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APACHE vs. HAVOC - Enemy Engaged

APACHE vs. HAVOC - Enemy Engaged

  • PlataformaPC8
  • GéneroSimulación
  • DesarrolladorRazorworks
  • TextoEspañol
  • VocesEspañol

Enviado del infierno

El Apache Longbow AH-64D y el Havoc B Mil Mi-28N son para las fuerzas armadas de EE.UU. y de la ex URSS respectivamente el equivalente volador de un vehículo blindado con gran potencia de fuego.

Actualizado a
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El Apache Longbow AH-64D y el Havoc B Mil Mi-28N son para las fuerzas armadas de EE.UU. y de la ex URSS respectivamente el equivalente volador de un vehículo blindado con gran potencia de fuego. Su presencia en el campo de batalla puede ser decisiva para inclinar la balanza hacia un lado u otro y las fuerzas a las que se enfrentan acaban sabiendo que estos aparatos son, en la mayoría de las ocasiones, igual que enviados del infierno. Su potencial de destrucción es ingente, y su precisión quirúrgica. En Razorworks lo saben, y han averiguado que los más curtidos y habilidosos aficionados a la simulación sueñan con poner sus manos sobre los controles de estos dos armageddones volantes. Dicho y hecho, Apache Havoc, Enemy Engaged es probablemente una de las más fieles y preciosistas simulaciones que han aparecido con estos aparatos como protagonistas.
 Desde el primer momento, el jugador se da cuenta de que lo que tiene delante no es un producto fácil, de los de ejecutar y tirar millas. La simulación de dos aparatos de alta tecnología diseñados para provocar el caos entre las fuerzas de combate enemigas no es algo demasiado simple, y este título parece haber sido diseñado pensado en dar el mayor realismo posible al manejo y comportamiento de los helicópteros. No cabe duda de que dominar este juego va a requerir esfuerzo y concentración por parte del jugador aficionado a la simulación, lo que le hace no recomendable para aquel sector del público de gatillo fácil. Un abultado manual, tamaño DIN-A4, de más de 160 páginas, lo atestiguan sin lugar a dudas.

Descripción General
Pero el resultado merece la pena. Frente al mercado mayoritario (y saturado) de la simulación de cazas, la simulación de helicópteros no cuenta en su haber con demasiados títulos (y desde luego, no de esta calidad). Un entorno inmersivo y realista, campañas bien diseñadas y combates frenéticos son sus bazas más visibles. Por detrás, una compleja labor de inteligencia artificial, diseño y esmero con los detalles. En pocas ocasiones pilotar un helicóptero desde tu habitación fue tan parecido a la realidad.

 Con campañas en Cuba, Georgia (ex-República Soviética) y el Triángulo Dorado (Laos/Tailandia), pilotaremos nuestros aparatos sobre terreno variado y de notable complejidad visual. Por fín, tenemos la oportunidad de desenvolvernos sobre terreno boscoso tupido (algo que muchos simuladores han eliminado o simplificado, quitándole al combate sobre helicópteros uno de sus alicientes) además de misiones marinas. El enfrentamiento es, invariablemente, EE.UU. vs Comunistas. Si nos decantamos por el lado estadounidense (azul), el Apache. Del lado Comunista (rojo), el Havoc. El juego está muy equilibrado y estos dos aparatos tienen un role muy similar en el conflicto. Un poco más de agilidad por el lado americano y más potencia de fuego por el lado ruso, sus únicas y casi inapreciables diferencias.

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 A nivel técnico, como ya se ha dicho, Apache vs. Havoc destaca por su perfección y preciosismo a todos los niveles. Desde la simulación puramente dicha, pasando por el comportamiento de las unidades controladas por ordenador, el diseño del terreno y las zonas de combate o los efectos de las armas sobre las estructuras. No se le pueden sacar apenas fallos a este juego si exceptuamos su dificultad, algo que al fin y al cabo viene implícito a los aparatos simulados y es consecuencia del extenso trabajo de documentación y fidelidad al original que parece haber sido nota dominante de este proyecto.

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 Los combates y escaramuzas son extremadamente realistas en todos los sentidos, pues además de sentirnos envueltos en un campo de batalla real, la acción se sigue desarrollando más allá de nuestro campo visual. Decenas, cientos de unidades luchan a la par que nosotros, pugnando por ocupar posiciones o inhabilitar emplazamientos estratégicos enemigos. Y luchan con ferocidad; de manera inteligente. Los ejércitos están tratando de ganar esta batalla y nosotros sólo somos un elemento más en el engranaje de la maquinaria bélica. Tanques, blindados, transportes de tropas, aviones de todo tipo, otros helicópteros, emplazamientos de artillería, antiaéreos... 

Especial comentario se merecen las ciudades. En Razorworks no han escatimado detalles a la hora de conseguir el que probablemente sea el combate urbano más realista que hay en el mercado de la simulación aérea. El nivel de detalle es asombroso, aunque bien es cierto que admirar el paisaje es la mejor manera de encontrarse tragando plomo y con el trasero en llamas. El ataque a edificios es simplemente brillante; un espectáculo visual en el que asistiremos a interesantes efectos de pirotecnia y contemplaremos en todo su esplendor la devastación provocada por nuestro armamento. Las estructuras acusan el daño revelando sus entresijos y el efecto causado en paredes y techos por la deflagración.

