Animal Crossing: Pocket Camp
Análisis Animal Crossing Pocket Camp para iOS y Android
Hemos dedicado un mes entero a jugar diariamente a la nueva apuesta de Animal Crossing en dispositivos móviles. Con sus altos y sus bajos, se trata del título más puramente videojuego desarrollado por Nintendo en iOS y Android hasta la fecha.
Sonríe y olvídate de todo, aquí tienes tu parcela
El día que Nintendo le tendió la mano a DeNA para ceder sus licencias de cara al desarrollo de videojuegos y apps en dispositivos móviles, fue inevitable pensar en Mario, fue inevitable pensar en Link y fue inevitable pensar en Animal Crossing. El concepto de juego, con esa peculiar manera de relacionarse con el tiempo real, su ritmo y la perseverancia que te pide son una metáfora de lo que implica el día a día en una persona adulta, con sus responsabilidades y pequeños ratos para echar un vistazo a su teléfono y aprovechar para jugar alguna partida a ese título que se acaban de descargar.
Es entonces cuando entra en la ecuación Animal Crossing: Pocket Camp, que sobre la mesa es el juego más interesante que se ha diseñado hasta ahora con el sello de Nintendo en smartphones. Ciertamente lo es, porque es un videojuego por y para móviles, en todos los sentidos; y eso es un arma de doble filo.
Un mes de progreso: luces y sombras
Antes de comenzar a analizar el título nos gustaría comentar un par de cosas. Por un lado, aclarar que llevamos jugando desde la beta (0.9.0) lanzada en Australia hace algo más de un mes; hemos invertido aproximadamente unos 45 minutos diarios todos los días divididos en partidas de un cuarto de hora. Todo ello para llegar prácticamente al nivel 32, donde prácticamente se nos ha hecho imposible avanzar sin pagar, el otro aspecto que queríamos dejar claro: no hemos invertido un solo euro por una razón sencilla, y es que queríamos comprobar hasta qué punto Animal Crossing Pocket Camp era un free to play o un pay to win.
Era irremediable introducir microtransacciones. Si el juego es gratuito, hay que rentabilizarlo de alguna manera; la diferencia radica en cómo se introducen esos micro pagos y hasta dónde podemos avanzar sin caer en el martirio o la eterna paciencia para conseguir un objeto específico. En este caso la esencia fundamental de la franquicia ha cambiado de dirección, porque al contrario que con el lanzamiento de Animal Crossing New Leaf (2012/2013, 3DS), cuando se pudo haber introducido algún tipo de DLC y no se hizo, en esta ocasión no se basa todo en el tesón y tu esfuerzo, sino en mantener un constante pulso con tu paciencia.
Pero hablemos del juego. ¿cómo es Animal Crossing Pocket Camp? Olvidaos en primer lugar del pueblo al que estábamos acostumbrados; aquí tenemos nuestro propio campamento, un lugar honesto, menudo, que podemos personalizar como queramos. En él podemos introducir diferentes ítems, edificar diferentes tiendas de campaña –un máximo de dos; a partir de ahí toca elegir cuál dejar o recuperar- o mejorar nuestra caravana. Endeudarse será un elemento intrínseco en el día a día. Si quieres hacer más grande el interior de tu caravana, pintarla o que tenga un capó moderno, hay que pagar. El capitalismo es el ADN del juego, pero esta vez acrecentado a niveles exagerados, porque al final la relación con los vecinos no tiene como meta conocerles más, establecer un vínculo y conocerles más de cerca, sino cumplir las misiones que nos mandan para que nos den dinero y se unan al campamento.
El juego te dice desde el primer minuto que tu parcela debe llenarse de gente, que los vecinos acudan a él para divertirse. Habrá algunos que necesiten que llegues al nivel 5 de amistad con ellos, otros será el nivel 7 sumado al crafteo de algunos objetos… Todo lo que hagamos da experiencia, un punto que estamos seguros heredarán futuras entregas canónicas porque ofrece una sensación de progreso bastante atractiva. No es como en títulos de rol, pero sí te sirve para hacerte una idea de cómo ha crecido tu campamento y cuál es tu estatus.
Entonces, teniendo claras las cosas que debes hacer en el día a día y sabiendo que Pocket Camp no necesita demasiado tiempo diario para ser disfrutado, simplemente toca ir cumpliendo tus tareas, establecer una rutina, y disfrutar todo lo posible. Con el paso de los días notaremos cómo van llegando más vecinos, que cada vez tenemos más ropa en el inventario, objetos crafteados y elementos que utilizar.
