Mezcla con carácter

Desde Hungría, y de la mano de Digital Reality, nos llega Afrika Korps vs Desert Rats, un nuevo juego de estrategia en tiempo real que viene con la intención de hacerse un hueco en un género cada vez más y más concurrido gracias a su peculiar mezcla de estilos. Y a tenor de lo visto, tiene muchas posibilidades de lograrlo...

Desde que hace varios años los llamados juegos de estrategia en tiempo real se vieron lanzados a primera línea del mercado de ventas para PC gracias a los bombazos que supusieron los títulos ya clásicos de Blizzard y la desaparecida Westwood, un buen número de compañías han ido lanzando juegos, con mayor o peor fortuna, usando esta peculiar mezcla de estrategia y acción en ocasiones frenética.

Tras docenas de títulos en las últimas temporadas que parecen sacados de un mismo molde, es evidente que a las compañías les cuesta cada vez más lanzar al mercado algo que llame la atención por las posibles novedades que introduzca y no por ser un mero refrito de juegos o sagas que ya van por el vigésimo capítulo.

Por ello, poco a poco se pudo contemplar como los nuevos desarrollos intentaban, de una forma más o menos clara, hacer evolucionar un género que se había quedado estancado desde las apariciones de Starcraft y Age of Empires II. Algunos, optaron por introducir gráficos tridimensionales; otros, añadieron un componente de rol más o menos marcado; también hubo quienes tomaron elementos de otros géneros estratégicos, como pueden ser los wargames; y así con varios ejemplos más. Y pese al esfuerzo de las compañías y que ciertamente hoy en día hay una diversidad mucho mayor en el género, la verdad es que muy pocos lanzamientos son capaces de vanagloriarse de haber logrado una identidad propia y no ser simplemente un lavado de cara con un par de retoques de viejas glorias.

Y, precisamente, el juego que nos ocupa, Afrika Korps vs Desert Rats, es uno de ellos. Aunque en un inicio, especialmente al contemplar las capturas de pantalla, se pueda tener la impresión de estar ante un ETR clásico ambientado en la temática de moda, la Segunda Guerra Mundial, la realidad no puede ser más distinta. Aunque gran parte de los elementos que conforman el juego están sacados sin duda de dicho género, en Digital Reality se han dejado inspirar por las grandes sagas de wargames para PC, como pueden ser los Panzer General o Combat Mission, tomando características de los dos géneros estratégicos así como elementos propios de los juegos de rol, mezclándolo en un cóctel con un sabor único.

Así pues, nos encontramos con un juego especial, en el que el realismo y simulación estricta de los wargames, su habitual lentitud en el desarrollo del juego y los mayores requisitos estratégicos y/o tácticos se ven fusionados con la "irrealidad" a favor de la jugabilidad de los ETR, así como su mayor agilidad y velocidad en el desarrollo y el, en ocasiones, ausente componente estratego/táctico quedándose en un híbrido sorprendente, a medio camino de los dos estilos aunque predomina algo más la parte de ETR. Un juego que puede satisfacer ambas partes sin demasiados problemas, así como a aquellos que no estén tan familiarizados con este tipo de juegos.

Gráficos y sonido

Aún así, y pese a que Afrika Korps pertenece a un género en el que este tema suele ser algo secundario, los chicos de Digital Reality saben bien que hoy en día, y por desgracia, un buen puñado de ideas no consiguen demasiado por muy bien realizadas que estén, si no están acompañadas de un apartado técnico a la altura. Por ello, la desarrolladora húngara ha elaborado un entorno gráfico de enorme calidad, capaz de recrear una gran diversidad de escenarios, unidades y efectos visuales. Y lo hace de una forma brillante, adquiriendo el juego una belleza visual en ocasiones enorme y a todos los niveles.