 Otro factor muy importante es la climatología, pues al fin y al cabo el Apache y el Havoc son los vehículos de elección cuando un ataque es imperativo y el tiempo no acompaña (momento en el que los cazas más caros y sofisticados son virtualmente incapaces de realizar un bombardeo en condiciones, como el conflicto de los Balcanes nos demuestra día a día). Si creíais que pilotar un helicóptero era difícil, probad a hacerlo en medio de una tormenta.

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 El resto de unidades y el extensísimo armamento que tomará parte en los conflictos ha sido diseñado con un elevado nivel de detalle que hará que nuestros enemigos se muestren tan amenazadores como realmente son (y es que a veces resulta difícil tomarse en serio a un montón de polígonos mal texturados). La experiencia visual, en sí misma, resulta una buena excusa para hacerse con este simulador que sin duda hará las delicias de los más puristas (y que provocará frustraciones sin fin a aquellos que sólo busquen despegar disparar y destruir sin muchas complicaciones). Un nuevo rey ha nacido.
Audio/Vídeo:
Brillante. Y mucho. El detalle es sobrecogedor en todos los aspectos y la experiencia de pilotaje se ve beneficiada por ello. No hay ahora mismo nada comparable a Apache vs. Havoc en su género, ganando por la mano a Longbow 2 de Jane's (aunque el tiempo transcurrido desde la aparición de este último ya sea respetable).

Los helicópteros que pilotamos han sido diseñados con lo que no puede ser calificado de menos que mimo y el resto de las unidades son también extremadamente realistas. El terreno es algo para ver (especialmente las endiabladas zonas boscosas y las ciudades -que marcarán un hito en el género-. No se puede dejar de mencionar también el apartado climatológico, en el que Apache vs. Havoc se lleva un sobresaliente merecido (y que será un importante factor a tener en cuenta cuando pilotemos nuestro aparato sobre territorio hostil).

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A nivel sonoro, se cumplen y superan las expectativas. No se trata de lo más destacado del juego, pero desde luego la ambientación es muy buena. 
   
Estrategia y trucos:
Estamos ante un SIMULADOR con mayúsculas; estrategia: aprender el funcionamiento de todos y cada uno de los controles de vuelo de los aparatos, practicar con las diferentes armas y aprender sus puntos flacos (y lo fuertes, claro). Estás enfrentándote con enemigos en 'igualdad de condiciones', y un cohete bien puesto puede reducir tu máquina a una bola de chatarra al rojo cayendo a plomo. No arriesgarse y hacer un buen uso de todas tus opciones parece la mejor manera de no acabar abonando el suelo de las fértiles tierras monzónicas.

Aprovecha la maniobrabilidad de tu helicóptero para atacar y destruir; para que no sepan qué es lo que les golpeó. No dejes a las baterías antiaéreas hacer blanco (serán el primer objetivo a destruir, pues una vez el enemigo esté inerme ante tí, será como aplastar hormigas). Y sobre todo, no vayas a lo loco. Tienes objetivos bien definidos y rutas de vuelo; síguelas, están para algo. Vagabundear puede acabar conduciéndote a un nido de helis enemigos (desengáñate, el Apache y el Havoc pueden dar mucha guerra en un tète-a-tète, pero en inferioridad numérica estás frito casi seguro). En definitiva: esto es la guerra real; el enemigo ahí fuera tiene el armamento necesario (y muchas ganas) para ponerte fuera de circulación. Tu objetivo es hacérselo a ellos antes de que ellos te lo hagan a tí.


 
Jugabilidad:
Si eres un fanático de la simulación, es recomendable que te pongas un despertador y te hagas el firme propósito de comer y dormir por lo menos una vez al día. Si no te gusta la simulación, pues es probable que esto no sea lo tuyo; conducir un helicóptero de estas características como si se tratase de la nave de un masacramarcianos es a buen seguro una de las experiencias más frustrantes que existen. Quizá Get Medieval o ShoGo (dentro de esta misma colección, y al mismo precio irrisorio) sean lo que estás buscando.

Qué demonios; por si no lo he dicho bien claro, este juego es el simulador de helicópteros que estabas buscando.


La perfección. El nivel de detalle gráfico. La increíble cantidad de documentación que han tenido que llevar a cabo para conseguir este fantástico resultado. Volar sobre las ciudades. La ambientación.
 

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Manual:
Fantástico. Un complemento brillante que no se limita a describir el manejo del programa sino que nos pone en antecedentes históricos sobre ambos aparatos, nos describe sus funcionalidades, las armas que emplea y sus características, tácticas de manejo y aprendizaje... en fin, muy completo. Máxime teniendo en cuenta el precio de este producto, es sorprendente encontrarnos con un manual tal elaborado. Chapeau.
  


Equipo necesario:
Para disfrutar de esta bestialidad de la simulación, necesitaremos como mínimo un Pentium 166, aunque no estará de más disponer de un hardware más rápido. 32 MB de RAM, un CD 4X o superior, 500 MB de disco duro (cuando se ve la extensión de los terrenos disponibles, no parece tan exagerado), tarjeta aceleradora 3D con un mínimo de 4MB y compatible con Direct3D y una tarjeta de sonido compatible con DirectSound. Por supuesto, todo ello bajo el inefable Windows 95.

NOTA: Inicialmente este juego tenía una nota de 9,3, pero tras hacer un análisis más profundo se ha rebajado a un 8 para estar más de acuerdo con lo que el título realmente ofrece. 

8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.