El crafteo se ha implementado de manera muy inteligente, ya que ahora todo –absolutamente todo- lo que cojamos sirve para algo. Incluso las conchas del mar pueden ser solicitadas por algún vecino, que es quien nos dará a cambio materiales como madera, algodón o los elementos que necesitan las tiendas de campaña como la casa del árbol o la pista de skate. Hasta cierto punto de la aventura todo va sucediendo de manera orgánica, casi sin darte cuenta, pero el día que quieres mejorar una de tus edificaciones al nivel en que se convierte en la citada tienda de campaña ves que son necesarias 48 horas para que termine de realizarse. Aquí puedes hacer dos cosas: esperar o pagar.
Os presentamos los Billetes Hoja
Pocket Camp tiene su propia moneda de cambio, y además lo hace materializándolo con objetos que demuestran la jerarquía del dinero de la vida misma: el dinero ficticio son las monedas; el dinero real (esos que podemos comprar, los Billetes Hoja), son billetes. También se pueden conseguir Billetes Hoja con desafíos, pruebas diarias o haciendo feliz a nuestros vecinos, pero el proceso es excesivamente lento.
Tal como veis en la imagen, para conseguir la piscina necesitamos subir al nivel 5 nuestro skate, que actualmente se encuentra al nivel 4. Es sencillo: subimos al nivel 5 la pista de monopatines y, acto seguido, vamos a por la piscina. El problema es el siguiente: necesitamos 368 Billetes de Hoja para hacerlo, ya que no tenemos los materiales necesarios para construirlo sin pagar, un proceso que podría llevarnos días (o semanas) por la gran cantidad de madera y algodón que precisa.
Insistimos en que esta situación sucede en un momento muy avanzado de la partida (a partir del nivel 30 aproximadamente), pero no deja de ser una lástima que tras 35 ó 40 horas de partida sintamos que pagando es la única manera que existe para avanzar. Pero no percibimos ningún tipo de abuso, y eso es también importante. Conocemos pocos juegos que después de 40 horas no nos hayan hecho sentir en al menos un momento la necesidad de pagar para avanzar, meritorio a nivel de diseño y gratificante por lo bien que sienta ir mejorando cada día en un juego de Animal Crossing.
En definitiva, si quieres los grandes proyectos, tarde o temprano tendrás que dedicarle muchas horas o pagar mucho dinero. Si no, tienes aquí un sinfín de entretenimiento sin límites.
Dentro de Pocket Camp, horas y horas de contenido sin pagar por caja
Y ese entretenimiento se basa en la búsqueda diaria de peces a través de la pesca; en dar una vuelta por la isla para capturar los mejores escarabajos y venderlos luego al mejor precio; en fabricar esa mesa de maquillaje que nos pide una de las vecinas para que sea la persona más feliz del mundo; en obtener las bayas que te faltan para pagar la nueva pintura verde chillón de tu caravana; en encontrar rubí y zafiro al romper grandes pedruscos. Esa sensación de descubrimiento, de felicidad al estar en un sitio donde no existen los problemas, nadie te presiona y no se sabe qué sucedió antes y lo que vendrá después.
El juego te invita a completar algunos retos diarios para recibir recompensas, desde hablar con un número determinado de vecinos hasta capturar un pez específico; siempre hay algo nuevo por hacer, siempre hay un par de zapatos nuevos que te pueden interesar.
El componente social: crafteando amistad
Otro de los elementos que seguramente adopte Animal Crossing en Nintendo Switch –cuandoquiera que eso suceda- es la gestión de amigos y la relación con ellos. Es posible agregar gente a través de códigos amigo o vinculando las redes sociales, aunque la relación sea indirecta. Es posible visitar los campamentos de otros para inspirarnos en sus creaciones y ornamentación, además de dar kudos si nos gusta lo que hacen. También podemos comprar las cosas que hayan puesto a la venta en su mercado, que tiene libertad de precios, y permite así que vendamos peces por 10 bayas o por 1000 bayas. La legislación de Pocket Camp no pone barreras en este sentido, algo que Tom Nook agradecerá con seguridad…
Cuantos más amigos tengas, más fácil será que la gente reciba nuestra llamada cuando necesitemos ayuda para participar en la búsqueda de minerales, o más probabilidad habrá de que quien esté a tu alrededor tenga el objeto que necesitas.
Hay muchas cosas que pueden mejorar en Animal Crossing Pocket Camp. No os vamos a engañar, después de estas cinco semanas empezamos a sentir que el juego peca de repetitivo. No deja de ser lo mismo de siempre, y lo peor (o mejor) de todo es que la solución es muy sencilla; desde agrandar los metros cuadrados de nuestro campamento a permitir que se construyan más de dos tiendas de campaña. Por otro lado, sería también interesante poder interactuar en tiempo real con otros jugadores, implementar un juego online real. Y por pedir, más minijuegos y zonas por explorar. Tenemos al menos la tranquilidad de que Nintendo ampliará el contenido del juego progresivamente, con nuevas colecciones de objetos, actividades y eventos.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.