Desde las recreaciones de las más de 70 unidades distintas que aparecen en el juego, fieles réplicas de los carros de combate, transportes o aviones que se disputaron el control del Norte de África hace sesenta años, llamando especialmente la atención las unidades de infantería, hasta los sólidos y excelentemente realizados escenarios en el que nuestras tropas combaten, repletos de detalles y elementos de escenografía, todo está creado de una forma brillante y elegante. Incluso cuando las unidades sufren o la escenografía padece su destrucción, lo hace de forma totalmente realista, quedándose los restos o explosionando, e incluso, derrumbándose por la zona que reciben los daños.

Además, este despliegue visual se ve acompañado por un conjunto de explosiones, fogonazos, trazadoras, efectos de humo, efectos climáticos, etc., muy bien realizados, ayudando perfectamente en la ambientación y recreación de las batallas, resultando en un conjunto gráfico soberbio y poco común en los juegos de estrategia… Sobre todo si tenemos en cuenta la inclusión de elementos tan extraños en el género como son las sombras en tiempo real entre otros. Aún así, hay un precio a pagar, y es la necesidad de utilizar un equipo bastante potente si se quiere contemplar el juego en todo su esplendor gráfico… y aún así, a veces no es raro sufrir alguna que otra ralentización.

En lo que se refiere a los efectos sonoros, Afrika Korps vs Desert Rats cumple sobradamente pero sin ser nada del otro mundo. Las habituales fanfarrias y marchas militares que suelen aparecer por estos juegos adornan los menús y acompañan con buena mano las partidas, mientras que durante el juego tenemos un bien diverso elenco de efectos sonoros que hacen las batallas más amenas, incluyendo los gritos de las tropas que deambulan por nuestras pantallas en su idioma original.

Guión

Afrika Korps vs Desert Rats nos sitúa en plena Segunda Guerra Mundial, más concretamente en plena contienda por el Norte de África, uno de los escenarios más duros y famosos de la contienda. A lo largo de 20 misiones basadas en hechos históricos en dos campañas distintas, Eje y Aliados, iremos emulando los generales de la época, llegando a participar en momentos tan emblemáticos como El Alamein.

Y aunque 20 misiones puedan parecer un número un tanto escaso en un título de estas características, lo cierto es que tendrán una variedad más que notable. Nos encontraremos misiones de todo tipo y para todos los gustos, desde la típica batalla campal hasta una incursión para sabotear un aeropuerto enemigo o cubrir la retirada de un convoy aliado, entre otros.

Además, están diseñadas de manera que haya numerosas formas de afrontar y superar cada escenario, con lo que la rejugabilidad del título puede llegar a ser alta. Aún así, y para los que anden en busca de más, siempre está la posibilidad de jugar escenarios sueltos o partidas en multijugador con hasta cuatro modalidades distintas, con lo que se compensa en parte la relativa corta duración de las campañas.

Jugabilidad

A la hora de jugar, Afrika Korps vs Desert Rats se divide en dos partes claramente diferenciadas, una de gestión y la otra ya el juego en sí donde manejamos a nuestras tropas.

El primero, que se desarrolla justo antes de cada batalla, está inspirado en el sistema de gestión de wargames clásicos como Panzer General o Combat Mission, teniendo una serie de los llamados Puntos de Misión para "comprar" unidades, sea infantería, vehículos o aviones, cada uno de ellos con un valor u otro. Esta cantidad de puntos puede verse incrementada según la forma que hayamos pasado las misiones anteriores, por lo que como mejor lo hagamos, más tropas o mayor calidad de las mismas podremos disponer. Además, hay unos Puntos de Prestigio que nos otorgan cumpliendo objetivos secretos, gracias a los cuales podremos intentar adquirir una serie de unidades especiales que no podemos conseguir de otro modo, como versiones mejoradas de vehículos o modelos de carros nuevos.

Cuando hayamos acabado de organizar las tropas en base de nuestras preferencias y objetivos a cumplir, entraremos en la parte táctica del juego, que sería equivalente a la parte jugable de cualquier ETR. En ella, y como viene siendo normal, iremos impartiendo órdenes a nuestros chicos mientras intentamos cumplir los objetivos que tengamos asignados, usando para ello una interfaz funcional aunque típico en el género, con el habitual mini-mapa, botones de acciones e información de la unidad seleccionada.

