de esta nueva aventura de los galos.

En general el apartado sonor es muy pobre, como está siendo habitual en los títulos de la portátil de Nintendo. Ya empiezan a sonar todos igual, cambiando simplemente las notas. Por si esto no llega, las melodías son un poco repetitivas y cargantes, aunque poniendo el volumen bajo no resultan molestas.

En cuanto a los efectos de sonido, no hay muchos y se reducen prácticamente a los saltos y a los mamporros que sacuden tanto Astérix como Obélix. En ocasiones se escuchan otras cosas más ocasionales como chapoteos, o cuando ser recogen objetos, pero de todos modos, suenan como los mismos efectos de cualquier otro juego de GBA.

La jugabilidad es la misma que cualquier otro título de plataformas de cualquier consola de sobremesa, pero reducido al mínimo. Eso quiere decir que el objetivo del juego se reduce a recorrer unos reducidos escenarios tridimensionales, eliminando los enemigos que se ponen a tiro, y resolviendo sencillos puzzles.

En el fondo, esta mecánica se repite continuamente nivel tras nivel, simplemente cambiando su aspecto. Los puzzles se resuelven mediante la combinación de Astérix y Obélix, ya que con Select podemos cambiar entre ellos en cualquier momento. Astérix puede hacer un doble salto y llegar a lugares más elevados, mientras que Obélix puede mover objetos pesados para desbloquear pasadizos ocultos, o colocar plataformas improvisadas para que Astérix pase saltando.

Después, el resto de los controles son muy simples. Con la cruceta se controla al galo que estemos manejando, con A se salta y con B se golpea a los enemigos. Con L y R se rota la cámara, que de forma inteligente, sigue la acción bastante bien detrás de galo en cuestión, pero que en ocasiones habrá que mover si queremos ver una parte concreta del escenario.

Entonces, ¿donde está el fallo del juego? Pues principalmente en la simpleza que lo hace tan facil de controlar. Al poco de ir jugando se vuelve en contra, y hace que el título pierda interés, al no ofrecer nuevos desafíos al jugador. No es que sea un fallo muy grave, pero los más exigentes notarán que le falta algo.

Estamos ante un buen juego, y desde luego nadie debería dejar de probarlo, para comprobar hasta donde puede llegar la pequeña de Nintendo, que sin duda es muy lejos cuando los programadores se ponen.

La sencillez en la jugabilidad, lo hace especialmente adecuado para los más pequeños, y para los menos exigentes. Los jugadores más veteranos, como ya se ha dicho, deberían probarlo, aunque es probable que no colme todas sus expectativas.