Assassin's Creed Chronicles: China

Shao Jun

Ubisoft sigue expandiendo su popular franquicia de los Assassins con una suerte de títulos, spin-off y otros experimentos en todo tipo de plataformas, aunque Assassin's Creed Chronicles: China no representa su primer acercamiento a las 2D; ya en su día disfrutamos de títulos menores en Nintendo DS o smartphones, aunque con la trilogía Chronicles pretenden llegar mucho más lejos. Fruto de la colaboración con el estudio inglés Climax ‒autores de dos interesantes Silent Hill como son Origins y Shattered Memories, entre una larga lista de títulos‒, Chronicles llega como una serie de aventuras de acción y plataformas, cada una con su propia personalidad, en 2,5D y un estilo que, en el caso de China, recuerda poderosamente al excelente Mark of the Ninja de Xbox 360, al menos en su fórmula jugable. Veamos en nuestro análisis si el debut de esta nueva trilogía logra convencer a los fans de la saga de asesinos más famosa ‒y explotada‒ del universo videojuego.

Su desarrollo poco o nada tiene que ver con las diferentes entregas principales de la saga, aunque sí recurre a ciertos guiños para crear ese nexo que lo identifique como parte del mismo universo. El objetivo de cada nivel es claro: llegar del punto A al punto B con el fin de realizar con éxito un asesinato; pero el camino no será fácil. Tendremos que sortear o eliminar a un buen número de enemigos gracias a nuestras habilidades como asesinos, ya sea utilizando los recursos y armas que iremos recogiendo a nuestro paso o pasando desapercibidos aprovechando las diferentes posibilidades que ofrecen los escenarios, moviéndonos entre las sombras o valiéndonos de nuestra agilidad. Por suerte, los enemigos mostrarán un cono de visibilidad que cambiará de tono según sus sospechas sobre nuestra presencia, aunque también podremos recurrir a la famosa vista de águila para identificarlos rápidamente y estudiar sus patrones antes de pasar a la acción.

El ruido será un recurso que puede jugar en nuestra contra o a nuestro favor; así, podemos caminar agachados para no levantar sospechas, aunque también deberemos sortear “trampas” como la presencia de perros que alertarán a los guardias. Eso sí, nosotros podremos recurrir a otras técnicas que alarmen a los enemigos de forma intencionada, como silbar con un diámetro de intensidad o lanzar pequeñas bombas explosivas que atraigan a los guardias hacia una zona determinada facilitando nuestro avance. Asimismo, y ya aprovechando el carácter 2,5D del título, podremos aprovechar ciertos escondites del escenario para movernos por las sombras, atacar por sorpresa o incluso esconder los cadáveres. Donde no resulta tan interesante es en los combates cuerpo a cuerpo, con un control tosco y poco inspirado, donde dichos contratiempos nos dejarán vendidos en no pocas ocasiones; nuestra recomendación es que para disfrutar mínimamente de la aventura, apostemos por el sigilo siempre que sea posible, algo a los que nos animará el propio juego con sus diferentes recompensas.

La resolución de ciertos puzles y desafíos será una constante que si bien no se hace muy pesada, sí adolece de cierta falta de variedad en sus objetivos. A ello debemos sumar un control general con cierto margen de mejora ‒más allá de los citados contratiempos en los combates a espada‒ y unas animaciones que no ayudan a que el jugador se sienta completamente cómodo con su manejo; en esta dirección, recomendamos encarecidamente el uso de un pad de control en su versión para PC, puesto que el uso de teclado y ratón resulta totalmente inadecuado por la ‒innecesaria‒ complejidad de algunas combinaciones de teclas. La dificultad no es especialmente alta pero en algunos tramos subirá de forma abrupta; una vez completado ‒algo que no nos llevará más de cuatro horas‒ podremos desbloquear nuevos niveles de dificultad con ciertos condicionantes en nuestra salud y en la inteligencia artificial de los enemigos, algo floja, por cierto.

Respecto a su puesta en escena, sin duda, lo más destacable es un diseño artístico muy cuidado y que plasmará en pantalla una ambientación bastante conseguida, especialmente con las diferentes escenas estáticas realizadas mediante vistosas ilustraciones. Por lo demás, se ha tratado de plasmar un mundo creado a base de acuarelas in-motion aunque el resultado es bastante decepcionante, si bien los fondos tienen cierta presencia, el resto de elementos no están a la altura, con personajes muy sencillos en cuanto a modelados y texturas, elementos usados una y otra vez en diferentes secciones y animaciones, como decíamos, con un amplio margen de mejora. A nivel sonoro tampoco termina de convencer gracias a melodías realmente monótonas y efectos de sonido que simplemente cumplen con su función; las voces llegan en inglés, eso sí, con subtítulos en nuestro idioma.