El desarrollo del juego no ofrece demasiadas sorpresas en un inicio, pero el mayor realismo que Digital Reality ha impregnado en el juego hace replantearse ciertas costumbres propias del género y actuar de una forma más sensata e inteligente. El ejemplo más claro quizá es la inclusión de datos reales en lo que respecta el armamento, blindajes y demás características de los vehículos y tropas que asoman por el juego, así como un control de daños más realista, lo que obliga a utilizar cada unidad para lo que realmente se diseñó, siendo mucho menos efectiva contra otro tipo de objetivos o incluso totalmente inútil, como el atacar con infantería ligera a carros blindados. Y aunque el juego sigue conservando las barras de vida en cada tropa, estas tienes un papel secundario, ya que cualquier unidad es capaz de ser abatida de un único disparo, por lo que no es extraño que no se produzcan los típicos desgastes de vida.

Esta mayor fidelidad en las características y daños de las unidades, se traduce también en la posibilidad de apuntar a partes concretas de los objetivos, como puede ser el chasis o la torreta de un tanque. Llegando al punto de ser posible inutilizar un vehículo sin llegar a destruirlo, por ejemplo, con un buen impacto en el cañón de un carro de combate o averiando algún otro sistema, obligando así a la tripulación a abandonarlo y permitir la posibilidad de capturarlo y posteriormente usarlo en su contra.

Afrika Korps vs Desert Rats también incluye un marcado componente de rol. Durante el transcurso de la partida, nuestras tropas irán tomando experiencia a medida que vayan enfrentándose y saliendo vivas y victoriosas de los combates, llegando a conseguir así un mayor aguante, capacidad de provocar daños o especialización en alguna tarea concreta, convirtiéndose en unidades de élite. Además, existe la posibilidad de hacer subir soldados de infantería en los vehículos a modo de tripulación (y no sólo en los nuestros, si no que también existe la posibilidad de capturar material enemigo y usarlo contra él), ganando rango de visión, cadencia de fuego o una mayor puntería entre otras características. Esto más patente cuando las tropas que acceden a este material tienen cierto nivel.

Como en Warcraft III, también existe la figura del Héroe, oficiales de alto rango que estarán al frente de nuestras tropas, y aunque aquí tendrán un papel más discreto que en el título de Blizzard, pueden sernos de gran ayuda al tener unos atributos superiores y especialmente por la capacidad de otorgar habilidades extra a la unidad en la que vayan montados, como mayor resistencia o una potencia de fuego superior. Pero habrá que tener cuidado de no exponerlos ni arriesgarnos demasiado con ellos, ya que si son eliminados perderemos automáticamente la batalla…

Con todo esto, se consigue que el componente táctico de Afrika Korps vs Desert Rats obtenga una mayor importancia que en el resto de ETR, al obligarte a pensar mucho más los movimientos y acciones que vas a realizar, ya que aquí no funciona el típico amasamiento de unidades y posterior arrollamiento del enemigo por pura superioridad numérica/cualitativa. Aún así, en más de una ocasión el juego se deja llevar por los típicos momentos de acción frenética del género, y aunque existe la opción de pausarlo para poder contemplar la situación con tranquilidad y dar las órdenes correspondientes, a veces llega a ser un tanto confuso en los combates más encarnizados.

Comparándolo con…

Francamente, no sabría bien con qué juego podría comparar este Afrika Korps vs Desert Rats, al ser una mezcla tan variopinta y tener elementos provenientes de tan distintos títulos o géneros. Mientras en general es un ETR típico, hay partes que recuerdan a Warcraft III, otras, a wargames como Close Combat o Panzer General, y por otro lado, tiene suficientes características propias para diferenciarlo de cualquier otro juego que haya salido.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

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